sábado, 14 de diciembre de 2019

El Hostal del Cardenal

Conocido en el siglo XIX como "Jardín de don Bernardo" (así aparece en el plano de Coello e Hijón de 1858), el emplazamiento del que hoy os hablaré es popularmente nombrado de forma mayoritaria como el "Hostal del Cardenal" desde que fuese así denominado en 1952 con motivo de su conversión en un espléndido establecimiento hostelero.
Aunque ese nombre le quisiera relacionar con el Cardenal Lorenzana como supuesta finca de recreo estival de este prelado en el siglo XVIII, lo cierto es que no existen hasta la fecha evidencias documentales que lo demuestren, si bien en 1948 Guillermo Téllez ya citaba esta relación:
Cita de Guillermo Téllez relacionando el Hostal del Cardenal con el Cardenal Lorenzana. Artículo "La Casa Toledana" publicado en el boletín nº 62-63 de la RABACHT (enero 1948-diciembre 1949)
Sabemos por las investigaciones del académico Adolfo de Mingo que esta finca estaba habitada desde 1893 por Luisa Escudero, viuda del militar Carlos Villalba Riquelme, fallecido en acto de servicio en Filipinas. Este malogrado militar era el hermano del futuro general Villalba, famoso por ser ministro de la Guerra, director de la Academia de Infantería y fundador de la Escuela Central de Gimnasia.
Posteriormente, apunta Adolfo de Mingo que el solar fue utilizado como segundo horno del genial ceramista Sebastián Aguado, que trabajó aquí con su gran discípulo Ángel Pedraza.
Murallas junto al Hostal del Cardenal y Paseo de Recaredo. Publicada en 1907 en un libro de A. F. Calvert
Muralla junto al Hostal del Cardenal  (c) JCCM, AHP, Fondo Rodríguez. Signatura AlbumF-001-01
Muralla en el entorno de la Puerta de Alfonso  VI y Santiago del Arrabal en 1915. Fotografía de Luis Calandre Ibáñez
Muralla en la zona del Hostal del Cardenal hacia 1915. Fotografía de Aurelio de Colmenares y Orgaz, Conde de Polentinos Ⓒ Fototeca del IPCE, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Signatura DCP-A-2272_P
Toledo el 25 de mayo de 1926.Fotografía de Edward Oscar Ulrich © The Smithsonian Institution
Vista del jardín del Hostal del Cardenal y la Puerta vieja de Bisagra o de Alfonso VI (Toledo) tras su restauración. Principios del siglo XX

Lo que es menos conocido es que este lugar fue la vivienda en los años 30 del internacionalmente famoso poeta Roy Campbell (a quien dediqué esta otra entrada del blog), hecho histórico que nos permite acceder a las primeras fotografías del interior de la finca. Se sabe que Campbell era inquilino del inmueble, abonando el alquiler a su dueño, llamado Bonifacio:
El Hostal del Cardenal cuando era residencia del poeta Roy Campbell en 1936, álbum personal de la familia Campbell
Anna y Tess Campbell en Toledo en 1936, preparadas para ir  a la plaza de toros. Cortesía de Tess Campbell y Joseph Pierce

En esta época el acceso se realizaba por la zona interior de la muralla, por la Calle Airosas:
Niños en Toledo en 1935. Fotografía Josep Gaspar i Serra © Arxiu Nacional de Catalunya. Signatura ANC1-23-N-1569

Tras la guerra, y una vez que el legendario Hotel Castilla cerró en 1949, Toledo quedó huérfana de un hotel de referencia para las clases más pudientes. Fue así como nació el proyecto que denominó al lugar oficialmente como "Hostal del Cardenal Lorenzana", inaugurado a bombo y platillo el 7 de junio de 1952 como el nuevo parador de Toledo.
Inauguración del Hostal del Cardenal. Reseña del día siguiente, 8 de junio de 1952, en el ABC
Publicidad del Hostal del Cardenal Lorenzana como Parador de Turismo en la Revista Mundo Hispánico nº 75, junio de 1954

Se editaron con tal motivo unas preciosas postales publicitarias:
Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Terraza y jardines del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Comedor del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Bar del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Hostal del Cardenal a mediados del siglo XX. Foto Alfonso, postal de Domínguez. Colección de Tomás García del Cerro

Su inmediatez a la célebre Puerta Vieja de Bisagra era también aprovechada como reclamo:
Puerta Vieja de Bisagra y Hostal del Cardenal a mediados del siglo XX. Foto de J. Cebollero. Postal de Dominguez-FISA

De esta primera etapa de los años 50 se conservan valiosas fotografías que amablemente me ha cedido Tomás García del Cerro, donde aparecen decenas de empleados en diferentes estancias. Estoy seguro de que a los que aún vivan, así como a sus familiares que los reconozcan, estas imágenes les van a emocionar por traer grandes recuerdos casi olvidados:
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro.
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro.
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro.
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García del Cerro.
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García de Cerro.
Personal del Hostal del Cardenal en los años 50. Colección de Tomás García de Cerro.

Sabemos que en 1954 varios empleados del Hostal resultaron agraciados por un tercer premio de la Lotería Nacional. En 1956 estaba gestionado por la empresa Hoteles Turísticos S.A., Hotursa, bajo la dirección de José Meliá Sinisterra.
Publicidad del Hostal del Cardenal, años 50
Sin embargo, el Hostal del Cardenal cerró sus puertas alrededor de 1960 y sus instalaciones quedaron sin uso. De hecho, en agosto de 1963 la Diputación Provincial llegó a aprobar intentar comprar el edificio, que se encontraba en venta, para utilizarlo como nueva sede de la Sección Femenina:
Noticia de las gestiones de la Diputación para llevar al Hostal del Cardenal la sede de la Sección femenina, en agosto de 1963
Noticia de las gestiones de la Diputación para llevar al Hostal del Cardenal la sede de la Sección femenina, en agosto de 1963

Algún cambio de rumbo muy brusco debió darse, en forma de adquisición por parte de otros dueños de carácter privado que decidieron retomar su actividad anterior, pues el edificio fue pronto reformado por el arquitecto Fernando Chueca Goitia para albergar de nuevo un lujoso establecimiento hostelero. Su reinauguración tuvo lugar el 27 de febrero de 1966 por el mismísimo Ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne. Los hermanos González, dueños del famoso y antiguo restaurante Botín en Madrid se hicieron con las riendas del renovado Hostal del Cardenal, que se convirtió desde entonces en un referente de la alta gastronomía en Toledo. Sus salones decorados al más puro estilo castellano, sus cuidados jardines y su esmerado servicio hicieron que el lugar fuera un habitual escenario de celebraciones para centenares de familias en Toledo para sus días más señalados.
Existen preciosas fotos de esta zona en los años 50, 60 y 70, donde se aprecian varias curiosidades, como por ejemplo el abrevadero rectangular de piedra existente en el exterior (recientemente recolocado junto al remonte del Granadal tras estar décadas arrumbado en dependencias municipales) o el muy distinto nivel de la entrada principal con respecto a la cota que hoy presenta. Ello se debe a que el Paseo de Recaredo estaba sobreelevado y poseía un túnel a modo de paso inferior justo enfrente de la Puerta Vieja de Bisagra:
Hostal del Cardenal con abrevadero, hoy junto al remonte del granadal. Skala (Colección de Javier Felage)
Muralla de Toledo junto al Hostal del Cardenal a mediados del siglo XX. Fotografía de Santos Yubero © Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, fondo fotográfico
Muralla de Toledo junto al Hostal del Cardenal a mediados del siglo XX. Fotografía de Santos Yubero © Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, fondo fotográfico
Murallas de Toledo a mediados del siglo XX. Entorno del Hostal del Cardenal. Fotografía de Santos Yubero © Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, fondo fotográfico
Diputación Provincial y Muralla de Toledo junto al Hostal del Cardenal a mediados del siglo XX. Fotografía de Santos Yubero © Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, fondo fotográfico
Aspecto del entorno de la Puerta de Alfonso VI justo antes de la remodelación de la zona. Finales de 1976, fotografía de Rafael del Cerro Malagón
Aspecto del entorno de la Puerta de Alfonso VI justo antes de la remodelación de la zona. Finales de 1976, fotografía de Rafael del Cerro Malagón
Zona del Hostal del Cardenal y palacio de la Diputación en los años 70 vistos desde el paseo de Merchán o de la Vega. Fotografía de Domínguez en formato de tarjeta postal. #Toledo #Castilla
En la actualidad su denominación ha variado ligeramente, llamándose Hacienda del Cardenal, y tras un reciente cambio de propiedad afronta una importante ampliación en la zona trasera para la construcción de un hotel que complemente su actividad, que sigue viento en popa gracias a su excelente situación estratégica un punto tan emblemático de la ciudad.
Posavasos del Hostal del Cardenal, años 60 o 70

1 comentario

Ricardo Sánchez Candelas dijo...

Muchos toledanos podríamos echar mano de muy buenos recuerdos del Hostal del Cardenal. Por mi parte recupero algunos muy entrañables de mi propia biografía. Aquí fue nuestro banquete de boda en un ambiente sólo familiar. Mary Carmen aún recuerda que nuestra entrada fue todavía por la parte alta de la puerta principal cuando aún no había sido remodelada la zona de acceso para desmontar la sobreelevación del Paseo de Recaredo que eliminó el túnel de comunicación con la propia puerta de Alfonso VI o Vieja de Bisagra. Ya antes, en nuestra etapa de novios, le frecuentábamos en algunas tardes de domingo, bien solos o en compañía de otras parejas amigas.
En la entrada al Hostal por la calle de las Airosas fueron rodadas algunas escenas de la película Tristana. Esa fue la plazoleta que el genial Buñuel eligió para situar el domicilio de uno de los protagonistas de la obra.
También el Hostal tiene su significativa parte del protagonismo en la todavía inacabada reivindicación de la integridad de nuestro expoliado Río Tajo. Fue allí donde un buen día –no podría precisar exactamente la fecha– nos reunimos a comer Manolo Díaz Marta, Pepe Conde Olasagasti y yo mismo para fundar el Equipo de Defensa del Tajo. Lo tengo referido con todo detalle en mis inéditas Memorias.
Otro recuerdo: en la escalinata de acceso desde el jardín en la planta baja a la terraza superior, a los postres de un estupendo banquete, nos hicimos la fotografía de grupo, (la estoy buscando, todavía sin éxito, entre mis viejos papeles), la CXIII promoción de Ingenieros de Montes, casi recién salidos de la Escuela, y que no tendría mayor interés si no fuera porque en ella aparecen, en tiempos todavía nada feministas, las tres primeras Ingenieras de Montes de España.
También en el Hostal nos reuníamos con frecuencia la recién creada entonces Asociación de Amigos de los Cigarrales, dado que uno de ellos, casi vecino con nosotros en la zona de La Pozuela, era propiedad de don José González que también lo era por entonces del propio Hostal. Allí nos juntábamos, entre otros, con don Guillermo Santacruz, don Andrés Marín, don Enrique Prieto, don Juan Ignacio de Mesa y, ¡cómo olvidarle!, con el inolvidable don Julio Porres Martín-Cleto.
El Hostal no habría podido quedar al margen de mis referencias en mi “De árboles en Toledo”. Así, una descripción casi exhaustiva de la jardinería y cubierta arbórea de sus terrazas exteriores se encuentra en la página 177 del mismo.
El Hostal del Cardenal ha sido, en efecto, quizá el mejor ejemplo de integración en la historia más reciente de la ciudad de esa joya que es todavía uno de los mejor conservados recintos amurallados de Toledo.

© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall