Ese inmenso iceberg llamado fotografía histórica toledana sigue emergiendo poco a poco, sacando a la superficie sus tesoros en forma de imágenes rescatadas del olvido. Dentro de los últimos descubrimientos que he podido recopilar en estos meses, destaca una colección de imágenes tomadas por un anónimo francés en septiembre de 1898 y que hoy tengo el placer de poder mostraros.
Se trata de 17 fotografías de pequeño tamaño pero de gran valor, que reside principalmente en su rareza, al mostrar escenas inéditas de finales del siglo XIX registradas por un fotógrafo anónimo francés, a buen seguro un pionero turista adinerado.
Comenzaremos por ver las fotografías de la Plaza del Ayuntamiento, en las que se observa la misma con algunas acacias:
La imagen más destacada de las que este anónimo obtuvo en la plaza del Ayuntamiento es esta en la que vemos un primer plano de una joven. Sin duda, se trata de un privilegio poder ver su rostro mirando a la cámara 120 años después de ser tomada la imagen. ¿Quién se lo iba a decir?
Esta escena de calle está por desgracia en muy mal estado: se observa un personaje como cargando algún material, pero es muy difícil identificar exactamente qué porta, y del mismo modo sería aventurado poder decir exactamente de qué calle se trata...¿tal vez la calle Tornerías?
También tengo dudas sobre la ubicación exacta de esta otra imagen con varios personajes. Se aceptan sugerencias y aportaciones:
Esta es una buena estampa del Castillo de San Servando y el Puente de Alcántara:
Aquí aparece el Alcázar, que afrontaba el final de las obras de restauración tras el incendio de 1887:
Esta es una interesante imagen de varios soldados en la puerta del Hospital de Santa Cruz, por entonces dedicado a dependencias militares:
Aquí tenemos dos vistas de la Puerta del Sol:
Mirad qué bella vista de la Puerta del Cambrón, con el palacio de los Duques de Maqueda a la derecha:
En esta vista del torreón exterior del Puente de Alcántara vemos a una señora con sombrilla y dos niños junto a ella. ¿Sería la familia del fotógrafo?
Esta es la Playa de Safont con Tavera al fondo:
He dejado para el final las más jugosas por varios motivos. Se trata de las fotografías que nos muestran los olmos "negrillos" del Paseo de la Rosa que aún en nuestros días subsisten, habiendo resistido tanto a la devastadora grafiosis como a los malos usos y cuidados que la ciudad les ha proporcionado (hasta hace solo unos años los coches les golpeaban a menudo al aparcar en un desordenado estacionamiento generado a su alrededor):
El valor de estos olmos autóctonos (Ulmus minor) es enorme. Su antigüedad siempre se había estimado como bastante grande, y se solía decir que provenían de la época del rey Carlos III. Hoy tengo las pruebas documentales que lo avalan: fueron plantados durante el reinado de este monarca por el corregidor Gabriel Amando Salido, que además por lo que se ve, fue un excelente gobernante. A él se le debe el empedrado de varias de las entradas, así como su ensanche, la retirada de las piedras y obstáculos que impedían el tránsito de carruajes en las calles, el primer servicio municipal de recogida de basuras, la "fuente nueva" desde los cerros de la Guía al Puente de Alcántara, la iluminación de la ciudad por la noche con lámparas (aún no eléctricas, claro está, sino de aceite a buen seguro), la construcción de varios puentes y, en mi opinión lo más curioso de todo, el establecimiento en Toledo casi con carácter pionero (solo superados por Valencia) del servicio de Serenos en las calles de la ciudad:
Por tanto, las fotos que hoy os traigo de estos olmos nos dejan ver a estos ejemplares más de un siglo después de ser plantados (entre 1783 y 1786), y 120 años antes de nuestros días. Es decir, que estas joyas botánicas que vemos a diario llevan plantadas en el Paseo de la Rosa la friolera de más de 230 años. Son anteriores a la Revolución Francesa, han sobrevivido a la Guerra de la Independencia, a las guerras carlistas, a la Guerra Civil...creo que acumulan méritos suficientes como para que el ayuntamiento los proteja y divulgue con algún tipo de figura legal, como podría ser su inclusión en un listado oficial de árboles monumentales de la ciudad.
Esperando que este viaje al Toledo de septiembre de 1898 os haya gustado, me despido con las fotos según están dispuestas en el álbum que aquel viajero cuidadosamente elaboró al llegar a casa en Francia hace ya 120 años:
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