Robert Roy Lucien nació en Nantes (Francia) el 4 de septiembre de 1850. Con 21 años, en 1871, llega a París para estudiar en la Escuela de Bellas Artes. Posteriormente asciende a los estudios de los prestigiosos arquitectos Joseph Auguste Émile Vaudremer y G. Bourgerel. Obtiene el diploma de arquitecto en 1886. En 1892 es nombrado arquitecto diocesano y un año más tarde obtiene el cargo de arquitecto en jefe de los Monumentos Históricos. De esta etapa son destacables sus trabajos en la restauración del Castillo de Chenonceaux y del Castillo Langeais, así como el Ayuntamiento de Verdún. Fue el arquitecto de la sección francesa en la Exposición Universal de Paris de 1900. A partir de 1901 se encargó de dirigir la arquitectura de varios distritos franceses hasta que en 1915 le es encomendada esta labor en París, donde son famosas sus aportaciones a las restauraciones del Hotel Crillon, de la Escuela Militar, de Los Inválidos y del conjunto de Val-de-Grâce. Fueron célebres las restauraciones de Roy Lucien de la Iglesia de Bénévent-l'Abbaye, de la colegiata de Saint-Léonard-de-Noblat, de la abadía de Saint-Benoît-sur-Loire y de la iglesia de Solignac. Pero Roy Lucien también se hizo famoso por la construcción de portentosos edificios de nueva planta, como la Iglesia de Santa Catalina en Villeneuve-sur-Lot, el castillo de Châtaigneraie en Avessac, el castillo de de Bois-Chicot en Servon y el castillo de Beauregard en Cléguérec. En 1903 construyó en París la parroqua de Saint-Antoine des Quinze-vingts, en el número 57 de la Rue Charenton.
Miembro destacado de la Sociedad Francesa de Arqueología, Roy Lucien viajó en sus múltiples expediciones por África y Europa, retratando Libia, Siria, Israel, Chipre, Malta, Túnez, Marruecos, Argelia y por supuesto España.
Su visita a Toledo data de 1907, y es una excelente muestra del interés de Roy Lucien por todo tipo de arquitectura, tanto civil como religiosa. Sin duda Toledo debió ser para él un lugar donde disfrutó muchísimo.
A su muerte en 1941, con nada menos que 91 años, legó sus negativos a la Sociedad Francesa de Arqueología. Estas son sus fotografías tomadas en Toledo en 1907:
Comenzaré por mostraros las tomadas en la Catedral:
Roy Lucien tomó fotografías de algunas bellas portadas de la Calle de la Plata:
Estas son las correspondientes al Monasterio de San Juan de los Reyes:
Es curiosa esta fotografía tomada a tres sonrientes mujeres toledanas:
Estas son las imágenes tomadas por Robert Roy Lucien en el Puente de Alcántara:
En estas imágenes se ve, además del puente, el Castillo de San Servando:
Aquí tenemos la Puerta del Sol:
Esta imagen está tomada desde la propia Puerta del Sol y muestra una poco habitual visión de lo que hoy es el Hotel Abad, entonces ocupado al parecer por una herrería. Al fondo, una interesante visión del célebre "Muro Azor", único resto de la muralla de época visigoda:
Esta imagen corresponde a la Puerta de Bisagra:
Aquí tenemos fotografiado el Palacio de Fuensalida:
Aquí tenemos una preciosa imagen del Corral de Don Diego:
Estas imágenes corresponden al Museo de Santa Cruz:
Aquí tenemos la Iglesia de La Magdalena:
Esta es una bonita foto de la Calle de Sixto Ramón Parro:
No podían faltar imágenes del Puente de San Martín:
Este es un artesonado del Hospital Tavera:
Esta es una vista de la zona de Santiago del Arrabal:
Roy Lucien también estuvo en la Sinagoga de Santa María la Blanca:
Esta curiosa fotografía muestra un nutrido grupo de religiosos dirigiéndose al Castillo de San Servando desde el Puente de Alcántara:
Esta es una estupenda fotografía de la portada del Convento de Santa Fe:
Aquí tenemos el ábside de la Mezquita del Cristo de la Luz:
Esta es una buena perspectiva de Toledo tomada desde las cercanías del Paseo de la Rosa:
Espero que las fotografías hayan sido de vuestro agrado. Para mí son una muestra más del interés que siempre ha despertado Toledo entre los más grandes. Y Robert Roy Lucien era sin duda uno de ellos.
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