sábado, 7 de marzo de 2020

El Río Chico

Cuando el Tajo se dispone a despedirse de Toledo, tras haber regado los campos de la Vega Baja y la Peraleda, un antiguo molino precedido de un azud remansa sus aguas por última vez en la ciudad. Se trata del célebre molino de Lázaro Buey -ya conocido con ese nombre en época medieval, incluso se sabe que María Pacheco en su huida a Oporto en 1522 se encontró en sus inmediaciones con varios de sus leales-, aunque en siglos posteriores se los conoció como Molinos de Buenavista al situarse en la zona del río más cercana a esta gran finca presidida por el célebre Palacio de Buenavista que el Cardenal Sandoval y Rojas convirtió en uno de sus lugares de retiro predilectos.
Estos molinos, situados en la orilla derecha del río, generan en buena parte del año un pequeño brazo de agua separado del flujo principal. Este pequeño curso de agua separado durante unos metros del Tajo es el conocido popularmente como "el Río Chico".
Vista del Río Chico en 2019 (Google Maps)
Se trataba de uno de los lugares predilectos para el baño en Toledo hasta su prohibición oficial en junio de 1972. Al tener una escasa profundidad y caudal, el Río Chico fue donde muchos toledanos aprendieron a nadar.
La zona goza de unas preciosas vistas de la ciudad y se sitúa al lado del histórico Camino Real de Toledo a Valladolid (que luego fue la Nacional 403 o carretera de Ávila y hoy se corresponde con la Avenida de Adolfo Suárez).
Veamos un repaso fotográfico de la zona desde los comienzos del siglo XX:
Madre e hija en el río Chico junto al Cigarral de Buenavista cerca de Valparaíso hacia 1910. Fotografía de Pedro Román Martínez (c) JCCM, AHP, Fondo Rodríguez. Signatura R-131-2-06
Crecida en el río Chico hacia 1910. Fotografía de Pedro Román Martínez. Doiputación de Toledo, Centro de Estudios Juan de Mariana.
Ganado en Buenavista hacia 1900. Río chico.
Molinos de Buenavista a comienzos del siglo XX, "río chico". Al fondo, el Palacio de Buenavista. Fotografía Rodriguez
Río Chico con una crecida del Tajo. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro Cultural San Clemente, Diputación de Toledo. Toledanos en el río Chico a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Río Chico en Buenavista a comienzos del siglo XX. Fotografía de J. Lacoste © MECD, Fototeca del IPCE, signatura VN-11371_P
Fotografía de Pedro Román Martínez. Río Chico a comienzos del siglo XX.
Vista desde la carretera de Ávila junto al río Chico a comienzos del siglo XX. Colección personal de Luis Alba.
Río chico a comienzos del siglo XX. Fondo Rodríguez, Archivo Histórico Provincial, JCCM, signatura Album4-1639-B
El Conde de Romanones en la Presa de Buenavista a comienzos del siglo XX. Fotografía de Santiago Relanzón Almazán. Ayuntamiento de Toledo
El Conde de Romanones en la Presa de Buenavista a comienzos del siglo XX. Fotografía de Santiago Relanzón Almazán. Ayuntamiento de Toledo

A mediados del siglo XX se obtuvieron preciosas imágenes también:
Río chico en los años 60. Fotografía de Julián C.T.
Río Chico en 1963. Fotografía de Julián C.T.
Río Chico hacia 1963. Fotografía de Julián C.T.
Río Chico hacia 1963. Fotografía de Julián C.T.
Río Chico en 1962. Fotografía de Julián C.T.
En el Río Chico. Familia de la Cuerda.
Río Chico hacia 1963. Fotografía de Julián C.T.
Río Chico hacia 1963. Fotografía de Julián C.T.
Río Chico hacia 1963. Fotografía de Julián C.T.
Palacio de Buenavista visto desde la orilla izquierda del Tajo. Foto Villasante

Esta foto la tomó mi abuelo Eduardo Butragueño Bueno:
Fotografía de Eduardo Butragueño Bueno, vista desde Carretera de Ávila avenida adolfo Suárez actual, río chico. Años 60.

Mirad qué preciosidad de foto aérea hacia 1965:
Río Chico, observatorio geofísico y Valparaíso hacia 1965. Fotografía aérea de Toledo. Centro cartográfico del Ministerio del Ejército.

En los años 70 lo inmortalizó Julio Sánchez:
Carretera de Ávila hacia 1970. Cortesía de Julio Sánchez, autor de la fotografía.
Río Tajo y Tabordo en los años 70, foto de Julio Sánchez. Se ve Río Chico.

Actualmente el Río Chico no es más que un triste capítulo a añadir al libro negro del Tajo: sus ponzoñosas aguas ya no acogen bañistas y el molino con su maquinaria (con restos del aprovechamiento eléctrico que tuvo hasta bien entrado el siglo XX) está en estado de abandono, siendo únicamente visitado por vándalos y esporádicos pescadores que se arriesgan a capturar los escasos e incomestibles peces que aún sobreviven en nuestro patético ex-río.
Por poner una nota positiva, señalar que la asociación de vecinos que agrupa los barrios de Vistahermosa-La Legua-Valparaíso lleva por nombre "Río Chico", lo cual es de agradecer.
Como curiosidad final, reseñar que en este punto, paraban muchos de los barcos que fueron capaces de transportar mercancías a Lisboa por el Tajo (o traer mercancías desde Portugal) a finales del siglo XVI. Sí, pese a que a muchos les pueda sorprender, el Tajo llegó a ser navegable. La prueba son estas cartas de 1588 publicadas en un libro imprescindible "Memoria que tiene por objeto manifestar la posibilidad y facilidad de hacer navegable el río Tajo desde Aranjuez hasta el Atlántico" de Francisco Javier de Cabanes en 1829:
"Memoria que tiene por objeto manifestar la posibilidad y facilidad de hacer navegable el río Tajo desde Aranjuez hasta el Atlántico"</a> de Francisco Javier de Cabanes en 1829 (1)
"Memoria que tiene por objeto manifestar la posibilidad y facilidad de hacer navegable el río Tajo desde Aranjuez hasta el Atlántico"</a> de Francisco Javier de Cabanes en 1829 (2)
"Memoria que tiene por objeto manifestar la posibilidad y facilidad de hacer navegable el río Tajo desde Aranjuez hasta el Atlántico"</a> de Francisco Javier de Cabanes en 1829 (3)
"Memoria que tiene por objeto manifestar la posibilidad y facilidad de hacer navegable el río Tajo desde Aranjuez hasta el Atlántico"</a> de Francisco Javier de Cabanes en 1829 (4)

Con la esperanza de que el Río Chico vuelva algún día a ver correr agua limpia y acoger bañistas en sus orillas, solo me queda proponer que, mientras tanto, se restaure y adecente el molino (¡qué precioso bar-restaurante podría acoger!) o se replantee su aprovechamiento eléctrico. También sería deseable que, muy cerca de allí, el ayuntamiento finalizara la plantación lineal de árboles en la avenida de Adolfo Suárez hasta el restaurante "El Chuletero" aunque solo fuera por dignificar este espacio que vio llegar mercancías del Atlántico o que contempló la huida de "la Leona de Castilla" -como es conocida María Pacheco-, entre otros destacados hechos históricos.

7 comentarios

Unknown dijo...

Magnífico relato y muchos recuerdos imborrables. Tb me bañé y trasteé en ese molino. Recuerdo el Kiosko existente en su tramo final.

Unknown dijo...

EEscolano

Unknown dijo...

Buenos recuerdos de casa Tabordo, en los 70 cuando íbamos en verano a cenar algún sábado.

Unknown dijo...

Que bonitos recuerdos del Río Chico se cruzaba de una orilla a otra, sin que te cubriese. Altos chopos y el gango de Tabordo, su tortilla de patatas o el pollo o conejito al ajillo. Se decían " gangos", ahora chiringuitos. Ojalá recuperasemos nuestro río....., en el que tan buenos momentos pasamos en nuestra juventud

José Maria dijo...

En la zona de baño del rio Chico, todos los veranos y antes de El Tabordo, de junio a séptiembre, se instalaba un kiosco, siendo regentado por un señor al que llamaban "Marchena", por su gran afición al flamenco.

Unknown dijo...

Recuerdos de mi niñe con mis padres muy jovenes. El sitio hera bonito no conciamos otra cosa

Unknown dijo...

Gracias Eduardo, por hacernos retroceder a nuestra juventud.
Ángel Ramos.

© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall