A una parte importante de la población de hoy le cuesta imaginar el enorme avance en la calidad de vida de la humanidad que supuso el descubrimiento de la electricidad o del petróleo y de algunos avances aparejados a ambos, como por ejemplo el motor de explosión.
Una de las facetas más maravillosas de estos descubrimientos es el desarrollo de la maquinaria agrícola, que permitió mejorar las condiciones de trabajo de millones de agricultores en todo el mundo al conseguir mecanizar tareas durísimas así como obtener mayores rendimientos por hectárea. Más y mejores alimentos conseguidos con mucho menos esfuerzo: ese puede ser el resumen de estos avances en el terreno de la agronomía. Un salto de gigante para la humanidad, gracias al cual en buena medida desde entonces la población del planeta se ha multiplicado.
Pero la maquinaria agrícola llevaba ya unos años de perfeccionamiento desde unos años atrás -básicamente desde la Revolución Industrial- ofreciendo aperos que siendo aún de tracción animal ya suponían un adelanto de ciertas mecanizaciones y mejoras en la calidad de vida de los agricultores.
Gracias a la Cámara Agraria de Toledo, dependiente de la Junta de Comunidades, y gracias a las gestiones de Enrique Sánchez Salcedo hoy puedo ofreceros unas curiosas imágenes de una feria de maquinaria agrícola celebrada en el Hospital Tavera hacia 1910 que ilustran muy bien esta etapa de transición entre las primeras mecanizaciones y la generalización del Rey de la Maquinaria Agrícola que no es otro que el tractor, cuyos primeros prototipos a vapor datan de 1890 y de gasolina hacia 1900. El tractor más común hoy -el de gasoil- no fue realidad hasta 1922.
En esta feria del Hospital Tavera se mostraban aperos y máquinas destinadas aún a ser tiradas por animales y lo cierto es que para los que amamos el campo y la agronomía resulta realmente curioso observar las fotografías.
Comencemos por ver la muestra en sí dentro de las paredes del Hospital Tavera, en su patio principal:
En la fachada principal del edificio se realizaron demostraciones prácticas de algunos aperos y de ciertos avances tecnológicos de la época:
El los fértiles terrenos de la Vega Baja se realizaron más demostraciones. Son curiosas las imágenes en las que podemos ver en algunos casos la ciudad de fondo:
Las fotografías fueron tomadas por miembros de la casa llamada Sucesores de Compañy, cuya sede en Toledo se situaba en la Cuesta del Águila junto a la Plaza de San Agustín y que había sido fundada por el gran fotógrafo Manuel Compañy, fallecido en 1909.
Agradeciendo de nuevo a Enrique Sánchez Salcedo y a la Cámara Agraria de Toledo la cesión de estas fotografías, espero que os hayan hecho disfrutar y me gustaría que sirvieran para hacer comprender a los más jóvenes los grandes avances que la humanidad alcanzó a partir de ciertos descubrimientos sin los cuales la vida de hoy sería sencillamente inconcebible. También me gustaría que esta entrada sirviera para reivindicar la importancia que la agricultura tuvo en Toledo, cuyas vegas eran para muchos de las más fértiles de Castilla.
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3 comentarios
Levantarse una mañana de sábado y encontrarse con esta maravilla no tiene precio, cuando lo estaba viendo me puse la música de la serie "Sangre y Acero" y " Gran Hotel" oyes, que como si estuviese allí mismo, gracias como siempre por estos momentos tan maravillosos de regresión en el tiempo, Un abrazo ( y vete por la sombrita ufff).
¡Que maravilla de reportaje las fotos me encanta!!
Para cuando el agradecimiento del Ayumtamiento de Toledo a tu labor divulgativa.
Me ha encantado poder disfrutar del artículo y de todas las fotografías que has subido porque es una hermosa retrospectiva hacia el pasado preciosa, gracias por compartirlas
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