viernes, 13 de enero de 2012

Los niños de Toledo

En cualquier época, en cualquier circunstancia, los niños encarnan la ilusión, la alegría, la esperanza de un futuro mejor, la pureza, la inocencia y la sencillez.
Su mirada, directa; su sonrisa, en absoluto forzada; su pensamiento, únicamente centrado en el presente.
Así han sido y así serán. Siempre. Por suerte para el mundo.
Tengo la inmensa suerte de tener dos hijos pequeños. En estos difíciles días, también en lo personal, ellos calman cualquier desasosiego. A ellos va dedicado este repaso fotográfico a los niños de Toledo.

En el siglo XIX los niños tenían por desgracia una infancia corta y a menudo difícil. Enfermedades, falta de alimentos, aguas poco puras, frío...todo ello derivaba en una alta tasa de mortandad infantil. Los que sobrevivían comenzaban a trabajar a corta edad en oficios duros:
Niño aguador en Toledo a finales del siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo

Los afortunados podían dedicarse a ayudar en oficios religiosos:
Monaguillo de la Catedral de Toledo a finales del siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo
Monaguillo de la Catedral de Toledo a finales del siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo
Monaguillo de la Catedral de Toledo a finales del siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo

Los comienzos del siglo XX apenas trajeron novedad alguna para los niños de Toledo. Sin duda el maestro a la hora de inmortalizarlos fue Pedro Román Martínez, un genio del retrato y de las escenas costumbristas:
Niñps frente a los molinos de Saelices a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de ToledoTorreón pentagonal junto a la Puerta del Vado a principios del siglo XX. Fotografía de D. Pedro Román Martínez. Diputación de Toledo, Centro de Estudios Juan de MarianaNiños en el soto del Tajo en Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Niños cogen agua en la Pozuela a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Niños juegan bajo el puente de San Martín a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Niños a la orilla del Tajo bajo el cerro de la Cabeza a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Niños se bañan en el Tajo bajo la Ermita de la Cabeza hacia 1920. Fotografía de Pedro Román Martínez
Niños en una venta de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Niña alimenta una cabra a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Niña en una Venta con un gatito. a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Fuente de Loches (Toledo) en 1929. Fotografía de Pedro Román Martínez
Fuente en Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez. Centro de Estudios Juan de Mariana. Diputación de Toledo
Niños sobre una encina en Toledo a inicios del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez

Otros autores también captaron escenas de niños en Toledo por aquellos años:
Niño aguador junto a la Iglesia de San Justo. Foto Rodríguez
Niños bañándose en el Tajo cerca de la Playa de Safont a comienzos del siglo XX
Un niño en Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Santiago Relanzón Almazán. Ayuntamiento de Toledo
Carro subiendo a Toledo procedente de la Vega Baja a comienzos del siglo XX. Fotografía de Santiago Relanzón Almazán. Ayuntamiento de Toledo
Niño en la Plaza de Zocodover (Toledo) a principios del siglo XX. Archivo de la Revista Life
Niños de un circo ambulante frente al Hospital Tavera de Toledo. Fotografía estereoscópica de principios del siglo XX. Colección Luis Alba. Ayuntamiento de Toledo
Niños juegan en un montón de tierra en Zocodover  en las obras de la plaza del año 1925. Fotografía de Mariano Gálvez. Colección Luis Alba. Ayuntamiento de Toledo
Convento de San Pedro Mártir a comienzos del siglo XX. Fotografía de Santiago Relanzón Almazán. Ayuntamiento de Toledo
Seises del Colegio de Infantes de Toledo el 23 enero de 1932
Seises del Colegio de Infantes de Toledo el 23 enero de 1932
Seises del Colegio de Infantes (Toledo) en 1930. Foto Benitez Casaux para Revista Estampa
Vista de Toledo desde el enorme almez de la Ermita del Valle hacia 1925. Fotograbado de Friedrich Christiansen
Jugando a las canicas en Zocodover. Años 20. Colección Luis Alba. Ayuntamiento de Toledo

Pero aún habían de llegar peores tiempos para los niños toledanos. Tal vez la ruptura más brusca de una infancia sea una guerra, y dentro de ellas lo más detestable es el uso de niños como combatientes. Robert Capa inmortalizó a este niño utilizado como miliciano republicano en medio de un Zocodover asolado en septiembre de 1936:
Niño miliciano en Zocodover. Fotografía de Robert Capa. Magnum

Incluso durante la guerra los niños tampoco perdían la sonrisa:
Niños en la Guerra Civil en Toledo. Septiembre de 1936. Fotografía de Hans Namuth/Georg Reisner

En aquellos nefastos días también la vida se abría paso. Entre los asediados del Alcázar había una mujer embarazada que dio a luz. Al bebé lo llamaron Restituto del Alcázar y fue fotografiado con las autoridades franquistas tras el final del asedio:
Moscardó posa con el niño nacido durante el asedio y llamado Restituto del Alcázar

Tal vez fue la posguerra el periodo más duro para todos, sobre todo para los niños. En algunos retratos puede verse marcado el rastro de la posguerra en los niños de Toledo:
Niño en Toledo en 1949. Fotografía de Sabine Weiss
Niño en Toledo en 1949. Fotografía de Sabine Weiss

Algunos de los mejores fotógrafos de la historia visitaron Toledo en esos años. Henri Cartier-Bresson fotografió a los niños del Hospicio situado en San Juan de Dios:
Niños en un Orfanato de Toledo. Fotografía de Henri Cartier-Bresson en 1963.  Magnum Photo

Poco a poco, a pesar de las dificultades comenzaron a verse más sonrisas entre los niños de la ciudad. De modo bastante representativo, desde los años 40 hasta la transición, las sonrisas infantiles parecían agrandarse según mejoraban las condiciones de vida y se flexibilizaba la dictadura:
Niños sonríen junto a las ruinas del Alcázar de Toledo en 1953. Fotografía de Ira H. Latour. Carl Mautz Vintage Photographs
Niños jugando con espadas en Toledo. Foto Evans, 1955. Revista Life
Niños con espadas típicas de Toledo en septiembre de 1962. Fotografía de Harry Weber. Österreichische Nationalbibliothek
Niños en el Paseo del Miradero de Toledo en 1967. Fotografía de John Fyfe
Niños juegan en un taller de Toledo en 1967. Fotografía de John Fyfe
Niños en una calle de Toledo en 1967. Fotografía de John Fyfe
Niños en el patio de la Señora Paca en la Calle de Santa Leocadia de Toledo en 1967. Fotografía de John Fyfe
Niños en Toledo hacia 1970

Ójala los niños puedan siempre ayudarnos a recordar qué es lo importante en la vida, y que consigamos darles una infancia verdadera y plena, más abundante en tiempo y cariño que en bienes materiales.

11 comentarios

Anónimo dijo...

eres un bocazas...niño utilizado?ese chaval de unos 15 años, llevaria siendo explotado desde casi la mitad de su vida, pero tu sin comprender nada, dices que esta siendo utilizado. ¿y tu que sabras?

Anónimo dijo...

Muy buen trabajo de recopilación fotográfico. La mayor parte de las fotos muestran la pobreza y miseria de los niños españoles. Ropa y caras sucias, semblante sombrío. Que esas épocas tan terribles no vuelvan más!

alicatados man dijo...

Se dice que la cara es el espejo del alma, pero la cara de un niño refleja con toda claridad las miserias y calamidades por las que pasa la sociedad donde vive. Me ha impresionado esta colección de fotos de los críos de Toledo, es magnífica.

Recibe un cordial saludo desde Lepe.

PacoRock dijo...

Original entrada Eduardo. Saludos.

José María Moreno Santiago dijo...

La foto de Pedro Román, de los 3 niños en los escalones, es una obra magistral que llega al corazón, debería exponerse en los museos de forma permanente, si es que alguna vez tenemos un museo dedicado a eso.
¿Os podéis imaginar el éxito de un museo, con estos fondos, en Toledo? para hacerlo con dignidad, para nuestra historia viva, para explicar el porqué de muchas cosas, para saber cómo fuimos, los fundamentos de nuestra existencia... no harían falta ni palabras.
Una y mil veces más, felicidades por esta entrada llena de vida.

Mercedes B.S. dijo...

Eduardo, sigues tan grande como siempre, magnífica entrada que además me ha emocionado por el tema. Resulta que cuando veo fotos como estas no puedo evitar buscar un rostro conocido que se asemeje al que tenía, por ejemplo, mi padre, amante de recorrer la ciudad cada día en largos paseos; es un poco absurdo y seguro que no encontraré una coincidencia, pero me gusta decirme que porqué no iba él a aparecer en una de esas fotos, si tanto ha vivido la ciudad, como cuenta en sus anécdotas personales sin fin sobre Toledo y sus personajes.
Por último, me parece genial la idea de José María (al que también sigo) sobre el museo, ojalá se llevara a cabo.
Saludos a todos.

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

¡Amigo José María!
La creación del Museo de la Historia Fotográfica de Toledo es uno de mis grandes sueños. A veces me sorprendo viajando mentalmente a una gran sala con impresiones a tamaño gigante de las mejores fotografías de nuestra ciudad a lo largo de la historia. Material y medios técnicos existen a día de hoy pues son multitud las fotos escaneadas a altísima resolución. Falta el espacio y la plasmación de la idea. Creo además que sería un museo con una cierta vibilidad económica mediante la venta de grandes posters, murales, vinilos, libros, postales y otros objetos. Tiempo al tiempo.
Para finalizar, sois varios los que me habéis escrito preguntando por qué no borro o contesto el primer e insultante comentario en esta entrada. No lo borraré ni lo comentaré porque hay comentarios y actitudes en la vida que se comentan a sí mismos. La mejor contestación es precisamente no borrarlo.
Un abrazo.

José María Moreno Santiago dijo...

Si no estoy equivocado, salvo alguna rara excepción en Cataluña, de carácter particular, no existe en España ningún museo oficial dedicado a la fotografía con carácter permanente. Nos debería sonrojar el hecho de que en muchos otros países existan varios y desde hace decenas de años, con especialistas en conservación y al servicio ciudadano. De eso no podemos estar orgullosos.

Es obligado citar algún loable empeño en el rescate de las colecciones de los hermanos Rodríguez, de Casiano Alguacil, de Luis Escobar y algunos más.
Pero es poco, es muy poco para los tiempos que vivimos. La fotografía es muy terca en sus argumentos y nada proclive a la imaginación y a la interpretación, son documentos fantásticos que servirían con mucha solvencia a investigadores e historiadores, pero sobre todo a sus ciudadanos, a su vida. Ya va siendo hora que las instituciones apoyen, desarrollen y financien con dignidad iniciativas como la tuya. Estoy contigo: si hace de forma inteligente podría ser económicamente viable. En este aspecto, mucho más viable que otros que existen. Toda la base documental ya la has hecho.

Quizás sea falta de preparación, poca cultura de la imagen, o estimar la fotografía como la hermana pobre del arte. Esto era así, pero ya no, nadie en su sano juicio lo pone en duda, a ver si nos vamos enterando.

Que tu sueño se convierta en realidad, Eduardo. Somos muchos los que te apoyaremos siempre.

Arnedo dijo...

Hola Eduardo,

Qué buen blog, vaya fotografías!

Me ha resultado muy interesante, ya que mi mujer es de Villacañas; tenemos mucha relación con Toledo, claro :)

Un saludo, y enhorabuena de nuevo,

Jose

PD: ¿No te interesaría presentar este blog en modo flipview?

http://josearnedo.blogspot.com


"Si sintiéramos lo mismo que la gente de la Antigüedad al ver una obra de arte, no la dejaríamos en un museo".

JMMG dijo...

Eduardo, José-María, comparto y apoyo vuestro sueño. Una vez más Eduardo, no pares de deleitarnos

ANRAFERA dijo...

Una delicia de documento fotográfico el que nos expones.
Un placer haber llegado a este rincón, pues me encantan estas fotografías e historias.
Saludo cordial.
Ramón

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