En plena Semana Santa como nos encontramos, creo que es el mejor momento para compartir con todos vosotros uno de los últimos hallazgos fotográficos que recientemente he tenido la suerte de realizar. Y digo suerte porque en esta ocasión poco o nada especial tuve que hacer: solamente abrir una caja llena de negativos con un impagable contenido y ser capaz de reconocer el valor de lo allí fotografiado. Mi infinito y eterno agradeciemiento Luis Rodríguez Bausá por permitirme el escaneo y divulgación de las imágenes contenidas en la caja.
En futuras entradas iré desgranando algunas de las imágenes contenidas en ese recipiente, y me centraré hoy únicamente en una fotografía. Ni más ni menos que el negativo original de la mejor fotografía que jamás vi del valiosísimo y veneradísimo Cristo de las Aguas, tomada por la Casa Rodríguez en los años 20.
Antes de ofreceros la imagen, es necesario recordar que esta talla, al parecer ejecutada en el siglo XVI, ocupó su lugar durante siglos en el desaparecido Convento del Carmen Calzado (situado en el actual paseo del Carmen, junto a Doce Cantos), siendo trasladada a la Iglesia de la Magdalena cuando el citado convento iba a ser sucesivamente desocupado, desmantelado y derribado. Pertenecía a la antiquísima cofradía de la Veracruz y del Cristo de las Aguas, según muchas fuentes considerada la más antigua de Toledo, de la que incluso decían que había sido fundada por el Cid Campeador. La imagen se perdió para siempre en el fatídico verano de 1936 durante la guerra civil, pues los bombardeos sobre el Alcázar destruyeron la mencionada Iglesia de la Magdalena, situada muy cerca del baluarte.
Sea como fuere, lo cierto es que el Cristo era uno de los más queridos de la ciudad, y a él se le pedían milagros relacionados (¿cómo no?) con el líquido elemento, siendo habitual que se le sacara en procesión en las sucesivas sequías, tan recurrentes y habituales en nuestro duro clima castellano.
El Cristo tenía su propia leyenda (texto completo aquí), la cual narraba cómo apareció milagrosamente en las aguas del Tajo en Toledo.
Se conservaban imágenes del Cristo (luego ofreceré una selección de ellas), pero solían ser de escasa calidad o tomadas desde la distancia. De ahí mi enorme alegría cuando comprendí, al mirar el negativo al trasluz, que estaba ante el original de su mejor fotografía en primer plano. Sobrecoge admirar al ver la imagen el grado de detalle que el negativo ofrece: se pueden contar los cabellos, recorrer con la vista los pequeños pliegues de la barba, contar cada espina de su corona o leer la inscripción que se situaba tras él:
Impresionante, ¿verdad? Veamos ahora el resto de fotos que existen de la talla. Aquí le vemos en su ubicación en la iglesia:
El Jueves Santo el Cristo de las Aguas desfilaba junto con las valiosas tallas de la Iglesia de la Magdalena junto a su cofradía:
Hoy, gracias a la magia de la fotografía, esta talla está un poco menos perdida...un poco más presente. La calidad de la imagen es tal que un buen tallista sería capaz de reproducir su rostro fielmente y, ¿quién sabe?, reavivar en Toledo el interés por este Cristo que, a la vista del estado del Tajo, tal vez sea el único capaz de obrar el milagro de reaparecer metido en una caja en su descenso aguas abajo para de una vez por todas despertarnos de nuestra apatía por el estado del río. El problema es que sería probable que en lugar de besar la orilla junto al Puente de Alcántara apareciera junto a un campo de golf en tierras murcianas. Lo siguiente sería atribuir la talla a Salzillo, y el expolio sería ya completo.
Luchemos todos, gentes del campo y de la ciudad, creyentes y no creyentes, por recuperar la dignidad de nuestro río y de de nuestras aguas para que, aunque solo sea una fantasía, nuestros hijos puedan también escribir bellas historias ligadas al río que nos rodea.
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5 comentarios
Fantásticas las fotos como siempre, y aprovechando estás querría compartir con vosotros la historia real que una entrañable anciana vecina de la plaza de la Magdalena me contó hace unos años, que en los años de la guerra era una niña, y desde su balcón vio como unos hombres iban sacando uno a uno los santos de la iglesia. Fatídicamente los iban arrojando a una gran hoguera que habían hecho en el centro de la plaza, perdiéndose en las llamas parte de la Semana Santa y arte de Toledo. Tristemente las bombas destruyeron los tejados de la Magdalena, pero la Imágenes se destruyeron por otros motivos.
¿Y esa historia está contrastada?
Sr. Anónimo 2º... ¿Aun dudas que no fuese cierto que quemaron todas las imágenes de la Iglesia de la Magdalena? o sea que se destruyeron por la polilla. En la contienda no hubo reparos y sobre todo cuando sacaron de la cárcel a presos criminales para que hicieran la labor sucia de los comunistas de guante blanco de aquella época, aquellos que junto al partido socialista pusieron en marcha la Guerra Civil. ¿Qué historia te han contado?.
En al menos dos ocasiones, Toledo Olvidado ha hecho documentadas menciones al Cristo de las Aguas. En la entrega de 28 de junio de 2009, referida a la Iglesia de la Magdalena, y en la de 29 de marzo de 2015, relativa a la Semana Santa, el autor del blog nos ha regalado preciosa documentación fotográfica sobre esta venerada y legendaria imagen del Crucificado, lamentablemente desaparecida. En esta ocasión, la impresionante novedad consiste en el hallazgo del negativo original de la colección Rodríguez que permite la visión de la imagen en alta resolución. Un auténtico descubrimiento a añadir a los muy numerosos ya realizados.
Me disponía a redactar algún comentario en relación con el gran protagonismo que la Iglesia de la Magdalena y el propio Cristo de las Aguas, que en ella residía, cobran en la novela Ángel Guerra, de Benito Pérez Galdós, cuando he venido a recordar que esos comentarios ya los había realizado en la citada entrega del blog de fecha 29 de marzo de 2015.
Para cualquier curioso seguidor del blog que tenga interés en su lectura, a ellos y a esa fecha, la de 29 de marzo de 2015, me remito.
Precioso el Cristo pero desagradable e inoportuno el comentario xenofobo de que pudiera aparecer en la region murciana y que lo atribuyeran a Salcillo.En España la envidia y el odio son el deporte nacional
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