miércoles, 19 de junio de 2019

El Corpus Christi en Toledo en los años 60 fotografiado por Julián C. T.

Hace menos de un año ya os ofrecí una extensa entrada dedicada a las fotografías realizadas en los años 60 por Julián C. T. y donadas por su familia. En aquella entrega no incluí, de manera intencionada, todas las fotografías: decidí reservarme algunas para el momento apropiado.
Me refiero a las fotografías que D. Julián obtuvo en las procesiones del Corpus de los años 1962 y 1963, que me propuse incluir en una entrada específica en el siguiente Corpus.
Cartel del las fiestas del corpus Christi de Toledo en 1962
Cartel del las fiestas del corpus Christi de Toledo en 1963

Pues bien, el momento ha llegado. Un nuevo Corpus se presenta ante nosotros y Toledo se dispone a ponerse guapa para que miles de personas llegadas de todo el mundo queden enamoradas de por vida de esta ciudad mágica.
Las fotos de Julián C. T. tomadas en 1962 y 1963 salen hoy a la luz más de 55 años después de ser tomadas para conseguir emocionarnos al identificar rostros y reconocer a personas queridas, algunas de las cuales ya no están entre nosotros. También para contemplar la evolución de nuestra fiesta, de ciertos detalles que hoy son diferentes y para regresar a una época diferente que, por unos momentos, parece revivir al observar las fotografías.
Las imágenes son, como digo de 1962 y 1963, y las pondré mezcladas pues la certeza de la datación es en algunos casos algo dudosa (puede que algunas identificadas como de 1963 sean de 1962, y viceversa) y al fin y al cabo lo importante es disfrutar observándolas con detenimiento.
Comenzaré con mi preferida, que muestra a los gigantones del siglo XVIII dispuestos en la Plaza del Ayuntamiento.
Gigantones en el Corpus de Toledo en 1963, plaza del Ayuntamiento.Fotografía de Julián C.T.

Una serie importante de fotos fue tomada en la Calle Alfonso X, junto a hacienda, casualmente el lugar en que siempre veo la procesión con mi familia, por lo que son fotos que me resultan especialmente emotivas. Seguro que reconocéis muchos rostros, y os pido que comentéis la entrada si identificáis a personas, pues esa información es oro y no debe perderse.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1963. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Don Luis García Hinojosa en el Corpus de 1963. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1963. Fotografía de Julián C.T.
Enrique Plá y Deniel en la Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Antonio Riberi, Nuncio Apostólico en España, en la procesión del Corpus de Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Piquete de la Guardia Civil en la Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.

Uno de los detalles que más sorprende ver es la cantidad de tomillo que se esparcía en las calles, muy superior a la de nuestros días. Tal vez por eso os suceda como a mi, que recuerdo el olor con más intensidad en mi niñez que en las procesiones de los últimos años:
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.

Estas están tomadas más cerca de la Plaza de San Vicente:
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.

La esposa de Franco, Carmen Polo, vino al Corpus con cierta frecuencia. Aquí la vemos en uno de esos dos años, saludando a la gente:
Carmen Polo en el Corpus de Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.

Los ropajes de algunos de los participantes en el cortejo previo junto a los gigantones y cabezudos eran por entonces algo más vistosos, con un toque más medieval, incluso renacentista:
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.

La vieja tarasca de madera aparece retratada, antes de que fuera sustituida por una más ligera en 1985:
Tarasca en la Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.

La Plaza de Zocodover, corazón de la ciudad, no podía faltar en el reportaje:
Procesión del Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.

Esta es una vista nocturna de la decoración en la calle Martín Gamero. La noche del miércoles la ciudad bulle con miles de personas recorriendo las calles, sin duda una de las noches más bonitas del año en Toledo:
Decoración para el Corpus Christi en Toledo en 1962. Fotografía de Julián C.T.

Esperando que estas fotos os hayan emocionado y transportado a los años 60, os deseo de todo corazón un Feliz Corpus 2019.

sábado, 1 de junio de 2019

Guillermo Zúñiga retrata la agonía del Tajo en 1974 (y nada hemos mejorado)

Hacía alrededor de dos años que estaba oficialmente prohibido bañarse en el Tajo en Toledo cuando el genial pionero del reporterismo ambiental Guillermo Zúñiga llegó a la orilla del ponzoñoso río para filmar su agonía.
Era el año 1974, con Francisco Franco aún en el poder, y Zúñiga ultimaba la grabación de su documental titulado "El agua en la vida", todo un alegato en defensa del uso racional del agua en una época en la que los problemas ambientales eran poco abordados por los medios.
No en vano, Guillermo Zúñiga es considerado el padre del cine científico en España, aunque su biografía tiene muchos más puntos de interés como más adelante veremos. Conquense de nacimiento, su nombre completo era Guillermo Fernández López Zúñiga y había nacido el 27 de abril de 1909. Marchó joven a Madrid y entre 1919 y 1925 cursó el Bachillerato en el Instituto San Isidro de la capital de España. Su formación universitaria se encaminó a Ciencias Naturales, carrera que estudió en la Universidad Central, licenciándose en 1932.
El estallido de la Guerra Civil le pilla siendo profesor en el actual Instituto Ramiro de Maeztu, entonces conocido como Instituto Escuela, cuando ya había dado comienzo un tiempo atrás su producción cinematográfica. Al ser simpatizante comunista, se involucró con el bando republicano aportando sus conocimientos audiovisuales.
Guillermo Zúñiga
No fue hasta el año 2011 cuando se conoció su importante legado fotográfico obtenido en la contienda civil, gracias a la donación que su familia realizó al estado a través de la Asociación Española de Cine e Imagen Científicas (ASECIC).
De este modo pudimos conocer su trabajo durante la guerra al servicio del bando republicano, rodando los noticieros “España al día” y “Gráfico de la juventud”, que emitía el Servicio de Propaganda del PCE.
Al finalizar la guerra tuvo que exiliarse a Francia, cruzando los Pirineos orientales, sufriendo el recelo del gobierno francés que le confinó en el campo de concentración de Argeles-sur-Mer en condiciones infrahumanas. También pasó por los campos de Bram y Gurs. En aquellos durísimos meses, Zúñiga no dejó de fotografiar la vida de los refugiados españoles, abandonados a su suerte y expuestos a la intemperie. Finalmente pudo salir del campo de concentración, trasladándose hasta Toulouse donde hubo de dedicarse a esculpir figuras en muebles de madera para obtener algún ingreso. Más adelante se trasladó a París.
Al dar comienzo la II Guerra Mundial, Zúñiga volvió a ser detenido y enviado de nuevo al campo de concentración de Gurs, de donde logró fugarse evitando la muerte pues es sabido que desde allí numerosos presos españoles fueron llevados a campos de exterminio alemanes. Nuestro protagonista de hoy logró emigrar hasta Argentina, donde sus amigos Gori Muñoz, Alejandro Casona o Rafael Alberti le consiguieron un trabajo en los Estudios Cinematográficos San Miguel en 1947. En aquel país participó en varios rodajes como “Las aguas bajan turbias” y dirigió “Las Abejas”, ambas en 1951. En 1954 pudo reunirse por fin con su familia. Entre 1953 y 1956 fue profesor de “Producción cinematográfica” en el Instituto Argentino de Arte Cinematográfico, de Buenos Aires.
1957 marca la fecha de su añorado regresó a España, llevando una vida política discreta para evitar problemas. Se convierte en director de la productora UNINCI, en la que trabajaban Paco Rabal, Juan Antonio Bardem o Luis García Berlanga. Entre 1967 y 1972 fue profesor de cine científico en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid. En paralelo, funda su propia productora "Zúñiga Films" en 1964, realizando documentales científicos que le permitieron tener el merecido reconocimiento obteniendo numerosos premios nacionales e internacionales. En 1966 impulsó la creación de la ASECIC (Asociación Española de Cine e Imagen Científicos) que presidió hasta el 2005, año de su fallecimiento a los 96 años de edad en Montalbo (Cuenca).
Gracias a su etapa de madurez, la faceta científica de Zúñiga era bastante conocida, pero sin embargo su labor como fotógrafo de guerra era muy ignorada y ha supuesto una de las más agradables sorpresas en el panorama fotográfico español de los últimos años. Dentro del material donado se encuentran no solo las excelentes imágenes de Zúñiga sino también las fotografías del mítico Walter Reuter con hallazgos tan sorprendentes como el negativo que demuestra autoría de Reuter en la fotografía más célebre tomada a la famosa Gerda Taro fotografiando:
Gerda Taro fotografiada por Guillermo Zúñiga  © Fondo Guillermo Fernández Zúñiga. Foto de Guillermo F. Zúñiga

Pero volvamos a lo que hoy más nos interesa: su trabajo en Toledo en 1974 para denunciar el lamentable estado del Tajo. Gracias a la generosidad de las personas que custodian su legado, hoy puedo ofreceros imágenes inéditas de Zúñiga filmando en nuestra ciudad. Sobrecoge ver el estado del río en aquellos días, absolutamente cubierto de espuma y con sus aguas completamente corrompidas por la contaminación procedente de Madrid a través del Jarama. Es importante contextualizar aquel momento, en el que Madrid crecía sin parar y se industrializaba a un ritmo muy rápido sin apenas control de los vertidos a los ríos. Sin embargo, en las imágenes aún vemos un Tajo caudaloso, pues el trasvase Tajo-Segura no comenzó a funcionar hasta 1979, lo que supuso la auténtica puntilla al río.
Guillermo Zúñiga rodando su documental "El agua en la vida" en Toledo en 1974 © Fondo Guillermo Fernández Zúñiga. Foto de Guillermo F. Zúñiga
Estado del río Tajo en Toledo durante la grabación del documental "El agua en la vida" en 1974 © Fondo Guillermo Fernández Zúñiga. Foto de Guillermo F. Zúñiga

Viendo estas fotografías de 1974, me indigna que nadie con un poco de cabeza no viera (ya en la democracia, a partir de 1976) que poner en marcha el Trasvase iba a suponer un castigo tremendo a un río que ya era un cadáver. Más de 40 años después, vemos los resultados: el Tajo en 2019 es cualquier cosa menos un río. La historia juzga hoy a aquella serie de políticos de cortísimas miras en los gobiernos con responsabilidad y capacidad para haberlo evitado, y los condena como verdugos del río más largo de la Península Ibérica, origen y sentido de nuestra milenaria ciudad. Que la historia no nos condene también a nosotros por no haber luchado por revertir la situación. Al menos yo, no estoy dispuesto a que se me recuerde entre los que, impasibles, consintieron que esta aberrante injusticia se consolidara.
Estado del río Tajo en Toledo (Playa de Safont) en el documental "El agua en la vida" en Toledo en 1974 © Fondo Guillermo Fernández Zúñiga. Fotograma de un documental de Guillermo F. Zúñiga
Estado del río Tajo en Toledo (Playa de Safont) en el documental "El agua en la vida" en Toledo en 1974 © Fondo Guillermo Fernández Zúñiga. Fotograma de un documental de Guillermo F. Zúñiga
Con este pequeño homenaje y mi agradecimiento a Guillermo Zúñiga y sus sucesores -y a mi buen amigo Aku Estebaranz por servir de enlace- y mi admiración por su trabajo científico como pionero divulgador, me despido ofreciéndoos el documental completo "El agua en la vida" en el que aparecen las secuencias grabadas en Toledo.


Para saber más:
- "Zúñiga, el misterio de un fotógrafo olvidado", artículo de Aitor Bengoa en El País.
- "Guillermo F. López Zúñiga científico y fotógrafo" por Pablo Torres.
- Aparece el tesoro de guerra del fotógrafo Walter Reuter, noticia en El País.
© TOLEDO OLVIDADO
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