sábado, 10 de marzo de 2012

Toledo en un día del Corpus en los años 20 fotografiado por José Villar Martelo

La búsqueda de antiguas fotografías de Toledo sigue deparando sorpresas maravillosas. La última de ellas nos viene desde La Coruña. Allí, un bisnieto enamorado de la obra de su insigne bisabuelo está recuperando y divulgando su excelente legado. Una ardua tarea de digitalización y catalogación que está siendo volcada a su espléndida web Taxiphote. Enterado de la existencia de esta estupenda página, me puse en contacto con Juan Villar Ferrer, el admirable bisnieto de D. José Villar Martelo, por si en su colección hubiera fotografías tomadas en Toledo. Y así fue como hemos conseguido localizar 27 preciosas fotografías estereoscópicas tomadas en un día del Corpus entre 1914 y 1920. Antes de ver las fotografías es preciso conocer la biografía de José Villar Martelo, toda una institución en La Coruña, de la mano de su propio bisnieto que redactó esta biografía suya a la que no me atrevo a tocar ni una coma:

"José Villar Martelo (La Coruña, 1873-1951) se licenció en Farmacia por la Universidad de Santiago de Compostela con la calificación de Sobresaliente, pocos meses después del fallecimiento de su padre. Inmediatamente se hace cargo del negocio familiar, la Farmacia Villar, fundada el año 1827 y situada en el número 82 de la Calle Real coruñesa, que siempre ha pasado de padres a hijos desde su fundación.
A finales del año 1900 realiza un viaje a la Exposición Universal de París, donde se exponen los últimos avances de la fotografía. Allí conoce a Jules Richard, un inventor francés que había perfeccionado la técnica de la estereoscopía (fotografía en 3D), con su cámara Verascope y el visor en madera Taxiphote.
De vuelta de su primer viaje a París, con todo el material adquirido y con facilidades para la obtención de los productos químicos mediante el negocio de la farmacia, su afición por la fotografía se convierte en su gran pasión. Adapta una buhardilla en laboratorio fotográfico, donde pasa largas horas revelando las fotografías mediante la luz de un candil, dado que en los primeros años del siglo XX aún no había llegado la electricidad.
Poco tiempo después crea Fotografía Villar (hoy desaparecida), la primera tienda de la ciudad y una de las primeras de España, de venta y revelado de material fotográfico.
Siempre con su cámara Verascope a cuestas se convierte en un cronista excepcional de su tiempo. Cada vez que tenía que trasladarse a una aldea gallega a llevar medicamentos, algunas veces en Ferrocarril y otros a lomos de un caballo o una mula, tomaba imágenes de la Galicia rural de aquel entonces. Cada vez que se desplazaba por España (Madrid, Toledo, Burgos, Barcelona, Valencia…) o en cada uno de sus incontables viajes al extranjero a Suiza, París, Nueva York… en tiempos en que viajar era una odisea, sacaba fotografías de aquellos lugares y sus gentes.
Además de su faceta de fotógrafo y boticario era un hombre despierto y al que en muchas ocasiones se le pedía consejo. Según historias familiares fue la primera persona en instalar un váter en la ciudad, que aún se conserva y que se hizo traer desde Bilbao, con la inscripción de “El Invencible”, y también fue el primero en instalar un circuito de agua corriente en el inmueble de la Farmacia a partir de un pozo del patio.
Los últimos años de su vida, todas las mañanas cogía el tranvía para ir a ver a sus nietos, por los que tenía una gran devoción, y en la parada regalaba gominolas de menta (un artículo de lujo en esos tiempos) a los niños que esperaban junto a él.
El 17 de enero de 1951 fallecieron con unos minutos de diferencia tanto él como su mujer, Matilde Cabo, lo que causó gran consternación en toda la ciudad.
Sólo se recuerdan tres ocasiones en que toda la ciudad se echó a la calle en señal de duelo: la del poeta Curros Enríquez en 1908, la del alcalde Alfonso Molina en 1957, y la del boticario, viajero e incansable fotógrafo José Villar Martelo, al que coloquialmente se conocía como Don Pepe, en 1951.
Su colección de más de dos mil fotografías estereoscópicas permaneció dormida en dos baúles del desván, y el visor estereoscópico se guardó en un armario zapatero, considerado un trasto viejo e inservible… durante cuarenta años. Uno de sus bisnietos ha rescatado del olvido sus fotografías, y mediante un arduo proceso de limpieza, digitalización y catalogación hoy podemos disfrutar del legado de un boticario coruñés pionero de la fotografía.
Seguro que en algún lugar, tras unas gafas de montura circular y con una cuidada barba blanca, hay alguien que sonríe y se siente orgulloso… y quién sabe, incluso es posible que aún tenga en el bolsillo algunas gominolas de sabor a menta."

Año 1925, retrato de José Villar Martelo

Y ahora, disfrutemos juntos de estas fotografías. Comenzaré por unas que me hacen especial ilusión pues están tomadas en el mismo lugar en el que llevo toda mi vida viendo la procesión del Corpus con mi familia: la Calle Alfonso X junto a la Delegación de Hacienda:
Procesion del Corpus a su paso por la calle Alfonso X junto a la Delegación de Hacienda en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Procesion del Corpus a su paso por la calle Alfonso X junto a la Delegación de Hacienda en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Procesion del Corpus a su paso por la calle Alfonso X junto a la Delegación de Hacienda en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Procesion del Corpus a su paso por la calle Alfonso X junto a la Delegación de Hacienda en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Son preciosas las fotografías en las que podemos ver el ambiente típico del día del Corpus. Casi se puede oler el tomillo en esta vista de la engalanada calle de Martín Gamero:
Calle de Martín Gamero engalanada para la procesión del Corpus en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Aquí vemos la Calle Sillería con Zocodover al fondo:
Zocodover visto desde la calle Sillería en un día del Corpus en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Tal vez la más curiosa de todas las fotografías sea esta en la que podemos ver los primitivos urinarios de Zocodover en los que resulta llamativo ver publicidad de academias de estudios. Esta foto además ayuda a datar la colección antes de 1926 en que se construyeron los urinarios subterráneos de los que ya os hablé en otra entrada:
Urinario con publicidad en Plaza de Zocodover en un día de Corpus en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Otra preciosa instantánea es esta en la que podemos ver la Cuesta de Carlos V desde Zocodover:
Alcázar y Cuesta de Carlos V vista desde Zocodover en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

La Puerta del Reloj fue inmortalizada por el coruñés en dos tomas, una de ellas desde lo alto de la calle de la Chapinería o de la Feria:
Puerta del Reloj vista desde la Calle de la Feria o Chapinería en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Catedral (Puerta del Reloj) en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Esta es una vista de la Torre de la Catedral:
Torre de la Catedral de Toledo en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Villar Martelo y sus acompañantes visitaron algunos de los monumentos más destacados de Toledo. En estas fotos podemos ver el Monasterio de San Juan de los Reyes:
Monasterio de San Juan de los Reyes en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Claustro de San Juan de los Reyes en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Monasterio de San Juan de los Reyes en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Claustro del Monasterio de San Juan de los Reyes en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Acceso claustro del Monasterio de San Juan de los Reyes en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Monasterio de San Juan de los Reyes en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Me encanta esta fotografía de la calle Reyes Católicos junto a Santa María la Blanca:
San Juan de los Reyes visto desde las inmediaciones de la Sinagoga de Santa María la Blanca (calle Reyes Católicos) en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

La Sinagoga fue fotografiada en su interior por Villar:
Sinagoga de Santa María la Blanca en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

También visitaron el Alcázar:
Patio del Alcázar de Toledo en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Alcázar, fachada este, en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo
Alcázar, fachada este, en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Aquí tenemos la Puerta del Sol:
Puerta del Sol en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Esta es una vista de la Puerta de Bisagra:
Puerta de Bisagra en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Villar fotografió la preciosa vista que hay desde el Paseo de Recaredo de la Basílica del Cristo de la Vega:
Vista de la Basílica de Santa Leocadia y del cristo de la Vega en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

Cerca de allí, pero mirando en dirección opuesta, fotografiaron la Puerta del Cambrón:
Puerta del Cambrón en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo

También visitaron la Iglesia de Santo Tomé para admirar El Entierro del Señor de Orgaz del Greco:
Entierro del Señor de Orgaz en los años 20. Fotografía de José Villar Martelo


Agradeciendo de nuevo a Juan Villar la cesión de estas fotografías, aprovecho para comentaros que en su web vende unos excelentes packs con las fotografías estereoscópicas de su bisabuelo tomadas por todo el mundo acompañadas de unas gafas para su visión tridimensional.

13 comentarios

Jota dijo...

EStoy enamorada de Toledo desde muy pequeña, pues tenía que ir por motivos de salud y antes, no era como ahora que el autobús, tarda apenas media hora y si vas en coche, tardas veinte minutos, esta noche hemos ido al geriatrico y hemos tardado nada, pero no ese ese el caso, como te digo, estoy enamorada de Toledo, pero con tus hallazgos, ese amor cada vez, es más profundo, y por eso te doy las gracias, una y mil veces, por que tu pasión hace que me sienta mucho más orgullosa de ser Toledana, si es que no lo estaba ya antes. Aunque tengo que decirte que las fotos en movimiento me han asustado un poco, parece un terremoto, por dios, que estamos en fechas muy malas para esas cosas...feliz fin de semana.

José María Moreno Santiago dijo...

Preciosas y llenas de encanto, sobre todo las escenas costumbristas. Otro gran hallazgo, pues debido a las necesidades de las largas exposiciones, existen muy pocas fotos de esa época con los paisanos merodeando por las calles.
Felicidades.

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Preciosa entrada Eduardo, gracias!

Anónimo dijo...

Maravilloso post!
Las fotos y los comentarios.
No tienen desperdicio.

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

Gracias a mi buen amigo Rafa Caballero os puedo decir que las fotos son incluso anteriores a lo inicialmente pensado. En una foto de la procesión se identifica claramente al cardenal de Toledo Guisasola, que lo fue entre 1914 y 1920.
Hay otros datos que parecen indicar que puden ser anteriores a 1917, fecha en la que se construyó la central de Azumel y que parece no verse en la imagen tomada desde Recaredo.
Abrazos.

Miguel dijo...

gracias Eduardo!

entrada sencillamente genial :)

trabajos desinteresados y tan buenos como el tuyo me hacen reconciliar con la condición humana

un saludo desde Albacete

Juan Ignacio dijo...

Es impagable lo que haces. Muchas gracias por compartirlo.

Anónimo dijo...

solo le falta el sonido de los tambores a las fotos tridimensionales de la procesion...
Estupendo trabajo.

Ambrosius dijo...

Muy buenas fotos. Dentro de poco estaré en Toledo. Un enamorado de Toledo. Ambrosius.

Pedro Sanchez dijo...

Estimado Eduardo:
No sabemos los Toledanos la labor de divulgación y conocimiento de Toledo que haces, Me gusta mujcho la fotografia y la practico, sigue asi nos haces pasar unos buenos momentos muchas gracias un saludo

MARÍA dijo...

Acabo de descubrir tu blog y solo puedo decir que me encanta. Muchas gracias por compartir tu trabajo y por descubrirnos ese Toledo que se queda fuera de los folletos promocionales. Gracias también por solucionarme las dudas que tenía sobre dos edificios que siempre me han llamado la atención, el antiguo Café Español y el Hotel Castilla.
Un saludo.

Rosalina Aguado dijo...

Hola Eduardo: maravillosas fotografías... y entre ellas, el único recuerdo que queda del pasillo que comunicaba la Escuela de Artes con el claustro de s Juan de los Reyes. En ella se pueden apreciar las pinturas del techo, todavía de la época de la fundación.
Interesantísima ...
Un fuerte abrazo,
Rosalina.

Jorge López Teulón dijo...

Aunque años después, participo ahora con este comentario.
El sacerdote que aparece en primer término, junto al ya reconocido cardenal Guisasola, es el Deán de la Catedral Primada: beato Narciso de Estenaga, que lo fue de 1917 a 1923, en que fue nombrado Obispo de Ciudad Real. Allí sufriría el martirio, durante los días de la persecución religiosa, en el verano trágico de 1936. Fue beatificado en Roma en 2007, junto a su sucesor en el deanato: beato José Polo Benito. Con lo cual, la foto debió ser tomada entre 1917 (cuando comenzó a ser Deán) y 1920 (cuando falleció el cardenal). Un abrazo querido Eduardo.

© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall