Curiosidades toledanas

Este post va de curiosidades. Esas que a menudo pasan desapercibidas en una época y que pasados los años son vistas con extrañeza. Otras son situaciones llamativas ayer y también hoy.
Por ejemplo, estas fotografías son del día de la inauguración del monumento al Greco en El Tránsito, tan conocido hoy y que supuso un acontecimiento social. Me encanta el traje de prusiano del señor al lado del cura. Los poderes fácticos, las fuerzas vivas…




En esta foto se muestra una restauración de la torre de la Catedral a principios del siglo XX. Fijaos en las dimensiones de la veleta…¡solo las letras N, S, E y O son casi tan altas como los operarios! Supone también todo un master en prevención de riesgos laborales…


En las estas otras se puede ver “un piso más” en el ábside de Santiago del Arrabal, derribado ya en la foto de más abajo. A veces pensamos que Toledo ha cambiado poco pero si algo me demuestran las fotografías antiguas es que no hay nada más lejos de la realidad. Me sorprende también lo arbolado de la calle en la imagen del centro. Es una excepción a la regla: ahora Toledo está infinitamente más verde (otro día os pongo este tema).





Esta otra toma muestra una procesión en Zocodover y en medio de la plaza un cartel que hoy resulta casi cómico (si lo aplicaran hoy…).


Esta curiosidad deja ver una tradición no muy repetida en Toledo: la colocación de un gran Abeto en Zocodover por Navidad. Data de finales de los 50 o principios de los 60.


Esta otra nos recuerda que Toledo no fue ajena a la moda de los 600 ¡Hasta en la plaza del Ayuntamiento!


P.S.: Este post va dedicado a mi abuela paterna, fallecida ayer y que tantas veces pasó por esta plaza, con y sin Seat 600 aparcados.