sábado, 13 de septiembre de 2014

El Convento de San Bartolomé de la Vega

El siglo XIX fue probablemente en España el de una mayor concentración de casos de destrucción de monumentos y pérdida de patrimonio. Las causas de este nefasto periodo para nuestros edificios históricos fueron diversas: desde las desamortizaciones, que supusieron el final de miles de inmuebles religiosos, hasta la desidia propia de un país que llevaba siglos sumido en una profunda crisis, pasando por un incipiente desarrollismo basado en una errónea concepción del progreso que a menudo veía en el patrimonio un obstáculo para la modernización de España. Todo ello sin olvidar las diferentes guerras que asolaron el país en este siglo, con especial mención a la Guerra de la Independencia, en la que fueron habituales los excesos de las tropas napoleónicas.
Lo cierto es que en Toledo el número de edificios de enorme valor patrimonial que desaparecieron en el XIX es muy elevado y en varios casos he dedicado entradas específicas del blog a su análisis a través de la fotografía. En el caso que hoy nos ocupa, hasta ahora se pensaba que la "era fotográfica" -que en Toledo comienza en 1852 con Tenison y Oppenheim- había llegado demasiado tarde para inmortalizar fotográficamente siquiera sus últimos vestigios. Pero tal vez eso no sea del todo cierto.
Me estoy refiriendo al oficialmente conocido como Convento de Mínimos de San Antonio de Paula, pero que era popularmente llamado Convento de San Bartolomé de la Vega o, directamente, Los Bartolos.
Su origen se remonta a una antigua ermita dedicada a san Bartolomé -conocida desde antiguo como San Bartolomé de la Vega- que en 1531 cedió el ayuntamiento a instancias de la emperatriz Isabel -esposa de Carlos V- a los frailes para edificar allí el Convento de Mínimos de San Antonio de Paula. Todo parece indicar que en un primer momento los frailes conservaron la antigua ermita como capilla e iniciaron la construcción de forma modesta y paulatina del resto de estancias. En 1550 se traslada a la ermita la Cofradía de Santa Lucía, origen del actual Gremio de Hortelanos, al haber quedado arruinada su ermita de la Huerta del Rey junto al Palacio de Galiana.
En 1562 los frailes iniciaron ya la construcción de la nueva iglesia y probablemente del nuevo del monasterio, bajo las trazas de Alonso de Covarrubias a quien siguieron como constructores Hernán González, Nicolás de Vergara el Mozo y Martín López. La obra, costeada en parte por Diego de Vargas -secretario de Felipe II fallecido en 1576-, debió quedar finalizada en su mayor parte hacia 1585. Toribio González diseñó y ejecutó el retablo en 1591.
Según las investigaciones de Fernando Marías la historia de la construcción del edificio no es sencilla y atravesó varias fases. Como curiosidad decir que en la obra se empleó piedra berroqueña de canteras de Pulgar y de Sonseca.
La portada no fue ejecutada hasta 1625 por Andrés García de Dueñas. En cuanto a las dos torres principales, hubo de esperarse hasta 1627 para el comienzo de las mismas, finalizadas en 1629 bajo las trazas de Francisco de Espinosa y Alonso Miguélez. Por su parte el claustro principal, compuesto por dos pisos de arquerías, no fue abordado hasta 1675 bajo la dirección de Bartolomé Zumbigo y Salcedo.
En los siglos posteriores se añadieron algunas capillas auspiciadas por nobles castellanos como Juan Rusco y Juan Vázquez de Acuña. El convento contaba con lienzos notables de Alejandro Loarte y Juan de Rivalta y al parecer también era destacable el sepulcro de los Condes de Mora, sucesores de Diego de Vargas.
De estos diferentes periodos nos han llegado representaciones del convento en grabados y lienzos. Por orden cronológico tenemos el edificio en primer lugar dibujado por Anton Van Wyngaerde en 1563, es decir, al poco de iniciarse las obras trazadas por Covarrubias:
Convento de San Bartolomé de la Vega en la vista de Anton Van Wyngaerde

Más adelante, ya con las obras bastante más avanzadas, nada menos que el Greco lo inmortalizó en 1608 en su célebre Vista y Plano de Toledo:
Vista y Plano de Toledo de el Greco (1608). Museo del Greco, Toledo.
Convento de San Bartolomé de la Vega por  el Greco en su Vista y Plano de Toledo. Museo del Greco

En 1721 fue dibujado por Arroyo Palomeque en su famoso plano:
Convento de San Bartolomé de la Vega en el plano de Arroyo Palomeque de 1721

En 1753 lo dibujó Dionisio de Santiago Palomares, en una reproducción que se encuentra intercalada en un manuscrito de Pérez Bayer, en la Biblioteca Pública del Estado, que fue digitalizado hace pocos años (muchas gracias a Antonio Casado por ponerme al tanto de este hallazgo).
Convento de San Bartolomé de la Vega y Circo Romano en 1753. Dibujo del pintor toledano Dionisio de Santiago Palomares que se encuentra intercalado en un manuscrito de Pérez Bayer, en la BPE. Y avanzado el siglo XVIII el convento fue dibujado por un pintor anónimo en este lienzo conservado en el Museo del Greco:
Vista de Toledo. Anónimo. Siglo XVIII. Museo del Greco.
Vista de Toledo. Anónimo. Siglo XVIII. Museo del Greco (detalle).

Así llegamos a la guerra contra los invasores franceses, que incendiaron el convento quedando enormemente dañado. Debido a ello el ayuntamiendo da orden de demolerlo en 1811. En 1814 los restos de la iglesia son bendecidos para usarlos como cementerio. La demolición sistemática de todo el conjunto no comienza sin embargo hasta 1845. Así, en los planos de la época va apareciendo cada vez menos patente. Comparemos por ejemplo su presencia en los planos de Coello en 1858 y Reinoso en 1882:
Convento de San Bartolomé de la Vega en el plano de Coello de 1858
Convento de San Bartolomé de la Vega en el plano de Reinoso de 1882

En este progresivo desmantelamiento se usaron las mejores partes de sus materiales para la reconstrucción del Convento de la Merced, cuando fue destinado a presidio correccional. Se sabe que los últimos restos fueron demolidos en 1914 por el propietario de la finca, momento en que aparecieron tres capiteles visigóticos.
Por tanto, desde el comienzo de la era fotográfica al menos debería existir algún testimonio de sus ruinas. Sin embargo hasta la fecha apenas han aparecido imágenes antiguas de este lugar, tal vez porque las perspectivas habituales enfocaban hacia la Basílica del Cristo de la Vega y no hacia este lugar tan degradado.
Afortunadamente existen en el Archivo Histórico Provincial de Toledo un par de curiosas imágenes que he tenido que comprar que permiten ver el lugar donde se levantaba el convento. Las fotografías, muy próximas en el tiempo entre sí y tomadas desde la zona alta de la ciudad, fueron tomadas hacia 1895-1900 y permiten ver en el lugar del convento una estructura aún en pie. Esa misma estructura aparece reaprovechada como casa de labor en una de las dos tomas. Es difícil saber cual fue tomada antes, pero dado que en los planos no figura una casa de labor y sí las ruinas, me inclino a pensar que esa casa de labor reaprovechó por breve espacio de tiempo las estructuras aún en pie de una parte del convento antes de la citada demolición de 1914. Ello supondría que estamos ante la única fotografía conocida que muestre al menos una pequeña parte del complejo monacal en pie. Os pongo a continuación las dos fotografías con la ampliación de la zona, ordenadas cronológicamente según mi anterior suposición. Es curioso también ver en la primera de ellas en la parte inferior multitud de ropa puesta a secar en el huerto del Convento de los Carmelitas.
Restos del Convento de San Bartolmé de la Vega a finales del siglo XIX. (c) JCCM, AHPT, fondo Rodríguez, signatura CGD2-024 - 1
Restos del Convento de San Bartolmé de la Vega a finales del siglo XIX. (c) JCCM, AHPT, fondo Rodríguez, signatura CGD2-024- 1
Restos del Convento de San Bartolmé de la Vega a finales del siglo XIX. (c) JCCM, AHPT, fondo Rodríguez, signatura Album 4-1721
Restos del Convento de San Bartolmé de la Vega a finales del siglo XIX. (c) JCCM, AHPT, fondo Rodríguez, signatura Album 4-1721

En la actualidad, gracias a la planimetría del siglo XIX y dado que los viales y otras estructuras como el circo romano apenas han cambiado es posible determinar el exacto emplazamiento del convento, hoy incluido en ese gran erial en que se convirtió la Vega Baja tras la polémica sobre su edificación y posterior conversión en yacimiento arqueológico. El convento se situaba en lo que fue terreno del camping Circo Romano (señal azul en la imagen):
Vista aérea actual del solar del Convento de San Bartolomé de la Vega

Por gentileza de Manuel López Castro os ofrezco esta imagen con el solapamiento de una ortofoto actual con el plano de Coello de 1858:
Solapamiento de ortofoto actual con las ruinas del Convento de San Bartolomé de la Vega en el plano de Coello de 1858
Fotomontaje para la ubicación exacta del Convento de San Bartolomé de la Vega
Fotomontaje para la ubicación exacta del Convento de San Bartolomé de la Vega

Existen además pruebas documentales de que las ruinas estaban parcialmente en pie hasta la fecha señalada de 1914. Baste por ejemplo este texto de 1908 firmado por Ventura F. López:
Mención a las ruinas de Los Bartolos (San Bartolomé de la Vega) aún en pie. 1 de julio de 1908 por Ventura F. López. Por esos mundos.

Será ya para siempre prácticamente imposible saber si estas imágenes se corresponden con los últimos restos en pie del convento o una de sus partes anejas, pero pienso que con todos los datos en la mano es muy probable que así sea.
En cualquier caso, espero que con esta excusa haya podido despertar en vosotros el interés por conocer este pedacito de la historia de Toledo, tan olvidado y desconocido.

Actualización: Manuel López Castro ha tenido la gentileza de acceder al lugar de las ruinas. Aún son identificables muros y lo que parece ser un aljibe.
Ruinas del Convento de San Bartolomé de la Vega en 2014. Fotografía de Manuel López Castro
Ruinas del Convento de San Bartolomé de la Vega en 2014. Fotografía de Manuel López Castro
Ruinas del Convento de San Bartolomé de la Vega en 2014. Fotografía de Manuel López Castro

5 comentarios

José María Moreno Santiago dijo...

Magnífica entrada con curiosísimos datos de los que no tenía ni idea, la verdad.
Reproduzco una línea de tu texto que me ha dejado de piedra: "existen en el Archivo Histórico Provincial de Toledo un par de curiosas imágenes que he tenido que comprar que permiten ver el lugar donde se levantaba el convento". Me parece inaudito que hayas tenido que pagar por algo que nos pertenece a todos y que se adquirió con nuestros impuestos. Llegará el día en el que el Archivo histórico tendrá que recurrir a ti avergonzado si es que tiene una mínima dignidad. No lo dudes.

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

¡Gracias José María!

Manuel López Castro dijo...

Hola Eduardo.

Como siempre nos abres los ojos y despiertas nuestra imaginación.

He geoposicionado el Mapa de Coello de 1858 utilizando algunos elementos de referencia cercanos a las ruinas del Monasterio.

Te envío el resultado en un jpg a tu cuenta de correo

maravillas ocultas de españa dijo...

cOMO SIEMPRE PRECIOSA Y CURIOSA ENTRADA.ME GUSTA.uN SALUDO

Unknown dijo...

Hola Eduardo, ya estaba echando de menos tus artículos, con este último, nos enseñas a todos los toledanos, cosas nuevas de las que nunca habíamos oído hablar, muchas gracias por compartir tus conocimientos y espero seguir aprendiendo de ellos. Un abrazo.

© TOLEDO OLVIDADO
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