El fotógrafo riojano Miguel Marín Chivite nació en Calahorra en 1898 y falleció en Zaragoza en 1978. Aunque no nació en Aragón, se puede decir que desarrolló la mayor parte de su carrera profesional en territorio aragonés. Como fotógrafo, estamos ante un auténtico todoterreno que se caracterizó por desempeñar su actividad en muy variadas disciplinas fotográficas, desde el reporterismo o fotoperiodismo hasta la fotografía industrial, pasando por la fotografía deportiva, la taurina o la de guerra. Es una figura muy relevante en territorio aragónés, siendo el autor de algunas de las imágenes consideradas como más icónicas tanto en Zaragoza como en el resto de aquella comunidad autónoma.
Una buena parte de su carrera se desarrolló tomando fotografías para el Heraldo de Aragón donde llegó a publicar más de 10.000 imágenes desde el año 1925 hasta su jubilación en 1972, aunque también fueron publicadas imágenes de su autoría en diarios y revistas generalistas de tirada nacional, pues a través de su estudio poseía buenas relaciones con muchos colegas y medios.
No es desdeñable tampoco su labor como fotógrafo institucional, pues Miguel Marín Chivite estuvo presente con su cámara en numerosas inauguraciones y visitas oficiales logrando muy buenas fotografías, como por ejemplo demostró en la cobertura realizada durante la visita de Eva Duarte de Perón a la Basílica del Pilar de la capital aragonesa en 1947.
Pero no todo el trabajo de Marín Chivite tuvo lugar en Aragón, y ese es el motivo por el que hoy le dedico esta entrada. Este fenomenal fotógrafo fue uno de los reporteros que entraron en Toledo acompañando a las tropas del ejército sublevado durante la guerra civil en el momento de la liberación del Alcázar a finales de septiembre de 1936. Por ello, en esta semana en que se ha cumplido el 86º aniversario de estos hechos, he decidido compartir con todos vosotros las fotografías publicadas en un libro bastante raro editado en 1937 que hace unos años me regalaron mis buenos amigos Laura Valeriano y Paco de la Torre (¡Gracias!), titulado "El Sitio del Alcázar" y escrito por Joaquín Arrarás y Luis Jordana de Pozas, ilustrado con multitud de fotografías de Miguel Marín Chivite:
Se trata de un libro de marcada tendencia ideológica pro-franquista publicado en plena guerra civil, probablemente uno de los primeros libros de cierta extensión dedicados al asedio del Alcázar. Más allá del contenido de los textos, me centraré en su enorme interés gráfico debido en gran medida a la calidad de las fotografías tomadas por Miguel Marín Chivite que se incluyen en él. Comenzaré por una imagen que tal vez os suene a aquellos seguidores del blog que me seguís desde 2008, pues dicha fotografía protagonizó una de las entradas más antiguas con motivo de uno de los primeros fotomontajes o manipulaciones gráficas de los que se tiene constancia en España. Me refiero a la imagen en la que aparece Franco con Moscardó en el día en que el futuro caudillo entró en la fortaleza recién liberada (29 de septiembre de 1936). Entre ellos estaba el escritor portugués Artur Portela. Sin embargo, tanto en este libro como en multitud de publicaciones de la época, dicha imagen apareció manipulada con maestría, ocultando la presencia del portugués. Sobre las razones de la ocultación de este rostro os recomiendo releer la entrada que publiqué en 2009. La principal novedad que puedo hoy ofreceros es conocer al autor de la imagen, y quién sabe si también de la manipulación: sí, es nuestro protagonista Miguel Marín Chivite.
Esta es la foto original con el rostro de Portela sin ocultar:
Pero sigamos repasando las interesantes fotos de Marín Chivite incluidas en este libro. Son muy impactantes las que retratan a los resistentes del asedio, con sus rostros aún marcados por aquellos dos meses de encierro en condiciones realmente duras:
Otro gran grupo de las fotografías incluidas en este libro y tomadas por Marín Chivite son las que nos muestran el ruinoso estado en que quedó tanto el baluarte como sus alrededores:
Algunos soldados franquistas aún estaban pendientes en esos días de los últimos focos de resistencia republicana en la ciudad, centrados en edificios como el Seminario, el Palacio Arzobispal o el colegio de los Maristas. Es probable que estos de la imagen vigilaran especialmente el seminario:
El libro incluye algunas otras fotografías de diferentes autores como por ejemplo el genial Horace Abrahams (que por sí solo merece otra entrada del blog, pero tiempo al tiempo) y diferentes agencias internacionales. Una buena parte de ellas se corresponde con las tomas que muestran a los militares Franco, Varela, Moscardó o Milans del Bosch recorriendo las ruinas del Alcázar entre la multitud, conscientes de la importancia estratégica y moral de aquella victoria, que a la postre se demostró como determinante en el curso de la guerra por su repercusión internacional:
Como os decía, el libro fue publicado en plena contienda. Al año siguiente de su publicación, Miguel Marín Chivite fue detenido por el bando republicano en 1938 —probablemente por sus tendencias políticas— y fue liberado un año después, al finalizar la guerra. Tras ello, dejó su frenética actividad fotográfica para dedicarse a dirigir la sección gráfica del Heraldo de Aragón, en tareas más administrativas y de coordinación. Ello no significó ni mucho menos que dejara de fotografiar, pues lo siguió haciendo hasta su jubilación al frente del estudio, en el año 1972. Falleció seis años después en la capital maña, en el año 1978, pasando a la historia como una de las obligadas referencias en la fotografía de aquella ciudad.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario
Muy interesante esta penúltima entrada, como todas, que tiene la guinda en la última. Sabíamos que tú le ibas a dar mejor uso al libro que nosotros. Un fuerte abrazo.
Publicar un comentario