Afrodisio Aguado Ibáñez nació en la pequeña localidad palentina de Autilla del Pino en 1887 y falleció en Madrid en 1950. Contrajo matrimonio con Aurora Bala Redecilla en 1913, con quien tuvo diez hijos. Gracias a la excelente investigación de Marta Olivas de la Universidad Complutense de Madrid, conocemos bastante de la vida y obra de este editor e impresor que era hijo de un comerciante de telas. El joven Afrodisio trabajó con su progenitor hasta que en 1913 se decidió a abrir una pequeña tienda de libros y artículos de escritorio en Palencia, que resultó todo un éxito mudándose a la calle Mayor y ampliando el negocio. Así, en 1914 funda su taller de artes gráficas y litografía Afrodisio Aguado S.A., que terminaría siendo en una de las empresas editoriales más destacadas de su tiempo, gracias no solo al empuje y habilidad comercial de su creador sino a la calidad de sus trabajos. Se centró en varios tipos de publicaciones, destacando las religiosas y las de corte institucional. Logró así un gran arraigo local y se consagró como el impresor más importante de Palencia y su provincia. En la década de 1920 edita obras como Pedagogía musical de Gonzalo Castrillo Hernández, que le hicieron liderar el sector pedagógico y divulgativo local.
En 1924 publicó el poemario Castilla de Marciano Zurita, bajo el sello editorial "Jorge Manrique", una de sus empresas filiales.
En 1930 se traslada a la ciudad de Valladolid, donde se hace cargo de la Imprenta, Papelería y Librería de Miñón. Afrodisio Aguado era una persona cercana a los círculos de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS), pasando a ser el impresor del diario Igualdad entre noviembre de de 1932 y noviembre de 1933, creado bajo el auspicio del político falangista Onésimo Redondo cuando se encontraba en su exilio portugués en tiempos de la II República. Su compromiso político fue público, no ocultándolo en ningún momento, lo que le llevó a ser puesto a disposición del juzgado en julio de 1933, siendo una las más de tres mil detenciones de simpatizantes derechistas que se efectuaron a raíz del robo de archivos custodiados en la sede de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética.
Afrodisio llegó a ser concejal de Falange Española en Palencia.
Tras la Guerra Civil se instala en Madrid con dinero prestado, iniciando una brillante andadura como editor y librero. Amplió sus miras e inició una serie de colecciones de arte: El Mueble de España, Artes Decorativas en España y Monumentos de España. Más tarde inició otra serie de guías de viaje, a través de la colección Guías Turísticas que resultó todo un éxito en lo económico. En el ámbito literario creó la serie Paradilla del Alcor editada en "papel biblia" y encuadernación en piel, denominada así en honor al castillo que existe muy cerca de su Autilla natal. Logró mucho prestigio en el gremio, siendo miembro del Instituto Nacional del Libro Español, que le nombró portavoz de los editores y libreros en su primera asamblea celebrada en 1944.
Afrodisio Aguado falleció de forma prematura a los 63 años cuando se encontraba en la cúspide de su expansión como impresor, editor, librero, importador y exportador. A su muerte, el negocio quedó a cargo de su hijo Enrique Aguado Bala (1924-1992) en el plano editorial; de su yerno, Juan Obregón Siurana y del hermano de este, Jesús Obregón Siurana hasta mediados de los años ochenta, cuando se cierra definitivamente su actividad. El lema de su sello era «más allá», algo que aplicó desde sus humildes inicios reinvirtiendo constantemente los beneficios en el negocio permitiéndole crecer poco a poco hasta ser una referencia editorial en los duros años de la posguerra.
Afrodisio Aguado, además, era un fotógrafo nada desdeñable que incorporó las imágenes tomadas por él mismo a alguna de sus obras dedicadas a guías turísticas. Ese es el caso de Toledo, que fue retratado por Afrodisio a finales de los años 40, logrando imágenes bastante bellas pese a la destrucción reinante en la ciudad como consecuencia de la guerra civil. Esto es especialmente constatable en esta vista general de la ciudad desde el Valle, con el Alcázar totalmente destruido por los bombardeos de 1936 pero con un bellísimo cielo que confiere a la imagen un contrapunto excelente:
Una foto también muy buena es esta que nos muestra la iglesia de Santiago del Arrabal y la Puerta de Bisagra (con puntales). Aún no se había suprimido la parte superior del ábside de la iglesia ni las viviendas adosadas a ella:
El interior de la Sinagoga del Tránsito:
En esta excelente foto del Puente de Alcántara se aprecia al fondo el comienzo de los trabajos de restauración del Castillo de San Servando. Se observan las primeras labores de explanación alrededor de algunos cerramientos y el arranque de algunos lienzos de nuevos muros y de demolición de otros preexistentes:
Este es el interior de la Mezquita del Cristo de la Luz:
La Puerta del Sol:
Una de sus mejores fotos toledanas es esta de la procesión del Corpus Christi con la Custodia de Arfe pasando por delante de la Catedral:
Este es el Hospital de Santa Cruz:
Y para finalizar, una bellísima toma de la Catedral:
Y hasta aquí este pequeño repaso al aspecto de la ciudad en plena posguerra, uno de los periodos menos fotografiados de la ciudad en comparación con las décadas anteriores y posteriores, por lo que estas imágenes cobran aún más valor.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario
Cuando he leído "fotografiado por Afrodisio Aguado" he dicho: "ese nombre me suena mucho...". Claro, el editor. Imágenes bellas y muy interesantes, muy buenas.
Publicar un comentario