sábado, 25 de marzo de 2023

Las postales de Pedro Esperón: probablemente la serie más peculiar y desconocida de cuantas mostraron Toledo

Creo que, a estas alturas, sois ya todos perfectamente conscientes de que la ciudad de Toledo ha sido históricamente una de las más fotografiadas de toda España. Debido a su belleza, la comercialización de tarjetas y postales en sus diferentes formatos (vistas estereoscópicas, postales en blanco y negro o coloreadas, imágenes para "linterna mágica"...) fue un lucrativo negocio desde mediados del siglo XIX.
Hasta la fecha, he ofrecido en estos 15 años de andadura del blog diversas entradas dedicadas a estas series, especialmente a las editadas por las marcas y fotógrafos de mayor renombre y calidad.
Hoy, sin embargo, os ofreceré las imágenes de una de las colecciones de postales toledanas más desconocidas y peculiares: la correspondiente a Pedro Esperón.
Lo cierto es que es bastante poco lo que conocemos sobre este autor y editor de postales, pues su rastro documental es escaso y confuso. Como apunta Juan Antonio Fernández Rivero, tal vez Pedro Esperón pudiese ser uno de los descendientes de Alfredo Esperón, un fotógrafo de origen francés que trabajó en España como inquieto y emprendedor retratista, primero en Valencia, más tarde en Madrid desde 1868 a 1894, y finalmente, hasta 1900, entre Bogotá y Caracas. Es solo una hipótesis, pero dado que se trata de un apellido poco habitual, es bastante plausible.
Sea como fuere, son pocas las certezas que tenemos con respecto a nuestro protagonista de hoy. Por la datación de las fotografías, sabemos que su actividad más intensa se desarrolló en los años 20 y 30, aunque también existen rastros de su actividad tras la guerra civil, con algunas postales a color editadas bajo su nombre hasta 1965 aproximadamente.
Tenemos constancia de su actividad en un céntrico local madrileño con salida a las calles de Silva y Jacometrezo, según figura en este folleto publicitario:
Publicidad de la casa de Estampas, postales y álbums de Pedro Esperón Cuando digo que se trata de la serie de postales de Toledo más peculiar lo hago por varias razones. La primera de ellas es su poco esmerada edición en lo relativo a las tipografías de las descripciones de las imágenes, que consistía en una rotulación hecha a mano, probablemente realizada por él mismo de su puño y letra, muy alejada de lo común en las cuidadas colecciones de las demás casas de la época en las que tanto las tipografías como las numeraciones de las series eran algo a lo que se daba gran importancia. Precisamente por ello, la ausencia de una numeración o catálogo supone la segunda gran peculiaridad de esta colección, resultando imposible conocer con exactitud de cuántas postales estaba compuesta la colección, lo que dejará siempre abierta la duda de si existen postales suyas por descubrir.
Probablemente debido a este aspecto descuidado e improvisado de su colección de postales, la figura de Pedro Esperón apenas haya sido estudiada y abordada en los trabajos sobre fotografía histórica, por lo que con esta entrada deseo abrir el camino que permita descubrir más datos de este personaje que editó postales de numerosos lugares de España.
Las imágenes que publicó sobre Toledo se centraban en monumentos representativos de nuestro patrimonio, así como en rincones pintorescos de la ciudad. Probablemente, la más valiosa de las imágenes toledanas de Pedro Esperón es esta vista de la portada del convento de Santo Domingo el Real que tiene como gran particularidad el poder apreciar nítidamente las esculturas de las hornacinas, que desaparecieron por desgracia durante la guerra civil en 1936:
Pórtico del Convento de Santo Domingo el Real (Toledo) antes de la Guerra Civil con imágenes aún en las hornacinas antes de desparecer de la fachada en 1936. Postal de Pedro Esperón. Es interesante la serie de imágenes correspondiente a la plaza de Santa Isabel:
Convento de Santa Isabel y Palacio de Inés de Ayala. Postal de Pedro Esperón Catedral de Toledo vista desde la Plaza de Santa Isabel a inicios del siglo XX. Foto Esperón Estas son varias fotografías de la Catedral:
Trascoro de la Catedral de Toledo. Postal de Pedro Esperón Puerta del Reloj de la Catedral. Postal de Pedro Esperón Interior de la Catedral de Toledo. Postal de Pedro Esperón Puerta de los Leones de la Catedral. Vista de un llamador por Pedro Esperón Transparente de la Catedral. Postal de Pedro Esperón Órgano del Emperador en la Catedral de Toledo. Postal de Pedro Esperón Catedral de Toledo durante la procesión del Corpus en los años 50. Postal de Pedro Esperón Postal de P. Esperón, 1963. Procesión del Corpus La Posada de la Hermandad aparece en esta bella toma:
Posada de la Hermandad a comienzos del siglo XX. Postal de Pedro Esperón. El Hospital Tavera, con su portentoso patio:
Patio del Hospital Tavera. Postal de Pedro Esperón El patio del Alcázar:
Patio del Alcázar. Postal de Pedro Esperón Una bonita vista de la Plaza de Zocodover desde los soportales:
Plaza de Zocodover. Postal de Pedro Esperón La Puerta del Sol:
Puerta del Sol. Postal de Pedro Esperón La Mezquita del Cristo de la Luz no podía faltar en la serie de postales de Pedro Esperón:
Mezquita del Cristo de la Luz. Postal de Pedro Esperón Las Sinagogas, tanto la del Tránsito como la de Santa María la Blanca:
Interior de la Sinagoga del Tránsito. Postal de Pedro Esperón Sinagoga de Santa María la Blanca. Postal de Pedro Esperón Una preciosa vista de la cuesta de los Pascuales:
Cuesta de los Pascuales por P. Esperón El patio del Hospital de Santa Cruz:
Patio del Hospital de Santa Cruz. Postal de Pedro Esperón El Puente de Alcántara aparece en varias tomas:
Puente de Alcántara y Castillo de San Servando. Postal de Pedro Esperón. Archivo Municipal, Ayuntamiento de Toledo. Postal de Pedro Esperón Puente de Alcántara a mediados del siglo XX. Postal de Pedro Esperón El edificio del Ayuntamiento:
Ayuntamiento de Toledo. Postal de Pedro Esperón El Museo del Greco:
Casa del Museo del Greco. Postal de Pedro Esperón Jardines de la casa del Greco, su museo. Postal de Pedro Esperón. Archivo Municipal de Toledo. Una original vista del barrio del Arrabal visto desde la cuesta de la Granja:
Arrabal y Puerta de Bisagra vistos desde la subida de la Granja. Postal de Pedro Esperón Mirad qué bella toma del Convento de la Concepción Francisca:
Convento de la Concepción Francisca. Postal de Pedro Esperón El Puente de San Martín:
Puente de San Martín, postal de Pedro Esperón Cerca de allí, el baño de la Cava y el Cristo de la Vega al fondo:
Baño de la Cava a principios del siglo XX. Fotografía de Pedro Esperón El Monasterio de San Juan de los Reyes:
San Juan de los Reyes visto desde el Puente de san Martín. Postal de Pedro Esperón Claustro de San Juan de los Reyes. Postal de Pedro Esperón San Juan de los Reyes. Postal de Pedro Esperón Como curiosidad final, decir que Pedro Esperón editó también una original serie de postales bordadas dedicada a varias ciudades españolas, entre las que no podía faltar Toledo:
Postal bordada de Toledo, de la colección de Pedro Esperón. Archivo Municipal de Toledo. Con el deseo de que os haya resultado interesante este acercamiento a uno de los editores más peculiares de postales en la historia de la fotografía española, me despido de vosotros hasta la próxima entrada.

viernes, 17 de febrero de 2023

Rudolf Timmermans en Toledo en las primeras horas tras el final del asedio al Alcázar

Pese al tiempo transcurrido y a la ingente cantidad de publicaciones y escritos acerca de lo sucedido en Toledo durante el asedio al Alcázar en 1936, aún existen datos e interesantes biografías de personajes involucrados en aquellos días que todavía no han visto la luz.
Uno de esos personajes, de trayectoria vital corta pero intensa, es el belga Rudolf Timmermans.
Rudolf (también citado como Rodolphe) Timmermans vino al mundo en Amberes el 19 de mayo 1912. Se doctoró en Bonn en 1936 con una tesis de ciencias políticas y jurídicas sobre el tema de la democracia y el Führerstaat (la teoría del estado totalitario nacionalsocialista de Carl Schmitt), que se publicó con el título Studien über Begriffe und Formen des Volksstaates.
Rudolf Timmermans en Toledo en el Paseo del Miradero en las primeras horas tras el final del asedio al Alcázar Interesado por la realidad española, donde llegó a residir durante un tiempo antes de la guerra, Timmermans llegó a Toledo en las primeras horas tras la liberación del Alcázar por parte de las tropas del ejército sublevado. Claramente alineado ideológicamente con el bando liderado por Francisco Franco, en su estancia en Toledo recabó testimonios de los supervivientes del asedio, de los soldados que los liberaron y de los militares que estaban al mando, en especial de José Moscardó, con quien mantenía muy buena relación.
Con ese material, Timmermans publicó a finales de 1936 el libro Die Helden des Alcázar. Ein Tatsachenbericht aus Toledo (Los Héroes del Alcázar). Se trata de un texto que fue publicitado en el diario católico Luxemburger Wort como la “novela más cautivadora del año”.
Publicidad del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans en el diario Luxemburger Wort, 11 de febrero de 1937 Tuvo también reseñas en la prensa española afín al bando insurgente:
Reseña del libro de Rudolf Timmermans "Los Héroes del Alcázar" publicada en el Diario falangista "Proa" (León), 16 de diciembre de 1936 En el libro se incluye un pasaje (pág. 244) en el que el autor explica lo que le movió a viajar a Toledo y escribir la obra:
«No es que me haya ido a España "rápidamente" porque allí "pasa algo" sobre lo que escribir un libro. Conozco y amo España y viví allí durante un tiempo hasta que las condiciones en Barcelona me obligaron a marcharme repentinamente en agosto de este año [1936]. Este libro no es, pues, producto de la casualidad, sino que ya estaba previsto por mis ocupaciones e inclinaciones anteriores, y lo escribí con tanto más gusto por cuanto me dio la oportunidad de retratar la gran humanidad y españolidad que tanto se expresó en los defensores del Alcázar.»
En dicho libro, que adquirí hace un tiempo, se incluye una serie de fotografías de gran valor documental por retratar en primera persona aquellas primeras horas tras la liberación. En varias de ellas aparece el propio Rudolf Timmermans y en otras no, por lo que es difícil saber si el belga se encontraba solo o tenía compañía. Es posible que él tomara algunas de las fotografías y cediera la cámara a otras personas para que apretaran el disparador en aquellas en las que él deseaba aparecer. Nuestro protagonista, que por entonces contaba solo con 24 años, lució en Toledo una larga gabardina y un brillante pelo engominado. Su identificación es posible e inequívoca por la mención expresa que aparece en el pie de foto de la imagen: "Der Verfasser im Gespräch mit Oberstleutnant Tella, dem Oberst- kommandierenden des Frontabschnitts von Toledo, nach der Befreiung des Alcázar", que se traduce como "El autor en conversación con el teniente coronel Tella, coronel al mando del frente de Toledo, tras la liberación del Alcázar". En efecto, Timmermans aparece en el Paseo del Miradero conversando con Heli Rolando de Tella y Cantos, militar franquista que participó en las operaciones de ocupación de Toledo y que fue nombrado gobernador militar de la capital desde la liberación del baluarte hasta el día 22 de octubre.
Heli Rolando de Tella y Cantos (izq) en el Paseo del Miradero conversa con Rudolf Timmermans. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de E. Sánchez Butragueño El libro de Timmermans incluye una buena serie de imágenes tomadas en el Paseo del Miradero, donde vemos al general que dirigió el asalto final para liberar a los sitiados, José Enrique Varela, así como a tropas sublevadas y a un joven soldado llamado Pablo:
El general Varela (centro) en el Paseo del Miradero. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Soldados sublevados en el Paseo del Miradero tras la liberación del Alcázar. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Un jovencísimo soldado sublevado, llamado Pablo, en el Paseo del Miradero tras la liberación del Alcázar. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de ESB. Se incluyen también varias fotografías tomadas en el Alcázar. En algunas de ellas volvemos a ver a Rudolf Timmermans con su larga gabardina junto a soldados:
Rudolf Timmermans entre los escombros del Alcázar tras la liberación del baluarte. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Rudolf Timmermans con gabardina conversa con soldados del bando sublevado en el Alcázar. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Hay en el libro de Timmermans una imagen sobrecogedora en la que vemos, a la izquierda, a un niño entre los escombros de la plaza de Zocodover, absolutamente devastada tras los largos meses del asedio:
Un niño entre los escombros de Zocodover tras el asedio del Alcázar en 1936. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Se insertan en el libro varias fotografías de soldados del bando sublevado entre los escombros y los hierros del desolado edificio:
Soldados sublevados se calientan con hogueras en el Alcázar tras la liberación del baluarte. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueñ Hierros y escombros del Alcázar tras el asedio. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Soldados sublevados entre los hierros y escombros del Alcázar tras el asedio. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Hierros y escombros del Alcázar tras el asedio. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Escultura del furor de Carlos V junto a hierros y escombros del Alcázar tras el asedio. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Hierros y escombros del Alcázar tras el asedio. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Patio con hierros y escombros del Alcázar tras el asedio. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Patio del Alcázar tras el asedio de 1936. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Hierros y escombros del Alcázar tras el asedio. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Hierros y escombros del Alcázar tras el asedio. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Esta es una vista del Alcázar desde el este de la ciudad, en la que se aprecia su ruinoso estado:
Vista del Alcázar destruido tras el asedio de 1936. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Es interesante esta imagen en la que aparecen soldados con visores oteando el horizonte del valle del Tajo:
Soldados del bando sublevado observan el valle del Tajo desde Toledo. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Esta es una imagen del Castillo de San Servando, que debió ser algo editada a mano pues el aspecto del edificio no era exactamente ese:
Castillo de San Servando (foto retocada). Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. En el libro se encuentran tambien varias imágenes que aparecen en otras obras. Me refiero a la arenga de Franco en el patio del Alcázar tras entrar en la fortaleza el 29 de septiembre de 1936 así como una fotografía del compresor que utilizaron los republicanos para alimentar los percutores que excavaron las minas con las que volaron la fortaleza en su intento de lograr la rendición de los sitiados. Lo tuvieron situado en la plaza Mayor junto a la Catedral:
Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Compresor neumático que accionaba las perforadoras de las 2 minas cavadas para volar el Alcázar en la Plaza Mayor. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de ESB Entre las páginas del libro de Timmermans encontramos también esta fotografía de Moscardó:
José Moscardó en una azotea de Toledo tras la liberación del Alcázar. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Como complemento a las imágenes tomadas en aquellos días tras el asedio, el libro incluye varias vistas de Toledo antes de la contienda para que el lector apreciara el grado de devastación que ocasionó el conflicto:
Zocodover antes del asedio al Alcázar en 1936. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Puente de Alcántara antes de 1936. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Patio del Alcázar antes de 1936. Del libro "Die Helden des Alcázar" de Rudolf Timmermans. Editado en 1937 por Otto Walter Limited en Olten (Suiza). Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. La producción literaria de Timmermans relacionada con España no se limitó a este libro sobre el Alcázar, pues algo antes publicó en 1936 la obra Die spanische Revolution. Wie sie ist, warum sie kam, que podría traducirse como "La revolución española. Qué es, por qué vino", en la que viene a explicar o justificar los motivos del alzamiento contra la República, así como el libro titulado General Franco en 1937. Trabajó como editor y traductor, tradujo del francés el libro Portugal: ayer y hoy de Gonzague de Reynold (1938) y publicó también el cuento Aufzeichnungen, Flug und Tod des Geo Chavez ("Notas, vuelo y muerte de Geo Chávez") en 1940, que narra la historia del aviador peruano Jorge Chávez (1887-1910), quien fue la primera persona en sobrevolar los Alpes y murió en un accidente al aterrizar.
La vida de Rudolf Timmermans fue, sin embargo, muy corta. Durante la Segunda Guerra Mundial se encontraba en Italia, donde murió asesinado en los sucesos acaecidos en el asalto al Monte Pantano, cerca de Isernia, el 16 de diciembre de 1943. Contaba con solo 31 años de edad y perdió la vida en uno de los episodios menos conocidos del conflicto mundial en el que las unidades magrebíes del Cuerpo Expedicionario Francés (conocidos como Les Goumiers), en el que el ejército “colonial” y el de la “Francia Libre” aunaban sus esfuerzos, consiguieron derrotar a las tropas nazis para sorpresa de los americanos, que llevaban dos semanas intentando hacerse con el control de la posición. Timmermans debía encontrarse con las tropas alemanas, conociendo su trayectoria literaria y su ideología.
Tras su fallecimiento, su cuento Die Tänzerin y sus relatos Heimkehr. Drei Erzählungen se publicaron póstumamente en 1946.
Hasta aquí esta entrada dedicada a una de las figuras más desconocidas de los sucesos que tuvieron lugar en Toledo en 1936, cuyo rastro no ha sido sencillo seguir, y que pienso que sirve para ir completando el puzzle de nuestra historia a través de la fotografía.
© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall