Marie Hubert Vaffier fue un industrial francés nacido el 15 de agosto de 1835, en el seno de una familia acomodada, hijo de Pierre Claude Vaffier (1797-1861) y Françoise Alexandrine Petit Joan (1814-1878). Cuando contaba con veintidós años se casó con Denise Josephine Amandine Ponsard (1839-1912), en el año 1857. Al año siguiente, en 1858, nacía su única hija Jeanne Claudine Marguerite Vaffier (1858-1918).
De espíritu inquieto y aventurero, fue un amante empedernido de los viajes y del alpinismo. De este modo, fue destacado miembro del Club Alpino Francés y de la prestigiosa Sociedad Geográfica de París.
En una época en la que viajar era una verdadera muestra de valentía, Hubert Vaffier realizó multitud de viajes de carácter tanto científico como artístico, que le llevaron a conocer destinos como Argelia y Túnez -entre 1886 y 1888- así como España y Portugal, en 1889. Durante este viaje por nuestro país, y como no podía ser menos, visitó la ciudad de Toledo obteniendo catorce soberbias fotografías que nos hablan de una persona iniciada en el arte fotográfico. Vaffier, por suerte para nosotros, donó estas fotografías a la ya mencionada Sociedad Geográfica de París, cuyos fondos son hoy gestionados y están siendo digitalizados por la Biblioteca Nacional de Francia. Es a esta formidable institución pública francesa a quien debemos agradecer poder contemplar hoy estas fotografías, que retratan nuestra ciudad hace la friolera de 126 años. Hubert Vaffier falleció en Volgnat (Francia) el 20 de febrero de 1897 a la edad de 62 años.
La serie de fotografías tomadas por Vaffier en 1889 en Toledo y conservadas en la Biblioteca Nacional de Francia tiene ese encantador aire propio de la fotografía del siglo XIX. Poseen además de una calidad notable desde el punto de vista fotográfico, el valor de haber sido muy bien conservadas en estos casi 130 años. Comenzaremos por ver la que probablemente es la más bella de todas, que retrata la Iglesia de Santiago del Arrabal y que nos ofrece en primer plano a dos personas mirando a la cámara (un niño y una persona de uniforme) y que presenta la curiosidad de mostrar una curiosa estructura de madera con tejado a dos aguas casi en la puerta de la Ermita de la Estrella. Destacan también otros detalles que hoy han desaparecido de la calle: los árboles de las aceras, el piso superior del ábside de la iglesia (suprimido mediado el siglo XX), las humildes tiendecitas asosadas al ábside y a la torre así como el pórtico de acceso a la iglesia por la plaza de la Estrella:
Otra fotografía sensacional es esta vista de la Puerta del Sol en su parte posterior. De nuevo, árboles en ambas aceras a diferencia de lo que -por desgracia- hoy podemos contemplar en este acceso principal al centro histórico. Se aprecia un aguador con su carretilla subiendo por la calle:
Si eran bellísimas las tomas anteriores, ¿qué decir de esta vista de la calle Santo Tomé? Su contemplación nos traslada sin problemas a la segunda mitad del siglo XIX en Toledo:
Otra fotografía preciosa tomada por Hubert Vaffier es esta vista de la calle de Santa Isabel. Es imprescindible destacar el año en que fue tomada -1889- pues en esta calle vivió largas temporadas Benito Pérez Galdós en el tiempo en que escribió su genial novela Ángel Guerra, que al parecer comenzó a redactar en febrero de 1890. Es decir, estamos contemplando una visión real de un momento real de la calle en que Galdós vivió, en los meses previos al comienzo de la creación de esta obra maestra. De hecho, justo en la pared de la izquierda existe desde 1923 una placa en recuerdo al escritor canario:
Mirad ahora qué dos magníficas tomas del Puente de San Martín tomó Hubert Vaffier. En una de ellas se ve perfectamente la desaparecida Puerta de San Martín:
Aquí vemos una imagen preciosa del Monasterio de San Juan de los Reyes, con las supuestas cadenas de los presos de Granada en su fachada:
Esta es una gran toma interior de la Sinagoga de Santa María la Blanca:
El otro puente medieval de la ciudad -el de Alcántara- fue también inmortalizado por Vaffier. En este caso además con una lavandera en plena faena en la orilla del río Tajo, cuya agua por entonces era capaz de limpiar ropa (hoy saldría probablemente más sucia de lo que entró):
En esta fotografía podemos ver una vista general desde el actual Paseo de Sisebuto. Se observa claramente la muralla del arrabal de San Isidoro con las Torres de la Reina. Como se ve, su estado era muy deficiente en algunos tramos:
Aquí tenemos una vista de la fachada de la Catedral desde la Plaza de Ayuntamiento, por entonces arbolada:
Esta vista nos enseña el aspecto del patio del Hospital Tavera en 1889:
Esta formidable vista nos deja ver la Puerta del Cambrón, por entonces flanqueada por una estatua del rey Sisenando, de las muchas procedentes de los macizos de la Coronación del Palacio Real de Madrid, que fueron traídas a Toledo en el siglo XVIII por iniciativa del Cardenal Lorenzana:
Y por último os ofrezco esta vista de la portada del Hospital de Santa Cruz. El motivo de ponerla en último lugar no es casual como a continuación explicaré:
Si la observáis con detenimiento notaréis probablemente la portada más bella que en la actualidad. No os extrañéis. Ello se debe a que la estáis viendo con la parte más bella de la decoración en filigrana de piedra del arco de medio punto... que hoy tristemente ya no adorna esta portada. Esta delicada parte de la decoración debió caerse a pedazos en 1936 durante el asedio republicano al Alcázar, cuando el Hospital fue ocupado por las milicias que colocaron sus cañones en la misma portada plateresca. En esta ampliación de una imagen de Clifford en 1858 se aprecia con total claridad el semicírculo de filigranas de piedra en el arco sobre la cruz que hoy ya es imposible admirar:
Aquí podéis ver un cañón disparando casi desde la portada así como el estado en que quedó la misma en 1936:
Esperando que os hayan gustado las fotografías de Hubert Vaffier tomadas en 1889 y conservadas en París, solo me queda agradecer a Julio Briones haberme puesto sobre la pista de su digitalización.
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3 comentarios
Las gracias te las damos a ti Eduardo por todo lo que nos muestras y también por el genial reportaje que has realizado.
Insuperable. Del mayor interés. Gracias
No dejas de sorprenderme.Enhorabuena y gracias por compartir tu gran afición.
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