La afición por la fotografia histórica de carácter local tiene muchas facetas que nos reportan grandes alegrías a los que nos dedicamos a ello. A través de esta pasión, no solo conocemos mejor nuestras propias ciudades, sino que también conectamos con personas que comparten con nosotros las mismas inquietudes, lo que resulta tremendamente enriquecedor.
En un reciente viaje a Palma de Mallorca me adentré en una preciosa libería en la que llamó mi atención un libro publicado gracias al empuje de un equipo de personas que conforma el proyecto
Fotos Antiguas de Mallorca (FAM), dedicados, al igual que yo, a la divulgación desinteresada del pasado fotográfico de la capital balear y su isla. Al volver a Toledo, contacté con ellos con la intuición de que, tal vez, entre sus fondos, pudiera haber alguna foto de Toledo. Y así fue: para gran alegría mía, me respondieron al día siguiente informándome de la existencia de las fotografías que hoy os traigo.
Se trata de una serie de bellas imágenes, excelentemente conservadas y escaneadas a partir de los cristales originales, que nos muestran Toledo hacia 1910. Fueron tomadas por Bartomeu —o Bartolomé— Reus Bordoy, un interesante personaje del que tenemos una breve información biográfica que os ofrezco literalmente gracias a nuestros amigos de FAM:
BARTOMEU REUS BORDOY (1886 - 1970)
Hay personas que desarrollan su trabajo con tal perfección que destacan entre los de su gremio. Bartolomé Reus Bordoy fue una de esas personas. Nació en Palma, en la calle de San Bartolomé. Su profesión era la de ebanista, en la que logró una perfección inusitada. También amplió su ámbito laboral con la apertura de una tienda de comestibles en la calle de Pere LLobera, no 39. Todo esto era lo que le daba de comer, pero el hombre tenía, además, una gran afición a la fotografía. Y si como ebanista fue capaz de rozar la perfección con muebles muy imaginativos, su ejecutoria como fotógrafo fue bastante más allá de lo que se espera de un aficionado normal. Y en aquellos primeros años del siglo XX era mucho más difícil que ahora. Si un día quería fotografiar el pueblo de Pollensa, salía de su casa cargado con aquella cámara estereoscópica tan pesada, subía a «sa camiona» y cuando llegaba al lugar desde el que pretendía sacar la foto, colocaba la cámara y esperaba hasta que los rayos solares incidieran sobre el edificio con el ángulo y la intensidad previstos. Solo entonces apretaba el disparador. Fotografió paisajes, fiestas, edificios, costumbres o folklore. Su obra es tan extensa como desconocida y su legado fotográfico es admirable y de gran valor. Agradecemos a su nieto, Guillem Bibiloni Reus, la cesión de parte de su fondo fotográfico.

Bartomeu Reus Bordoy viajó a Toledo hacia 1910. En nuestra ciudad obtuvo una quincena de estupendas fotografías que paso a mostraros. Comenzaré por la más bella de todas: una preciosa vista de las conocidas como
Torres de la Reina, la porción de muralla del antiguo arrabal de San Isidoro, hoy conocido como barrio de la Antequeruela:

Muy cerca de ahí, Reus retrató la Puerta de Bisagra. Aún se encontraba allí alguna de las esculturas de antiguos reyes procedentes del Palacio Real de Madrid, y junto a ella vemos un rudimentario quiosco:

Al ampliar la imagen, vemos la publicidad colocada en la puerta:

Otra estupenda foto es esta, tomada desde el puente de Alcántara, en la que vemos cómo un caudaloso Tajo alimentaba la maquinaria de los molinos de San Servando, a la la izquierda de la imagen, y de las Turbinas de Vargas, a la derecha:

Ampliando la imagen aparecen curiosos detalles, como por ejemplo estas tres barcas de madera en la orilla. Eran las típicas de Toledo, con forma de hexágono alargado:

Otra estupenda fotografía es esta vista del puente de san Martín. Al igual que en la pasada entrega del blog con
fotos de Camille Enlart hacia 1895, también son aquí visibles en la ladera del barrio de San Martín-Solanilla los huecos provocados por la extracción de piedras a modo de cantera:

Al ampliar se aprecia con claridad:

El Castillo de San Servando aparece precioso en dos fotos de Bartomeu Reus:

Al ampliar, se aprecia perfectamente el humilde chamizo que por entonces era el futuro
restaurante La Cubana:

Estas son dos estampas del Puente de Alcántara:

Al ampliarlas, aparecen curiosidades, como los odres apilados junto a lo que era el fielato (una especie de aduana local) junto al torreón del puente, así como un grupo de sacerdotes:

Es absolutamente maravillosa esta vista del barrio de la Antequeruela tomada desde las inmediaciones de la puerta del Sol:

Su ampliación nos permite ver con claridad asombrosa la parte trasera de la torre de la Almofala y el entorno de la puerta del Vado, con los sotos del río Tajo al fondo:

El Puente de San Martín también fue fotografiado por Bartomeu Reus:

Al ampliar la imagen, vemos a la perfección la desaparecida puerta de San Martín, que servía como fielato o "puerta de arbitrios".

El monasterio de San Juan de los Reyes se incluyó también en el periplo de Reus por la vieja ciudad castellana:

Para finalizar, una estupenda vista de la Puerta del Sol, que nunca falla en los reportajes de aquellos primeros fotógrafos que inmortalizaban nuestra ciudad:

Como veis, se trata de una estupenda selección de imágenes, perfectamente conservadas y muy bellas todas ellas. Nos hablan de la destreza fotrográfica de aquel joven veinteañero llamado Bartolomé Reus que visitó nuestra ciudad hacia 1910 y que ahora, gracias a la generosidad de Lorenzo Miró y de su proyecto Fotos Antiguas de Mallorca, podemos ver en alta resolución más de un siglo después. Vaya aquí mi profundo agradecimiento por la cesión de estas joyas.
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