La Puerta del Sol y la Puerta de Alarcones formaban en época islámica un importante conjunto defensivo, separadas ambas por escasos metros.
La importancia de este doble cerrojo en esta parte de la ciudad se explica fácilmente por corresponderse con la única parte del peñasco toledano no rodeada por el río Tajo, lo que convertía este acceso en el más vulnerable de todos.
Así, si un invasor conseguía superar la primera de las puertas -la del Sol-, aún debía lograr superar otra segunda entrada fortificada si quería acceder al interior de la ciudad: la Puerta de Alarcones.
Todo el conjunto era conocido en época islámica como bab Mu´awiyya (en honor a Abd Al-Rahman ibn Mu´awiyya, o Abderramán I), cuyo nombre romanceado pasó a ser Puerta Moaguía. También era conocido como Torre Arrifaa ó Arricaa. Más tarde se conoció al conjunto como Puerta de la Herrería, siendo la del Sol la Puerta Baja de la Herrería y la de Alarcones la Puerta Alta de la Herrería.
Comenzando por la Puerta del Sol, decir que quedan ciertos restos de su origen islámico -e incluso algún resto romano-, aunque el aspecto general de estilo mudéjar se debe a la reforma de la misma ordenada por el Cardenal Pedro Tenorio en el siglo XIV tras el conflicto civil ocasionado por las luchas por la sucesión de Juan I de Castilla.
Más tarde, en 1575, gobernando el corregidor Gutiérrez Tello, se intentó cambiar el nombre de Herrería por el de San Ildefonso mediante la sustitución de un antiguo crucifijo por el medallón de mármol que hoy podemos ver y que representa el milagro de la Imposición de la Casulla de San Ildefonso. No cuajó el intento de cambio de denominación y se siguió llamando Puerta de la Herrería hasta que en 1752 se publicó en el Catastro de la Ensenada su nombre como Torre del Sol debido a los astros dibujados en el mencionado medallón. Desde entonces se popularizó esta denominación ligada al astro rey que dura hasta nuestros días. El paso por debajo de su arco se redujo sobremanera en 1785 cuando se construyó el muro que delimita la actual subida a Zocodover que ensanchó la calle en paralelo, y marca el comienzo de un uso casi exclusivamente ornamental para esta puerta, muy diferente de sus orígenes defensivos.
De factura bellísima, la Puerta del Sol ha sido uno de los monumentos más fotografiados de Toledo desde el inicio de la fotografía. Por ello os mostraré una selección de imágenes (poner todas sería interminable) que, partiendo de las antiquísimas vistas de E. K. Tenison -la primera de todas, en 1852-, Gustave de Beaucorps, Charles Clifford, Alfred Dismorr, Casiano Alguacil, Jean Laurent o A. L. Henderson nos permitan ver, en un viaje en el tiempo, los diferentes aspectos que ha tenido esta puerta que como veréis ha sido uno de los lugares que menos ha cambiado en estos 160 años que han pasado desde la primera fotografía:
Me hace especial ilusión mostraros las fotografías de la Puerta del Sol tomadas por mi abuelo Eduardo Butragueño Bueno a lo largo de su vida:
Por lo que respecta a la Puerta de Alarcones, mucho más modesta, decir que su aspecto apenas denota nada de su origen islámico y que se debe básicamante a las profundas reformas medievales y, sobre todo, renacentistas que modificaron en gran medida su configuración. El más destacado de estos cambios se produjo cuando se permitió a las monjas Bernardas Recoletas edificar en su parte superior una ampliación de su convento. Estas son las imágenes antiguas que he podido recopilar de la Puerta de Alarcones desde el siglo XIX:
La Puerta del Sol y la Puerta de Alarcones en Google Maps:
Ver Toledo Olvidado en un mapa más grande
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6 comentarios
Hola Edu, como siempre, un vello paseo por Toledo cuando accedemos a tu blog.
Un saludo
Jose Antonio Lemus
La verdad es que este bello paseo hace que se me ponga el vello de punta.
Siempre me he preguntado desde cuando estarían esas enormes piedras detrás de la puerta de los Alarcones; dejaba volar mi imaginación y ya imaginaba a visigodos y moros apoyándose en ellas.
Por cierto las segunda vista aérea resulta impresionante.
¡Gracias a todos por los amables comentarios!
Eduardo: me encanta una de las fotos de tu abuelo, excepcional, donde puede verse un coche legendario. Se trata de un Renault 8, un coche de imborrables recuerdos para muchos españoles y europeos de los 60 y 70.
Tu blog es también un lugar de disfrute para los que amamos los coches antiguos. En Toledo lucen más bellos si cabe.
Felicidades.
Hola Eduardo; seguro q tu ya lo sabías, pero para mi fue una sorpresa enorme q de vez en cuando te dejan subir! He plasmado mi alegría + asociaciones sueltos en esta entrada en mi blog: http://kaszonkovacs.blogspot.com/2010/07/subiendo-la-puerta-del-sol-toledo.html (los fotos son obviamente mucho mas cutres que los tuyos :o) En caso de que conozcas la regularidad del apertura, seria fenomenal si lo podrias poner aqui o alli como comentario. muchas gracias! un abrazo Kászon
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