En cualquier época, en cualquier circunstancia, los niños encarnan la ilusión, la alegría, la esperanza de un futuro mejor, la pureza, la inocencia y la sencillez.
Su mirada, directa; su sonrisa, en absoluto forzada; su pensamiento, únicamente centrado en el presente.
Así han sido y así serán. Siempre. Por suerte para el mundo.
Tengo la inmensa suerte de tener dos hijos pequeños. En estos difíciles días, también en lo personal, ellos calman cualquier desasosiego. A ellos va dedicado este repaso fotográfico a los niños de Toledo.
En el siglo XIX los niños tenían por desgracia una infancia corta y a menudo difícil. Enfermedades, falta de alimentos, aguas poco puras, frío...todo ello derivaba en una alta tasa de mortandad infantil. Los que sobrevivían comenzaban a trabajar a corta edad en oficios duros:
Los afortunados podían dedicarse a ayudar en oficios religiosos:
Los comienzos del siglo XX apenas trajeron novedad alguna para los niños de Toledo. Sin duda el maestro a la hora de inmortalizarlos fue Pedro Román Martínez, un genio del retrato y de las escenas costumbristas:
Otros autores también captaron escenas de niños en Toledo por aquellos años:
Pero aún habían de llegar peores tiempos para los niños toledanos. Tal vez la ruptura más brusca de una infancia sea una guerra, y dentro de ellas lo más detestable es el uso de niños como combatientes. Robert Capa inmortalizó a este niño utilizado como miliciano republicano en medio de un Zocodover asolado en septiembre de 1936:
Incluso durante la guerra los niños tampoco perdían la sonrisa:
En aquellos nefastos días también la vida se abría paso. Entre los asediados del Alcázar había una mujer embarazada que dio a luz. Al bebé lo llamaron Restituto del Alcázar y fue fotografiado con las autoridades franquistas tras el final del asedio:
Tal vez fue la posguerra el periodo más duro para todos, sobre todo para los niños. En algunos retratos puede verse marcado el rastro de la posguerra en los niños de Toledo:
Algunos de los mejores fotógrafos de la historia visitaron Toledo en esos años. Henri Cartier-Bresson fotografió a los niños del Hospicio situado en San Juan de Dios:
Poco a poco, a pesar de las dificultades comenzaron a verse más sonrisas entre los niños de la ciudad. De modo bastante representativo, desde los años 40 hasta la transición, las sonrisas infantiles parecían agrandarse según mejoraban las condiciones de vida y se flexibilizaba la dictadura:
Ójala los niños puedan siempre ayudarnos a recordar qué es lo importante en la vida, y que consigamos darles una infancia verdadera y plena, más abundante en tiempo y cariño que en bienes materiales.
11 comentarios
eres un bocazas...niño utilizado?ese chaval de unos 15 años, llevaria siendo explotado desde casi la mitad de su vida, pero tu sin comprender nada, dices que esta siendo utilizado. ¿y tu que sabras?
Muy buen trabajo de recopilación fotográfico. La mayor parte de las fotos muestran la pobreza y miseria de los niños españoles. Ropa y caras sucias, semblante sombrío. Que esas épocas tan terribles no vuelvan más!
Se dice que la cara es el espejo del alma, pero la cara de un niño refleja con toda claridad las miserias y calamidades por las que pasa la sociedad donde vive. Me ha impresionado esta colección de fotos de los críos de Toledo, es magnífica.
Recibe un cordial saludo desde Lepe.
Original entrada Eduardo. Saludos.
La foto de Pedro Román, de los 3 niños en los escalones, es una obra magistral que llega al corazón, debería exponerse en los museos de forma permanente, si es que alguna vez tenemos un museo dedicado a eso.
¿Os podéis imaginar el éxito de un museo, con estos fondos, en Toledo? para hacerlo con dignidad, para nuestra historia viva, para explicar el porqué de muchas cosas, para saber cómo fuimos, los fundamentos de nuestra existencia... no harían falta ni palabras.
Una y mil veces más, felicidades por esta entrada llena de vida.
Eduardo, sigues tan grande como siempre, magnífica entrada que además me ha emocionado por el tema. Resulta que cuando veo fotos como estas no puedo evitar buscar un rostro conocido que se asemeje al que tenía, por ejemplo, mi padre, amante de recorrer la ciudad cada día en largos paseos; es un poco absurdo y seguro que no encontraré una coincidencia, pero me gusta decirme que porqué no iba él a aparecer en una de esas fotos, si tanto ha vivido la ciudad, como cuenta en sus anécdotas personales sin fin sobre Toledo y sus personajes.
Por último, me parece genial la idea de José María (al que también sigo) sobre el museo, ojalá se llevara a cabo.
Saludos a todos.
¡Amigo José María!
La creación del Museo de la Historia Fotográfica de Toledo es uno de mis grandes sueños. A veces me sorprendo viajando mentalmente a una gran sala con impresiones a tamaño gigante de las mejores fotografías de nuestra ciudad a lo largo de la historia. Material y medios técnicos existen a día de hoy pues son multitud las fotos escaneadas a altísima resolución. Falta el espacio y la plasmación de la idea. Creo además que sería un museo con una cierta vibilidad económica mediante la venta de grandes posters, murales, vinilos, libros, postales y otros objetos. Tiempo al tiempo.
Para finalizar, sois varios los que me habéis escrito preguntando por qué no borro o contesto el primer e insultante comentario en esta entrada. No lo borraré ni lo comentaré porque hay comentarios y actitudes en la vida que se comentan a sí mismos. La mejor contestación es precisamente no borrarlo.
Un abrazo.
Si no estoy equivocado, salvo alguna rara excepción en Cataluña, de carácter particular, no existe en España ningún museo oficial dedicado a la fotografía con carácter permanente. Nos debería sonrojar el hecho de que en muchos otros países existan varios y desde hace decenas de años, con especialistas en conservación y al servicio ciudadano. De eso no podemos estar orgullosos.
Es obligado citar algún loable empeño en el rescate de las colecciones de los hermanos Rodríguez, de Casiano Alguacil, de Luis Escobar y algunos más.
Pero es poco, es muy poco para los tiempos que vivimos. La fotografía es muy terca en sus argumentos y nada proclive a la imaginación y a la interpretación, son documentos fantásticos que servirían con mucha solvencia a investigadores e historiadores, pero sobre todo a sus ciudadanos, a su vida. Ya va siendo hora que las instituciones apoyen, desarrollen y financien con dignidad iniciativas como la tuya. Estoy contigo: si hace de forma inteligente podría ser económicamente viable. En este aspecto, mucho más viable que otros que existen. Toda la base documental ya la has hecho.
Quizás sea falta de preparación, poca cultura de la imagen, o estimar la fotografía como la hermana pobre del arte. Esto era así, pero ya no, nadie en su sano juicio lo pone en duda, a ver si nos vamos enterando.
Que tu sueño se convierta en realidad, Eduardo. Somos muchos los que te apoyaremos siempre.
Hola Eduardo,
Qué buen blog, vaya fotografías!
Me ha resultado muy interesante, ya que mi mujer es de Villacañas; tenemos mucha relación con Toledo, claro :)
Un saludo, y enhorabuena de nuevo,
Jose
PD: ¿No te interesaría presentar este blog en modo flipview?
http://josearnedo.blogspot.com
"Si sintiéramos lo mismo que la gente de la Antigüedad al ver una obra de arte, no la dejaríamos en un museo".
Eduardo, José-María, comparto y apoyo vuestro sueño. Una vez más Eduardo, no pares de deleitarnos
Una delicia de documento fotográfico el que nos expones.
Un placer haber llegado a este rincón, pues me encantan estas fotografías e historias.
Saludo cordial.
Ramón
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