Pocos edificios de Toledo han sufrido tantos avatares históricos como el Alcázar: incendios, guerras, reformas... Todas estas circunstancias han hecho que su aspecto haya sido muy variable históricamente. Desde los grabados antiguos que nos lo representan con un aire parecido al Alcázar de Segovia, con torres finas y aspecto de fortificación medieval-renacentista, hasta las crónicas que nos hablan de su robustez como pretorio romano o palacio (al-qasr, de ahí su nombre) en época islámica.
El edificio fue destruido durante la Guerra de Sucesión, en noviembre de 1710 cuando sufre su primer gran incendio originado por las tropas austriacas del Archiduque Carlos al mando del General Staremberg. En 1771, Carlos III lo cede al Cardenal Lorenzana para que fundara la Casa de la Caridad. Sin embargo, el edificio vuelve a sufrir un nuevo desastre siendo de nuevo presa de las llamas en enero de 1810 durante la dominación francesa. Por este motivo, será reedificado a partir de 1865 a instancias del General Marqués de San Román finalizando las obras en 1882, momento en el que se instala la Academia General Militar. Pero de nuevo conoce la desgracia, y otro incendio lo destruye apenas cinco años después, en 1887, el 9 de enero.
Centrándonos en la era fotográfica, que es la que nos ocupa, podemos observar cómo en sólo 150 años este edificio ha sufrido cambios enormes, como ahora veréis.
Las imágenes más antiguas que se conservan son estas del alemán F. A. Oppenheim y del irlandés Edward King Tenison tomadas en 1852 en las que se observa el edificio aún en ruinas tal como quedó tras el incendio sucedido el 31 de enero de 1810 durante la dominación francesa. Existe la creencia popular de que fueron los franceses quienes incendiaron el edificio adrede pero ello no ha sido nunca demostrado y parece totalmente falso. De hecho fueron ellos los que, habiendo dejado momentáneamente la ciudad, al enterarse del incendio retrocedieron y ayudaron a salvar en lo posible el edificio desalojando los cargamentos de pólvora en él guardados y que si hubiesen explotado se hubieran llevado media ciudad por delante. Cuentan Francisco Martín Arrúe y Eugenio de Olavarría y Huarte en su libro "Historia del Alcázar de Toledo" (Imprenta de Infantería de Marina. 1889) que "el fuego en su mayor violencia duró tres días y no se extinguió totalmente en más de un mes":
En 1856 Luis León Masson captó esta romántica fotografía del patio semidestruido por los franceses:
También son muy significativas estas vistas interiores del galés Charles Clifford en 1857:
Muy similar es esta imagen captada por Jean Laurent:
Las fotografías exteriores de antes de 1864 muestran el edificio en deplorable estado antes de la reconstrucción de 1882:
En el siglo XIX, durante los años de la reforma que finalizó en 1882, el Alcázar presentaba unas torres mucho más achatadas que las actuales que, a mi juicio, le conferían un aspecto más basto y menos estilizado que el que ahora posee.
Posteriormente, el fuego de 1887 hizo necesaria una nueva reconstrucción, época a la que corresponden estas tomas, comenzando por una imagen del mismo día del incendio:
Tras esta reforma el edificio tomó un aspecto similar al actual, con las cuatro torres bastante más puntiagudas, estilizadas y elegantes. Así se conservó hasta 1936.
En septiembre de 1936, como ya sabéis, las tropas republicanas bombardearon el edificio dejándolo en estado de ruina total (en esta entrada podéis ver una serie extensa de imágenes del asedio).
Tras la contienda, se emprendió una lenta reconstrucción que no finalizó hasta aproximadamente 1965 y que afortunadamente dura hasta nuestros días.
Pra finalizar os pongo un video, documento gráfico de incalculable valor, extraído de la película "Sin novedad en el Alcázar" del italiano Augusto Genina, que se nutrió de IMÁGENES REALES (él estaba de corresponsal de guerra) del conflicto como por ejemplo la voladura de uno de los torreones, entre otras espeluznantes imágenes.
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