Cuando, hace unas semanas, me escribió Isabel Sánchez Canosa para proponerme publicar una entrada en el blog que homenajeara no solo a su padre -el genial Pedro Sánchez Colorado- sino a toda una generación de artistas toledanos que compartieron con él una época, me sentí muy agradecido.
Agradecido por poder hacer de Toledo Olvidado no solo un lugar donde disfrutar de la fotografía histórica, sino por poder convertirlo también en un espacio que sirviera de homenaje a las personas que, en diferentes ámbitos, han hecho de esta ciudad un lugar especial que hoy tenemos el privilegio de disfrutar y la obligación de cuidar, preservar y gestionar con criterio.
Por ello, hoy 22 de febrero, en el día en que Pedro Sánchez Colorado cumpliría 89 años, tengo el placer de ofreceros una entrada especial con las fotografías de su archivo personal en homenaje tanto a él como a los artistas toledanos que desarrollaron su actividad de forma coetánea a la suya.
Pedro Sánchez Colorado nació en la localidad monteña de Menasalbas el 22 de febrero de 1930, pero pronto se trasladó junto con su familia a vivir a Toledo. En palabras de su hija Isabel, "Toledo es la ciudad que amó y que, de manera continuada, reflejó en sus óleos con una belleza rotunda, valiente y sincera como fue su vida y todas y cada una de sus pinceladas".
A Sánchez Colorado le tocó vivir la Guerra Civil en su infancia, lo que no fue óbice para que siempre calificara su infancia como “muy feliz”. Los que le conocieron bien recuerdan su permanente sonrisa y su adicción al pincel, objeto del que rara vez se separaba.
Isabel le dedica también este emocionado recuerdo: "Un artista no se hace, un artista nace y lo es hasta el último día de su vida, ese día que compartí con él y del que conservo sus últimos dibujos y sonrisas".
En su infancia estudió en el Colegio de los Maristas de Toledo donde ya despuntó por sus dotes artísticas. Su hija recuerda esta entrañable anécdota: un día en el colegio, antes de que comenzara la clase, a escondidas, pintó en la pizarra con tizas de colores un Pentecostés del Greco. El hermano marista no le regañó como esperaban los compañeros sino que, por el contrario, quedó encantado y desde entonces se convirtió en el pintor oficial del colegio.
Sánchez Colorado siempre estuvo perdidamente enamorado de Toledo, conocía todos sus callejones, conventos y rincones desde niño y los dibujaba, una y otra vez, al natural con su caballete, sus pinceles y su espátula. Prosiguió sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios de Toledo, de la que posteriormente llegó a ser Director.
Comenzaremos el repaso fotográfico con una fotografía muy especial que, además, es todo un retrato de la vida artística y cultural del Toledo de posguerra. Se trata de una foto de grupo con motivo del homenaje que la Sociedad Estilo (muy activa en Toledo en aquella época, y de la que Pedro fue miembro fundador) tributó a Enrique Vera con motivo de su nombramiento como académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando el 3 de abril de 1949. Casualmente y por suerte, hace muy poco Félix del Valle me cedió en alta resolución esta foto con un valor añadido: la identificación de prácticamente todos los que aparecen en la misma. Sánchez Colorado aparece con el número 21 muy sonriente, pues sentía una admiración sincera y profunda por Vera y estaba realmente emocionado de haber sido invitado siendo apenas un estudiante, por lo que siempre recordaba ese día con emoción.
Esta es la numeración para identificar los personajes por cortesía de Félix del Valle:
1.- Enrique Vera
2.- Andrés Marín
3.- Rodríguez Bolonio
4.- Julio Pascual
5.- Sr. Domingo (conserje Escuela de Artes)
6.- D. Rafael (profesor dibujo artístico Escuela de Artes)
7.- Sr. Corral
8.- Cecilio Béjar
9.- Mariano Moragón
10.- Antonio Delgado
11.-José Relanzón
12.- Cecilio Mariano Guerrero Malagón
13.- Pablo Gamarra
14.- Jacinto Serrano
15.- Sr. Repiso
16.- Máximo Revenga
17.- Sr. Quintanilla
18.- ?
19.- Félix del Valle
20.- Felipe Regadera
21 .- Pedro Sánchez Colorado
22.- Germán Labrado
23.- Sr. Pozas (de "Estilo")
24.- Hijo de Enrique Vera
25.- Ángel Moreno (alcalde de Toledo)
26.- Alfonso Bacheti
Se conserva incluso la minuta del ágape, que costó 32 pesetas por barba:
La comida se celebró en el Restaurante-Jardín Merendón, que se situaba al comienzo de la Avenida de Barber, donde hoy se levanta el Edificio Colón:
A finales de la década de 1940, Sánchez Colorado conoció a Antonio Moragón, gran pintor toledano. Fueron grandes amigos y compartieron aventuras y arte. Estas fotos que siguen a continuación reflejan la juventud y alegría con la que vivieron esos días:
Unos años después abre junto a su hermano -el también pintor Eusebio Sánchez- la primera galería de arte en Toledo, ubicada en la calle de La Plata nº 2. En esta foto vemos a los dos hermanos enfrente de la galería con una de sus obras. Pedro Sánchez Colorado (con chaqueta, a la izquierda de la foto) nos señala con la mano orgulloso un óleo de Toledo:
Sánchez Colorado se licenció en Bellas Artes por la Universidad Santa Isabel de Hungría de Sevilla. En esos primeros años, como buen toledano y por seguir explorando sus inquietudes artísticas, también plasmó su arte en el oficio del damasquinado. Consiguió dominar este arte consistente en dibujar mediante la incrustación de hilos y láminas de oro y plata en acero o hierro. En esta foto aparece trabajando mientras que, detrás de él, podemos ver colgado un cartel del Corpus Christi de 1953. En esos años los carteles que anunciaban la Fiesta Mayor de Toledo eran verdaderas obras de arte y el Concurso de Carteles del Corpus Christi era un acontecimiento en el que participaban los mejores pintores de la ciudad con todo su entusiasmo:
Son objeto de colección en la actualidad las serie de diseños que realizó en los años 50 para decorar cajas de mazapán:
Esta foto muestra una exposición colectiva de christmas de Navidad. En ella, los pintores exponían sus trabajos y luego los intercambiaban. A la familia de Sánchez Colorado le correspondió el del Romero Carrión, que conservan con orgullo:
Aquella fue una generación de pintores toledanos excepcional, que mantuvo amistad y oficio durante toda su vida.
En esta foto, ya de los finales de los 70 o principios de los 80 podemos ver a la izquierda a Sánchez Colorado, Morera Garrido, Fernando Dorado y por la derecha a Tomás Camarero y Guerrero Malagón. Como fondo, una exposición colectiva que protagonizaron:
Sánchez Colorado fue profesor de término por oposición y Director de la Escuela de Artes y Oficios de Toledo. Las numerosas exposiciones que realizó durante toda su trayectoria tuvieron lugar principalmente en el Palacio de Benacazón, la Cámara de Comercio, la Caja Rural y en su estudio de pintor situado en la calle Alfonso XII. A principios de los 80 ganó el concurso convocado por la Diputación Provincial de Toledo con un cuadro titulado Precursores, que representa la Guerra de las Comunidades de Castilla con las figuras de Juan de Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado. Es una obra de grandes dimensiones que estuvo presidiendo el edificio de la institución durante años:
También cuentan con obras suyas la iglesias de Nuestra Señora de Guadalupe de Olías del Rey o el Colegio Garcilaso de la Vega:
A finales de los 80, con motivo de la inauguración del edificio de la Caja Rural de Toledo, se le encargó comisionar una exposición colectiva que reunió a los artistas toledanos más ilustres de la época. La amistad que Sánchez Colorado mantuvo con los pintores y escultores de su generación quedó reflejada en los retratos que le dedicaron:
Pedro Sánchez Colorado falleció el 13 de octubre de 2017 tras una vida dedicada a sus dos pasiones: Toledo y la pintura. Con el agradecimiento a Isabel Sánchez Canosa por las fotografías e información aportada, vaya desde aquí mi homenaje a este gran pintor y a toda aquella generación de artistas que mantuvieron viva en Toledo la llama del arte en unos años difíciles. Que su recuerdo esté siempre presente y su obra sea valorada y conocida por las nuevas generaciones.
viernes, 22 de febrero de 2019
En recuerdo de Pedro Sánchez Colorado y los artistas toledanos de su generación
sábado, 2 de febrero de 2019
Nahum Sokolow, una figura clave del mundo judío que fotografió Toledo hacia 1910
Toledo se ha comportado históricamente como una ciudad magnética, capaz de atraer a personas de todo el mundo por múltiples razones. Esta atracción ha sido, si cabe, más intensa para ciertos grupos o colectivos para los que Toledo representa realmente un lugar absolutamente esencial en su forma de entender el mundo.
Uno de estos grupos a los que me refiero son los judíos, especialmente los sefarditas y sus descendientes. Por ello es para mi un placer poder ofreceros hoy esta entrada dedicada a una de las personas más importantes para el pueblo judío en el siglo XX. Me refiero a Nahum Sokolow, histórico líder sionista, escritor, traductor y periodista, nacido en 1859 en la localidad polaca de Wyszogrod en el seno de una familia rabínica. Con tres años ya era alumno de un jéder (escuela tradicional que enseña a los niños las bases del judaísmo y del idioma hebreo) y a los 10 años de edad ya era un niño destacado con cierto renombre en la escuela. Siendo aún un adolescente, cuando apenas contaba con 17 años de edad, Sokolow ya escribía en periódicos locales hebreos. Un año más tarde, con solo 18 años, contrajo matrimonio y se trasladó a Makov donde se convirtió en un comerciante de lana. Con 20 años se mudó a Varsovia, donde empezó a colaborar regularmente con el influyente periódico hebreo Ha-Tzefirah. La calidad y compromiso de sus escritos le hizo rápidamente obtener un gran número de seguidores que no eran solo judíos polacos sino, también, intelectuales laicos. Sokolow terminó por convertirse en el principal editor de periódicos hebreos en toda Polonia.
Su liderazgo e influencia en el mundo judío fue creciendo hasta que en el año 1906 se le solicitó que asumiera nada más y nada menos que el cargo de Secretario General de la Organización Sionista Mundial. Nahum Sokolow aceptó el reto y ello le llevó, en los años sucesivos, a recorrer buena parte de Europa y América del Norte con el objetivo primordial de promover la causa sionista.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, se trasladó a Londres junto al también destacado sionista Chaim Weizmann. En la capital británica defendió con decisión la Declaración Balfour de 1917, en la que el gobierno británico declaró su apoyo a un «hogar nacional» o patria judía en Palestina, lo que fue el germen de la futura creación del Estado de Israel. Para ello Sokolow mantuvo fructíferas negociaciones no solo con Gran Bretaña sino también con Francia y el Vaticano.
En 1931, Sokolow fue elegido presidente de la Organización Sionista Mundial, ostentando este cargo hasta 1935 en que fue sucedido por Chaim Weizmann. También fue el presidente de la Agencia Judía para Palestina entre 1931 y 1933.
Sokolow fue un escritor muy prolífico y un traductor muy activo. Fue el primero en traducir al hebreo el famoso libro Altneuland del considerado padre del Estado Judío, Theodor Herzl, dándole el nombre de Tel Aviv (con el significado de "Antigua colina de la primavera"). En 1909, este nombre de Tel Aviv fue utilizado para nombrar la primera ciudad moderna de habla hebrea.
Nahum Sokolow murió en Londres en 1936.
Atraído por el enorme peso de Toledo en la historia del pueblo judío como ciudad clave en Sefarad, Sokolow estuvo en nuestra ciudad alrededor de 1910 en el periodo de su vida en que desempeñó el cargo de Secretario General de la Organización Sionista Mundial. He tenido acceso a las dos fotografías que se conservan que el propio Sokolow obtuvo con su cámara. La más destacada es esta en la que vemos una animada escena en la fuente de Cabrahigos, probablemente la fuente toledana cuyas aguas eran de mayor calidad, por lo que era habitual ver colas de gente en ella. Es probable que Sokolow llegara en tren a Toledo, por lo que esta fuente apareció en su camino desde la estación hasta la ciudad:
Es una gozada admirar los detalles de la fotografía y deleitarnos en los rostros de las personas (hombres, mujeres y niños) que nos miran más de un siglo después a través del objetivo de este destacado líder sionista:
Este es un detalle de la histórica fuente:
La otra imagen nos deja ver el Puente de Alcántara desde la orilla derecha del Tajo, con la visión al otro lado de los humildes comienzos de la edificación que con el tiempo se convirtió en el Restaurante La Cubana. Al fondo, en lo alto del cerro, el Castillo de San Servando preside la escena:
Esperando que estas fotografías muy desconocidas de un personaje clave de la historia de Israel os hayan gustado, me despido dedicando la entrada a José Manuel Quirós Castaños, buen amigo y mecenas de Toledo Olvidado, quien falleció ayer dejándonos un enorme vacío. Su impresionante memoria de los duros años de guerra y posguerra, absolutamente lúcida pero carente de cualquier rencor han sido para mi estos años una gran fuente de información y de inspiración. Descansa en paz amigo, y cuida de tu querida Toledo desde allí arriba.
Uno de estos grupos a los que me refiero son los judíos, especialmente los sefarditas y sus descendientes. Por ello es para mi un placer poder ofreceros hoy esta entrada dedicada a una de las personas más importantes para el pueblo judío en el siglo XX. Me refiero a Nahum Sokolow, histórico líder sionista, escritor, traductor y periodista, nacido en 1859 en la localidad polaca de Wyszogrod en el seno de una familia rabínica. Con tres años ya era alumno de un jéder (escuela tradicional que enseña a los niños las bases del judaísmo y del idioma hebreo) y a los 10 años de edad ya era un niño destacado con cierto renombre en la escuela. Siendo aún un adolescente, cuando apenas contaba con 17 años de edad, Sokolow ya escribía en periódicos locales hebreos. Un año más tarde, con solo 18 años, contrajo matrimonio y se trasladó a Makov donde se convirtió en un comerciante de lana. Con 20 años se mudó a Varsovia, donde empezó a colaborar regularmente con el influyente periódico hebreo Ha-Tzefirah. La calidad y compromiso de sus escritos le hizo rápidamente obtener un gran número de seguidores que no eran solo judíos polacos sino, también, intelectuales laicos. Sokolow terminó por convertirse en el principal editor de periódicos hebreos en toda Polonia.
Su liderazgo e influencia en el mundo judío fue creciendo hasta que en el año 1906 se le solicitó que asumiera nada más y nada menos que el cargo de Secretario General de la Organización Sionista Mundial. Nahum Sokolow aceptó el reto y ello le llevó, en los años sucesivos, a recorrer buena parte de Europa y América del Norte con el objetivo primordial de promover la causa sionista.
Tras el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, se trasladó a Londres junto al también destacado sionista Chaim Weizmann. En la capital británica defendió con decisión la Declaración Balfour de 1917, en la que el gobierno británico declaró su apoyo a un «hogar nacional» o patria judía en Palestina, lo que fue el germen de la futura creación del Estado de Israel. Para ello Sokolow mantuvo fructíferas negociaciones no solo con Gran Bretaña sino también con Francia y el Vaticano.
En 1931, Sokolow fue elegido presidente de la Organización Sionista Mundial, ostentando este cargo hasta 1935 en que fue sucedido por Chaim Weizmann. También fue el presidente de la Agencia Judía para Palestina entre 1931 y 1933.
Sokolow fue un escritor muy prolífico y un traductor muy activo. Fue el primero en traducir al hebreo el famoso libro Altneuland del considerado padre del Estado Judío, Theodor Herzl, dándole el nombre de Tel Aviv (con el significado de "Antigua colina de la primavera"). En 1909, este nombre de Tel Aviv fue utilizado para nombrar la primera ciudad moderna de habla hebrea.
Nahum Sokolow murió en Londres en 1936.
Atraído por el enorme peso de Toledo en la historia del pueblo judío como ciudad clave en Sefarad, Sokolow estuvo en nuestra ciudad alrededor de 1910 en el periodo de su vida en que desempeñó el cargo de Secretario General de la Organización Sionista Mundial. He tenido acceso a las dos fotografías que se conservan que el propio Sokolow obtuvo con su cámara. La más destacada es esta en la que vemos una animada escena en la fuente de Cabrahigos, probablemente la fuente toledana cuyas aguas eran de mayor calidad, por lo que era habitual ver colas de gente en ella. Es probable que Sokolow llegara en tren a Toledo, por lo que esta fuente apareció en su camino desde la estación hasta la ciudad:
Es una gozada admirar los detalles de la fotografía y deleitarnos en los rostros de las personas (hombres, mujeres y niños) que nos miran más de un siglo después a través del objetivo de este destacado líder sionista:
Este es un detalle de la histórica fuente:
La otra imagen nos deja ver el Puente de Alcántara desde la orilla derecha del Tajo, con la visión al otro lado de los humildes comienzos de la edificación que con el tiempo se convirtió en el Restaurante La Cubana. Al fondo, en lo alto del cerro, el Castillo de San Servando preside la escena:
Esperando que estas fotografías muy desconocidas de un personaje clave de la historia de Israel os hayan gustado, me despido dedicando la entrada a José Manuel Quirós Castaños, buen amigo y mecenas de Toledo Olvidado, quien falleció ayer dejándonos un enorme vacío. Su impresionante memoria de los duros años de guerra y posguerra, absolutamente lúcida pero carente de cualquier rencor han sido para mi estos años una gran fuente de información y de inspiración. Descansa en paz amigo, y cuida de tu querida Toledo desde allí arriba.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)