sábado, 23 de enero de 2010

En busca de los modelos de El Greco (Homenaje a Gregorio Marañón)

Fue Manuel Bartolomé Cossío el primero en plantear, en 1908, la posibilidad de que Doménikos Theotokópoulos, El Greco, hubiese utilizado a modelos con algún tipo de demencia para representar a los apóstoles en sus geniales cuadros.
Unos años más tarde, en 1955, en un intento de dar forma a esta revolucionaria teoría, Gregorio Marañón y Posadillo convocó en el Antiguo Hospital de dementes del Nuncio (hoy sede de la Consejería de Economía) a los fotógrafos de la Casa Rodríguez y al pintor y escultor Sebastián Miranda para tomar unas fotografías y unos dibujos de algunos locos residentes en aquel hospital, a los que previamente se les había dejado crecer el pelo y la barba.
La idea de Marañón era poder hallar en estas personas los rasgos del célebre misticismo castellano que El Greco recreó con maestría en su apostolado y que en Toledo alcanza su máxima expresión. En palabras del propio Marañón, El Greco escogió Toledo por ser "la ciudad de Europa en la que era más denso el clima del misticismo oriental, propicio para su genio creador".
De este modo, ataviaron a los dementes con paños y túnicas mientras Miranda tomaba dibujos y Rodríguez inmortalizaba las escenas con su cámara fotográfica.
Greogorio Marañón dirige la sesión de fotos con dementes en el Hospital del Nuncio en 1955. Fotografía Rodríguez
Greogorio Marañón dirige la sesión de fotos con dementes en el Hospital del Nuncio en 1955. Fotografía Rodríguez
Greogorio Marañón dirige la sesión de fotos con dementes en el Hospital del Nuncio en 1955. Fotografía Rodríguez

Los resultados fueron del total agrado de Marañón, que pidió confidencialidad a los presentes en cuanto a la divulgación de las imágenes por tratarse de "un asunto delicado". Hay que tener en cuenta las circunstancias especiales que se daban en la España de los años cincuenta, época en la que asociar santidad a locura podía generar problemas con algunos sectores de la Iglesia o del gobierno. Marañón pronto quiso aclarar que "no he querido disfrazar de Apóstoles a los actuales inocentes, sino mostrar que son los mismos en la morfología y en la exaltación expresiva”.
El trabajo de Marañón fue publicado en el libro "El Greco y Toledo" en 1956 en su primera edición y en 1958 en una segunda. La repercusión que tuvo su teoría fue enorme en todo el mundo y las fotografías aparecieron en diversos periódicos y revistas que, en algunos casos, criticaron la teoría del doctor.
Comparación entre los cuadros de El Greco y algunos dementes de El Nuncio (Toledo) en 1955 para el libro de Gregorio Marañón
Comparación entre los cuadros de El Greco y algunos dementes de El Nuncio (Toledo) en 1955 para el libro de Gregorio Marañón
Comparación entre los cuadros de El Greco y algunos dementes de El Nuncio (Toledo) en 1955 para el libro de Gregorio Marañón

Cincuenta y cinco años después de tomar esas fotografías creo que es de justicia recordar la valentía y la originalidad de Marañón. Y qué mejor forma de recordarle que con una reedición de su trabajo con modelos de 2010, que si bien no están en ningún manicomio, bien podrían encarnar ese misticismo tan castellano y tan toledano que El Greco plasmó en las expresiones de los protagonistas de sus cuadros.
Con fotografías de Eva Corral, una de las mejores fotógrafas toledanas del momento, y con la colaboración como modelos de Daniel Fernández-Cid, Luis Manuel García, José Luís Nares, Daniel Sánchez y Jorge de la Fuente intenté recrear en el siglo XXI esta teoría en una gélida mañana de enero. A continuación os dejo esta serie de imágenes que alternan los originales de El Greco, las fotografías de Rodríguez en 1955 y las fotografías de este tributo a Marañón en 2010.

Las lágrimas de San Pedro. Obra de El Greco
Jorge de la Fuente como San Pedro. Fotografía de Eva Corral
Demente del Hospital del Nuncio (Toledo) caracterizado como un personaje de El Greco en 1955. Fotografía Rodríguez

Santiago el Mayor peregrino. Obra de El Greco
Luis Manuel García como Santiago el Mayor peregrino. Fotografía de Eva Corral

Santiago el Mayor. Obra de El Greco
José Luis Nares como Santiago el Mayor. Fotografía de Eva Corral

Santiago el Menor. Obra de El Greco
Daniel Martín como Santiago el Menor. Fotografía de Eva Corral

Santo Tomás. Obra de El Greco
Daniel Martín como Santo Tomás. Fotografía de Eva Corral

San Simón. Obra de El Greco.
Daniel Fernández-Cid como San Simón. Fotografía de Eva Corral

San Judas Tadeo. Obra de El Greco
José Luis Nares como San Judas Tadeo. Fotografía de Eva Corral

Demente del Hospital del Nuncio (Toledo) caracterizado como un personaje de El Greco en 1955. Fotografía Rodríguez
Luis Manuel García recreando a un demente del Hospital del Nuncio. Fotografía de Eva Corral

Demente del Hospital del Nuncio (Toledo) caracterizado como un personaje de El Greco en 1955. Fotografía Rodríguez
Jorge de la Fuente recreando a un demente del Hospital del Nuncio.Fotografía de Eva Corral

Demente del Hospital del Nuncio (Toledo) caracterizado como un personaje de El Greco en 1955. Fotografía Rodríguez
Daniel Fernández-Cid recreando a un demente del Hospital del Nuncio. Fotografía de Eva Corral

Demente del Hospital del Nuncio (Toledo) caracterizado como un personaje de El Greco en 1955. Fotografía Rodríguez
Demente del Hospital del Nuncio (Toledo) caracterizado como un personaje de El Greco en 1955. Fotografía Rodríguez

Con especial agradecimiento a todos los modelos y a Eva Corral por las fotografías y con el deseo de que El Greco siga siendo uno de los máximos exponentes en la divulgación de lo que Toledo representa, sólo me queda dedicar esta entrada al eterno descanso de Chuchi: pocas personas conoceré nunca con sentimientos tan elevados como los que tú tenías.

17 comentarios

José María Moreno Santiago dijo...

Te felicito Eduardo, por esta curiosa entrada con la divulgación de la teoría de Marañón que pocos toledanos conocen. Muy interesante también la iniciativa de actualizarla con las fotografías de Eva. Saludos.

Justo Monroy dijo...

Maravillosa locura.
Digo la vuestra.

mimi dijo...

Muy original esta entrada, Edu.
A mi modo de ver, la teoría de Marañón, muy acertada. Y muy interesante la recreación de 2010. Besos.

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

¡Gracias a todos! Me alegro muho de que os guste.

Tulaytulah dijo...

Conocí esta historia por casualidad hace pocos meses, en unos paneles en el patio de una casa junto a las Termas Romanas (al lado de la plaza Amador de los Ríos). Lo que no recuerdo es si contaban que las fotos se habían hecho el Hospital de Dementes del Nuncio Nuevo (que creo que lo de Hacienda) o en el Viejo, que me suena que es la casa donde estaban los paneles...

Sea como sea, muy curiosa historia y muy curiosos (y sorprendentes) resultados los de las fotografías de Marañón.

Te felicito por la idea de la reedición del trabajo.

Un saludo!

Ricardo Sánchez Candelas dijo...

Vaya por delante mi felicitación a Eva Corral por su excelente trabajo fotográfico y a los modelos/actores que han posado para recrear una parte muy representativa de la obra de El Greco.¡Formidables todos!Tampoco yo pude resistir la tentación de “prestar” al genial cretense alguno de mis personajes de ficción. Tentación literaria, en este caso. Así, Virgilio, el barquero del Tajo y padre de Fabia, la amante prostibularia del ayudante de Juan Bautista Antonelli, fue para El Greco en la historia de amor imposible “Sólo navegaron sus sueños” (págs. 123-128 y 258-261), modelo para sus “Lágrimas de San Pedro”. La condición de coetáneos del pintor y del ingeniero hidráulico italiano, que a su vez, lo eran ambos de Juanelo Turriano, el más viejo de los tres, y también el más longevo, y la común andadura toledana de todos ellos me dieron en gran medida base para mis argumentos. Pero si ahora son estos buenos amigos de Eduardo los “modelos año 2010”, bien cuerdos todos ellos, (al menos de momento), conviene resaltar que, en relación con aquellos que, en la hipótesis de Marañón procedían de la nómina de internados en el Manicomio de Toledo, nos encontramos ante un tema muy controvertido. Así, en la obra “El Greco de Toledo”, (Alianza Editorial, 1982), publicada con motivo de la exposición del mismo nombre, patrocinada por la American Express Foundation, y que tuvo como sedes el Museo del Prado de Madrid, la National Gallery of Art de Washington, el Toledo Museum of Art de Toledo de Ohio y el Dallas Museum of Fine Arts, el prologuista de la obra, Jonathan Brown, Catedrático de Bellas Artes del Institute of Fine Arts de la Universidad de Nueva York, en la página 26 de su introducción a la obra, después de haber desautorizado como “teoría simplista” la de atribuir la deformación de las imágenes de los cuadros de El Greco al hipotético astigmatismo del pintor, (1913, Dr. Germán Beritens, oftalmólogo español), afirma textualmente: “Igualmente insostenible era la idea popularizada por el doctor Gregorio Marañón varios años después de que las figuras descarnadas y macilentas pintadas a veces por El Greco en sus últimos años tenían su origen en la práctica totalmente imaginaria de utilizar a los internos del Manicomio de Toledo como modelos. No hace falta añadir que estas teorías encontraron enseguida un sitio en el folklore de El Greco, donde siempre fueron bien recibidas las invenciones fantásticas, coloristas y, sobre todo, simplistas”. Fin de la cita. Tema, por tanto, muy polémico, al que, por mi parte, nada me atrevería a añadir. Y, desde luego, que no resta un ápice del mérito investigador de Marañón en orden a profundizar – con acierto o no, es otra cuestión – en el conocimiento más profundo y misterioso de la obra de El Greco. De lo que no puede dudarse, en todo caso, es de la extraordinaria originalidad de su iniciativa. Y, desde luego, tendría gran interés en conocer si alguien con autoridad en la materia, entre la enorme pléyade de investigadores y estudiosos de El Greco, ha desmentido con argumentos sólidos la contundente afirmación del profesor Brown.

eL bUhO dijo...

La teoría de figuras alargadas por un problema en la vista está totalmente descartada. Sus figuras parten tanto de su aprendizaje bizantino en Creta con el canon de las 9 cabezas, como del manierismo propio de su tiempo.
Ahora, los de los dementes... si no los tomó como modelo, desde luego lo parece.

Anónimo dijo...

Muy poco profesional esta recreación para homenajear a un pintor tan perfeccionista.¡Vaya fotos! ¿una de las mejoras fotógrafas de Toledo? te aseguro que hay toledanos/as que se toman más en serio su trabajo.

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

Es vomitivo ver que hay en la red pululando gente cobarde y mezquina que piede el tiempo en criticar de modo anónimo el trabajo desinteresado de gente con nombre y apellidos. Menos mal que ese tipo de personas se autocalifican.
Dí tu nombre y aquí y ahora y me comprometo a quedar contigo para repetir las fotografías y publicarlas en una próxima entrega, ya que eres tan profesional.

Alatriste dijo...

La teoría de los modelos del Greco desde luego me parece muy original, creo que ya se divulgo en alguna exposición, o en Tv, no estoy seguro, de todas formas está muy bien recuperar las imagenes y exponerlas en el blog.

Con respecto a mi opinión personal, no me convence. No creo que fueran dementes. Desde luego las condiciones de vida, desgaste y alimentación de la época, hacían que a los treinta y tantos uno ya estuviera mucho más desmejorado que ahora, y siempre se ha comentado que los pintores hacían cuadros de corte eliminando y embelleciendo a los personajes. Habría que darse una vuelta por el Toledo de entonces y ver las caras de la gente: sus dentaduras cicatrices, deformaciones por enfermedades, etc... seguro que nos sorprendíamos.

Desde luego nunca.

Un saludo Eduardo, me ha gustado

Alatriste dijo...

Anda que cualquiera diría que Toledo por aquella época estaba llena de místicos totalmente idos (broma) jejeje.

Pedro Liñán de Riaza dijo...

Sorprendente la entrada de esta semana. Me gusta. Y fantásticas las fotos de Eva Corral.

P.D. Eduardo hay comentarios que ni deberías molestarte en contestar.

Pepe dijo...

Estupenda entrada.
Conocí esta teoría hace años leyendo la Guia Secreta de Toledo de Carlos Pascual y simepre que veía el Apostolado del Greco recordaba la impresión que me causó la genialidad de Marañon enfrentada a la de Doménikos.
Felicidades a ambos.

Anónimo dijo...

Recuerdo de mis tiempo de estudiante en la facultad de Filosofia y Letras de la U.Complutense que el catedrático de Arte, don Xavier de Salas, quien fue director del Museo del Prado, nos decia que aun siendo el mismo muy amigo de Marañón, este se habia equivocado "de medio a medio" (recuerdo la frase) con su experimento. Las figuras alargadas del cretense son propias del manierismo y hay otros pintores como El Parmigianino que asi las representan para darles, quizás, un mayor aire de espiritualidad.

Aprovecho la ocasión para felicitarte por tu extraordinario blog.

Manuelblas

Anónimo dijo...

Enhorabuena, Eduardo, muy interesante. Me interesan las fotografías antiguas que publicáis ¿has visto los originales? ¿dónde están? Si lees esto, por favor contéstame a: maria.decarlos@uam.es Gracias,
M. Cruz de Carlos

Unknown dijo...

El doctor Marañón, con todos mis respetos, hizo mucho daño a la imagen artística del cretense; hoy sabemos que El Greco se ajustaba a los preceptos de representación artística que marcaba el Concilio de Trento (1545-1563). Además lo importante es la factura técnica y artística de sus obras dentro del contexto histórico del manierismo imperante.

Enrique dijo...

Buenas tardes, me parece un estudio interesante el del Dr.Marañon aunque y he encontrado este blog durante la búsqueda de documentación necesaria para realizar un estudio, aunque mi trabajo va dirigido al estudio de las patologías en los "modelos" que utilizaba el Greco en sus pinturas, en mi visita penúltima visita a Toledo visitando todas las pinturas del Greco que fui encontrando perfectamente reflejado, algunos signos y síntomas de patologías evidentes. Soy medico y me gustaría realizar dicho estudio, si aun no esta hecho. Por todo lo anterior solicito ayuda si alguien me la puede prestar. Mi dirección de email es enriquegarceran@gmail.com

© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall