sábado, 27 de febrero de 2021

Toledo en septiembre de 1924 fotografiado por F. R. Yerbury

El fotógrafo especializado en arquitectura Francis Rowland Yerbury nació el 15 de noviembre de 1885 en el barrio londinense de Cricklewood. Fue el hijo menor de Francis William Yerbury y Lucy Stinchcomb. El temprano fallecimiento de su padre, hizo que su madre tuviera que encargarse en solitario del mantenimiento y crianza de la familia.
F. R. Yerbury en 1930 en el Building Centre, 158 New Bond Street, Londres Con 12 años abandonó la escuela, ya que la situación en casa hacía necesario que trabajase para lograr ingresos. En 1901, con solo 16 años, el joven Frank Yerbury entró como chico de los recados en la Architectural Association de Londres. Su capacidad de trabajo le hizo consolidarse y ascender laboralmente. De este modo, solo diez años después, en 1911, Yerbury ya era el asistente del secretario de la institución. Y un año después, se convirtió en el mismísimo secretario de tan prestigiosa organización, cargo en el que estuvo hasta 1937.
En 1913, su posición le permitió mudarse a vivir al exclusivo barrio de Hampstead Garden Suburb. En aquellos años fue un activo y entusiasta participante de las actividades del Camera and Sketching Club de la Architectural Association, donde descubrió su pasión por la fotografía. Tanto fue así, que en 1920 Yerbury ya había publicado varios libros sobre fotografía enfocada a la arquitectura. En 1922 visitó Holanda con la asociación, fotografiando ciudades, granjas y mostrando un gran interés por la arquitectura moderna, dando lugar a una publicación conjunta con Howard Robertson, director de la Architectural Association. Ese fue el primero de más de 150 artículos publicados conjuntamente, siempre ilustrados con las fotografías de Yerbury.
En paralelo, nuestro protagonista de hoy se animó a seguir publicando libros tanto en colaboración con otros autores como individualmente, destacando por ejemplo Old Domestic Architecture of Holland (1924) o Georgian Details of Domestic Architecture (1926). También en 1926 inició una serie de libros sobre arquitectura moderna, aunque también era un gran amante y divulgador de la arquitectura tradicional y auténtica de cada uno de los países que visitaba.
Fue en esa intensa actividad de los años 20 donde se enmarca su viaje a España, que tuvo lugar en septiembre de 1924 con sus compañeros de la Architectural Association, donde la prensa de la época como el Heraldo de Madrid ya cita a Yerbury como director de la expedición y menciona su renombre por las publicaciones sobre la arquitectura holandesa y las colaboraciones con Robertson.
Como no podía ser menos, Toledo fue una etapa principal en la ruta seguida por los arquitectos excursionistas ingleses, y en nuestra ciudad Yerbury sacó su cámara a pasear logrando impagables fotografías.
¿Cómo descubrí las imágenes toledanas de nuestro protagonista de hoy? Bueno, pues esta vez no ha sido sencillo, pues dichas fotos fueron publicadas por Yerbury en dos libros de pequeña tirada titulados Lesser known architecture of Spain, cuyo primer volumen vio la luz en enero de 1925. Se trata de libros esquivos, difíciles de encontrar y ciertamente a precios poco asequibles. He estado varios meses tras la pista de ejemplares que pudiera adquirir a un precio razonable y finalmente he podido hacerme con los dos volúmenes, uno en edición inglesa y otro en edición francesa, que he comprado a anticuarios de Estados Unidos y Holanda respectivamente:
Libros de F. R. Yerbury sobre arquitectura española. Dos volúmenes. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. El esfuerzo ha merecido la pena y cuento ahora en mi biblioteca con dos joyitas que tienen entre sus páginas una decena de fotografías magistrales tomadas por Francis Rowland Yerbury en Toledo en aquel ya lejano mes de septiembre de 1924.
La que más ilusión me hizo descubrir de todas es una auténtica rareza: una de esas fotos que solo hace un personaje con curiosidad arquitectónica, en un espacio nada frecuentado por fotógrafos, pero que a los toledanos de hoy nos sirve para ir completando el puzzle de la fisonomía urbana del Toledo de comienzos del siglo XX. Me refiero a las célebres "escalerillas de la Magdalena", mencionadas en varios planos y documentos de la época, que desaparecieron unos años después en la destrucción ocasionada en la zona por los bombardeos al Alcázar en 1936. Las escalerillas de la Magdalena se situaban en la calle Trastámara y daban acceso en una doble escalera a la parte lateral de la Iglesia de la Magdalena. Su pintoresco aspecto llamó la atención de Yerbury hasta tal punto no solo de fotografiarlas sino de incluir la imagen en uno de sus dos exclusivos volúmenes:
Escalerilla de la Magdalena en la calle Trastámara de Toledo en septiembre de 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. Es un lugar casi irreconocible hoy en día, por lo que os pongo el aspecto actual según se ve en Google Street View:
La misma calle Trastámara, al fondo, fue también objeto de visita por parte de Yerbury que obtuvo la toma inversa pudiéndose vislumbrar al fondo la otra parte de la escalerilla. En esta vista destaca la portada de frontispicio de vuelta redonda que se situaba en lo que hoy es la parte trasera del Hotel Carlos V. Unos carros muy típicos complementan la escena confiriéndola un precioso aire costumbrista:
Carro y portada en la calle Trastámara de Toledo en septiembre de 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. Otra de las maravillosas tomas obtenidas por Yerbury en Toledo nos deja una estampa muy curiosa de la Mezquita del Cristo de la Luz. El edificio islámico estaba en 1924 aún semioculto por el muro de la casa del santero que escondió esta joya de la arquitectura hasta su descubrimiento en 1899. Sin embargo, el muro no se demolió por completo hasta décadas después como aquí podemos comprobar:
Mezquita del Cristo de la Luz en Toledo en septiembre de 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. Callejeando por la ciudad, Yerbury se detuvo en la recoleta y mágica plaza del Cristo de la Calavera, donde apretó el disparador de su cámara dejando para la historia esta preciosidad:
Plaza del Cristo de la Calavera en Toledo en septiembre de 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. ¿Qué decir de esta vista de la iglesia de San Lucas? Es una foto que rezuma belleza en todos sus detalles:
Iglesia de San Lucas en Toledo en septiembre de 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. El Puente de Alcántara protagoniza dos de las fotos de Yerbury:
Puente de Alcántara en Toledo hacia 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. Puente de Alcántara en Toledo hacia 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. En esta foto -bellísima también- de la Sinagoga del Tránsito parecen adivinarse varios miembros de la excursión que acompañaban a Yerbury y Robertson por las calles de Toledo:
Sinagoga del Tránsito en Toledo hacia 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. En la Plaza del Conde, Yerbury capturó el aspecto del acceso a la Iglesia de Santo Tomé, en el pórtico por el que se accede a contemplar el cuadro del Greco "El entierro del Señor de Orgaz".
Iglesia de Santo Tomé, acceso desde la Plaza del Conde, en Toledo hacia 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. Otra de las fotos que me hizo una ilusión tremenda descubrir e identificar es esta que nos muestra el patio de una casa privada. Se trata nada más y nada menos que del patio de la casa de Julio Pascual, el célebre herrero, artista de forja, académico, fundador de Soliss Mutua de Seguros y caballero mozárabe que alcanzó fama mundial. El hecho de que Yerbury hiciera esta foto demuestra que la comitiva debía conocer a Pascual y admirar su obra, hasta el punto de entrar en su casa y fotografiarla:
Patio de la casa de Julio Pascual en Toledo en septiembre de 1924. Fotografía de F. R. Yerbury publicada en 1925 en "Lesser known architecture of Spain". Colección de Eduardo Sánchez Butragueño. Por desgracia, en menos de un siglo, esta casa ha pasado de ser centro de visita de viajeros internacionales a estar absolutamente abandonada, estando en semiruina sin que a nadie en la ciudad se le caiga la cara de vergüenza y se digne a adquirirla y restaurarla. ¿Servirán estas fotos y estas líneas para remover alguna conciencia? Hace pocos años pude acceder al lugar.
Casa de Julio Pascual, patio. Calle San Juan de la Penitencia. En la actualidad, la Arquitectural Association tiene una escuela de arquitectura que custodia parte del legado de F. R. Yerbury. Entre sus fondos se encuentran algunas fotos más tomadas en Toledo por el excelente fotógrafo, como por ejemplo una imagen más del patio de la casa de Julio Pascual, donde vemos a algunas familiares del genial maestro del hierro:
Patio de la casa de Julio Pascual. Fotografía de Francis Rowland Yerbury hacia 1924 © Architectural Association School of Architecture, signatura SPTP480-1B Otra excelente foto de Yerbury conservada en sus fondos es esta vista tomada junto al torreón del Puente de Alcántara:
Puente de Alcántara hacia 1924. Fotografía de Francis Rowland Yerbury hacia 1924 © Architectural Association School of Architecture, signatura SPRMN621-2 Cerca de allí, fotografió las Turbinas de Vargas y el Torno del Tajo:
Turbinas de Vargas y Torno del Tajo. Fotografía de Francis Rowland Yerbury hacia 1924 © Architectural Association School of Architecture Al otro lado de la ciudad, inmortalizó el Puente de San Martín desde las cercanías del Paseo del Tránsito y la Roca Tarpeya:
Puente de san Martín desde el entorno de la Roca Tarpeya. Fotografía de Francis Rowland Yerbury hacia 1924 © Architectural Association School of Architecture, signatura SPMED346-1 La Catedral no podía pasar desapercibida para Yerbury:
Catedral y Plaza del Ayuntamiento. Fotografía de Francis Rowland Yerbury en septiembre de 1924 © Architectural Association School of Architecture, signatura SPMD356-1 Catedral de Toledo. Fotografía de Francis Rowland Yerbury hacia 1924 © Architectural Association School of Architecture, signatura SPMD356-2 El monasterio de San Juan de los Reyes:
San Juan de los Reyes en septiembre de 1924. Yerbury, Francis Rowland (1885-1970) Y para finalizar, una estupenda vista interior de la Sinagoga de Santa María la Blanca:
Sinagoga de Santa María la Blanca. Fotografía de Francis Rowland Yerbury hacia 1924 © Architectural Association School of Architecture, signatura SPMED345-2 Francis Rowland Yerbury falleció en Londres en 1970 y es hoy toda una referencia de la historia de la fotografía arquitectónica, y una de las personalidades más recordadas en la Architectural Association. Demostró que un origen humilde y la ausencia de estudios no tienen por qué significar no poder progresar profesionalmente, demostrar el talento y la valía y convertirse en toda una personalidad dentro de una institución en la que entró como chico de los recados.
Primera página del libro de F. R. Yerbury sobre arquitectura española "L´Architecture Espagnole Inconnue" ("Lesser known Architecture in Spain") de 1925. Dos volúmenes. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño.

sábado, 13 de febrero de 2021

Toledo en los años 50 fotografiado por Jean Dieuzaide ("Yan")

Su nombre era Jean Dieuzaide aunque le gustaba que le conocieran como Yan de Toulouse o simplemente Yan. Nació en la localidad francesa de Grenade el 20 de junio de 1921 y falleció en Toulouse el 18 de septiembre de 2003. Es considerado uno de los fotógrafos franceses más talentosos del siglo XX, por su capacidad para capturar la vida con realismo y belleza de forma simultánea, algo que no es sencillo.
Jean Dieuzaide en Nueva York Sus orígenes familiares fueron humildes: era hijo de un funcionario de correos que fue quien le inició en el mundo de la fotografía, pero lamentablemente falleció cuando Jean y su hermano eran unos niños, de modo que fue su madre quien hubo de llevar en solitario la crianza y mantenimiento de toda la familia. Para ello tuvieron que mudarse al mundo rural, algo que marcó a Dieuzaide de por vida de forma positiva: siempre valoró y defendió a las gentes que se ganan la vida en el campo, llegando a declarar en una entrevista lo siguiente: “Cada vez que tengo la ocasión de ir al campo, fotografío a la gente de la tierra. No olvido todo lo que les debo. Entrevistar a un campesino o un pastor, es una gran lección”.
Ese amor por el campo estuvo muy presente en su obra fotográfica, de modo que en sus viajes por países como España, Portugal y Turquía inmortalizó magistralmente la vida del mundo rural de estos lugares, demostrando en sus imágenes una complicidad y una empatía con las personas fotografiadas que conmueve al espectador.
Sus comienzos profesionales estuvieron marcados por un hito: su genial trabajo en un reportaje sobre la liberación de Toulouse durante la segunda guerra mundial en agosto de 1944 le valió para darse a conocer. De hecho, Dieuzaide fue en aquel evento el primer fotógrafo en realizar un retrato oficial a Charles de Gaulle. Algo después, en 1946, Jean Dieuzaide se incorporó a la prestigiosa y renombrada agencia Rapho y también colaboró con varios periódicos.
Fue en el año 1951 cuando nuestro protagonista de hoy se independizó profesionalmente como fotógrafo autónomo en la ciudad Toulouse. En aquella etapa de la década de los años 50, Dieuzaide recorrió España en un intenso viaje en el que logró capturar magistralmente numerosos detalles de la vida de nuestro país por aquel entonces, imágenes que constituyen hoy un tesoro documental por el realismo y la belleza con la que fue capaz de captar la vida en España en esa época. En España conoció a Salvador Dalí y con él obtuvo una de sus imágenes más icónicas en 1953: un retrato del genial pintor que es hoy uno de los más conocidos, donde le vemos sumergido en agua hasta el cuello.
Salvador Dalí en 1953 fotografiado por Jean Dieuzaide Pero vayamos ya al resultado de su paso por Toledo: las imágenes de Yan obtenidas en nuestra ciudad alrededor de 1955. En mi opinión, la foto más bella que Jean Dieuzaide logró en Toledo es esta joya que nos muestra a unas sonrientes niñas en el Callejón del Sacramento, una de las callejas perpendiculares a la calle del Pozo Amargo. No me digáis que no es una absoluta delicia para la vista:
Niñas en el Callejón del Sacramento, junto a la calle del Pozo Amargo. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" Una de sus fotos más bellas es esta que nos muestra el Cristo de Santo Tomé, esculpido por Tomás Gimena tras la guerra civil (el original fue destruido en la contienda):
Cristo de Santo Tomé hacia 1955. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" Jean Dieuzaide pasó por el mercadillo del Martes en Zocodover, donde obtuvo esta sensacional foto de una vendedora de encajes:
Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" Es bellísima también esta vista de unos carros tirados por burros aparcados justo enfrente de las Torres de la Reina, muy cerca de Bisagra:
Carros con burros frente a las Torres de la Reina. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" Mirad qué bella imagen de la Mezquita del Cristo de la Luz:
Mezquita del Cristo de la Luz en los años 50. Publicada en un Libro de Víctor Crastre. Foto de Jean Dieuzaide  "Yan" La sinagoga de Santa María la Blanca:
Santa María la Blanca, sinagoga, en los años 50. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" San Juan de los Reyes en una serie de bellísimas imágenes:
Ábside de San Juan de los Reyes y carro en la calle Reyes Católicos en los años 50. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" San Juan de los reyes, águilas de piedra. Publicada en un Libro de Víctor Crastre. Foto de Jean Dieuzaide "Yan" San Juan de los Reyes. Libro de Víctor Crastre. Foto de Jean Dieuzaide "Yan" Otra joya gótica retratada por Yan fue la capilla del Condestable de la Catedral:
Sepulcro de Álvaro de Luna. Libro de Víctor Crastre. Foto de Jean Dieuzaide  "Yan" Aquí vemos la reja de la capilla Mozárabe de la Catedral, obra del gran Julio Pascual:
Reja de la Capilla Mozárabe obra de Julio Pascual. Libro de Víctor Crastre. Foto de Jean Dieuzaide  "Yan" La sillería del Coro de la Catedral:
Sillería de la catedral. Libro de Víctor Crastre. Foto de Jean Dieuzaide "Yan" Coro de la Catedral. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" Sin salir del coro, Dieuzaide retrató la bellísima Virgen Blanca:
Virgen Blanca en el coro de la catedral. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" Una bellísima toma del Altar Mayor de la Catedral:
Altar Mayor de la Catedral. Libro de Víctor Crastre. Foto de Jean Dieuzaide "Yan" Estos son los jardines del Museo del Greco:
Jardines del Museo del Greco. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" Unos cantaores de flamenco toledanos en plena acción:
Cantando flamenco con guitarras en Toledo a mediados del siglo XX. Fotografía de Jean Dieuzaide, Yan de Toulouse. Para finalizar, un patio toledano de una casa por identificar:
Un patio toledano en los años 50. Fotografía de Jean Dieuzaide, "Yan" Hasta aquí (de momento, pues la búsqueda nunca la doy por concluida) las fotos toledanas de este portento de la historia fotográfica francesa, que formó parte del célebre grupo fotográfico Les XV y del Club 30 x 40, uno de los máximos exponentes grupales de la denominada fotografía subjetiva. Una de sus obsesiones fue siempre reivindicar y promover la fotografía entendida como arte, así como reclamar la preservación del patrimonio fotográfico francés. En esa lucha fundó en 1963 el Grouppe Libre Expresion, siguiendo el camino abierto por Otto Steinert. En el año 1974 Jean Dieuzaide abrió la primera galería dedicada en exclusiva a la fotografía en Francia con el nombre de Galerie Municipale du Château d'Eau en Toulouse, institución que custodia actualmente sus fondos. Fuera de Francia también logró un gran reconocimiento, de modo que en 1994 fue nombrado miembro distinguido de la Royal Photographic Society en Londres. Entre los premios y distinciones que obtuvo cabe destacar el Premio Niépce de 1955 y el Premio Nadar de 1961, así como el nombramiento como caballero de la Orden nacional del mérito en 1966 y oficial de la Orden de las Artes y las Letras en 1981.
Como veis, para Toledo y los toledanos es otro auténtico lujo poder presumir de ciudad por haber atraido a alguien como Yan y disfrutar del resultado de su estancia aquí en forma de inolvidables fotografías.
Jean Dieuzaide
© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall