De entre la larga lista de deudas que la ciudad de Toledo tiene con personajes históricos, ninguna es tan vergonzosa, llamativa, flagrante e inconcebible como la que posee con el líder comunero Juan de Padilla.
Nacido en Toledo en 1490, Padilla lideró junto con su esposa María Pacheco la sublevación de las ciudades castellanas contra Carlos I de España y V de Alemania. Este conflicto -cuyas interpretaciones posibles son múltiples y sobrepasan el alcance de un blog dedicado a la fotografía- desembocó en la Guerra de las Comunidades de Castilla, cuyo episodio final aconteció en Villalar de los Comuneros (Valladolid) con el decapitamiento de los tres principales líderes de la revuelta: el propio Padilla, Juan Bravo y Francisco Maldonado el día 24 de abril de 1521.
Maria Pacheco continuó la resistencia en Toledo durante varios meses más hasta febrero de 1522, pero finalmente hubo de huir a Portugal, donde acabó sus días viviendo de la caridad, falleciendo en Oporto en marzo de 1531.
La casa donde vivió el matrimonio en Toledo fue destruida por orden del emperador, esparciéndose sal -según narran las crónicas- de tal modo que en el solar no volviera a crecer la hierba.
La figura de los rebeldes castellanos volvió a cobrar protagonismo y a ser reconocida, tímidamente en los siglos XVII y XVIII, y masivamente en el siglo XIX como encarnación de la lucha por la libertad, contra el despotismo y el absolutismo.
En Toledo, el reconocimiento a la figura de Padilla comenzó -y terminó- concediendo su nombre a la plaza donde se ubicara su casa. La Plaza de Padilla no ha sido históricamante un lugar muy fotografiado, tal vez por la ausencia de edificios de gran relevancia o de monumento alguno a la figura del comunero. Casi como si se tratara de un lugar maldito, y a diferencia de muchos otros rincones de Toledo, la colección fotográfica que puedo ofreceros de imágenes antiguas de esta plaza puede contarse con los dedos de una mano. Así, hacia 1920, fue el gran Pedro Román Martínez quien tomó esta fotografía de la Plaza donde puede verse al fondo, la Torre de San Román y parte del Convento de San Clemente:
Un poco más tarde -por la escasa diferencia de altura del ciprés que puede verse al fondo a la derecha- y coincidiendo con una replantación del arbolado de la plaza, fue tomada esta fotografía:
Esta foto es de D. Pedro Román Martínez:
En la plaza se situaba en Hospital Provincial de la Misericordia, que cumplió esta función durante varios siglos. En esta imagen puede verse la portada del Hospital de la Misericordia en la Plaza de Padilla:
En fecha no lejana a las primeras se tomó esta fotografía donde puede verse a la izquierda la portada del hospital:
Esta es una imagen aérea de la Plaza:
Aquí vemos otras fotos con resolución escasa pero alto valor documental:
Y hasta aquí alcanza este breve reportaje fotográfico de la Plaza de Padilla. Pero me gustaría ofreceros algunos datos de las -hasta ahora- siempre malogradas iniciativas para la colocación en este lugar de un monumento digno a la memoria de Juan de Padilla. La primera noticia de la que tengo constancia es una carta manuscrita de Juan Martín el Empecinado al Ayuntamiento de Toledo solicitando dicho monumento en 1821. El empecinado lideró en 1821 -tres siglos después de la batalla de Villalar- una expedición para exhumar los restos de Padilla y sus compañeros:
Precisamente en mayo de 1821, el diario El Universal se hacía eco de la carta enviada por el Jefe Político Superior de la provincia al ayuntamiento solicitando un monumento a Padilla por suscripción popular a la que como primer suscriptor aportaba 400 reales:
En 1860, el periódico La Iberia se hacía eco del interés del Ayuntamiento de Toledo en adquirir el precioso cuadro titulado "Los Comuneros de Castilla en el patíbulo" de Antonio Gisbert Pérez. La "maldición" siguió su curso y el cuadro no fue adquirido. Hoy puede admirarse en el Congreso de los Diputados:
En 1926 la Real Academia de Bellas Artes crea una comisión para erigir un monumento a Padilla. Lideraban la iniciativa los señores Aragonés y San Román. De nuevo, todo volvió a fracasar y nada se volvió a saber de esta iniciativa.
En 1930 Vicente Mena Pérez lamentaba de nuevo la ausencia de un monumento al líder castellano en Toledo:
A finales del siglo XX se excavó la plaza para estudiar la viabilidad de la creación de un aparcamiento. Al parecer se encontraron los cimientos de la casa del héroe comunero. De nuevo se perdió esta oportunidad para homenajear a Padilla:
Más recientemente se ha hablado de la creación de un concurso para erigir un monumento conjunto tanto a Padilla como a María Pacheco. Incluso se llegaron a dar fechas (mayo de 2009), pero de nuevo todo parece parado.
¿Estaremos ante un nuevo episodio de La maldición del Monumento a Padilla?
Esperemos que Toledo, pleno corazón de Castilla, cuente algún día, a ser posible pronto, con un monumento a su comunero -y a su esposa- que al menos tenga el mismo nivel que los existentes en Segovia y Salamanca a Juan Bravo y Francisco Maldonado:
Actualización: marzo de 2015. Afortunadamente, desde el 15 de marzo de 2015 la ciudad cuenta por fin con su anhelada estatua dedicada a Juan de Padilla, realizada en bronce por Julio Martín de Vidales y financiada por la Fundación Soliss que tengo la suerte de dirigir. Ha sido un verdadero placer y un honor poder saldar esta deuda a través de mi faceta laboral, y quisiera agradecer a la dirección de Soliss el apoyo que desde un primer momento brindaron al proyecto y el entusiasmo que pusieron en ello, dentro del Premio Bienal de Escultura "Julio Pascual".
La Plaza de Padilla en Google Maps:
Ver Toledo Olvidado en un mapa más grande
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13 comentarios
Bien merecido sea ese monumento, pero como nota anecdotica, quiero contaros que en el Ayuntamiento de Espinoso del Rey ( Toledo ) existe una réplica exacta del cuadro de Gisbert, pintada por Manuel Timoteo Del Pino Arriero.
Me ha comentado un amigo mío que la puerta original de la casa de los Padilla se conserva intacta en una vivienda de Villaseca de la Sagra (a escasos 15 minutos de Toledo). Parece ser que fue trasladada hasta allí junto con bastante material de la casa destruida para restaurar el palacio de D. Juan de Silva.
Yo desconocía por completo este dato, la próxima vez que pase por Villaseca pararé a buscar la vivienda. Incluso creo que sería muy interesante si pudieses añadir unas fotos de la vivienda de Villaseca de la Sagra al reportaje (si te parece bien, es sólo una sugerencia)
La wikipedia además habla sobre este asunto en la historia de la localidad toledana:
http://es.wikipedia.org/wiki/Villaseca_de_la_Sagra
Saludos y gracias, te ha quedado precioso el tema que tuve la suerte de poder elegir esta semana. Muchas gracias Eduardo!!
Buenísimo, no sabía lo del Empecinado, menudo personaje debía de ser: gran guerrero y convencido liberal.
Con respecto al actual proyecto, fuimos muchos los que nos regocijamos con la noticia de la colocación de la estatua. Y con respecto a su retraso quiero creer que se debe a que ha coincidido con estos malos tiempos de crisis económica y tal vez no resulte muy oportuno colocar una buena escultura en bronce que resulta cara, cuando el dinero es más necesario en otros asuntos.
Confío en su colocación, un saludo Eduardo.
Excelente reportaje sobre uno de los personajes de la Historia de Castilla más infravalorados...
Es evidente que Toledo posee un conjunto arquitectónico tan rico, que a ojos del turista pase desapercibido la casa del líder comunero y su esposa, aunque tal vez debieran ser las instituciones las que la pusieran en el sitio que se merece, haciendo una referencia a quienes fueron tanto Juan de Padilla como María Pacheco...
Lo mismo sucede con la estatua conmemorativa, aunque a veces pienso que más que una maldición se trata de desidia no sé si mal intencionada de las instituciones, tal vez, por considerar que este personaje tomado como abanderado por los movimientos comuneros, principalmente durante el siglo XX, pudiera identificarse con un corte político de izquierdas. ¡Absurdo!
Juan de Padilla y María Pacheco forman parte de la Historia de Castilla y de todos y todas las castellanas con independencia de su ideología o posicionamiento político.
Por ello te felicito por recordar en este excelente artículo a dos de los símbolos de nuestra Historia.
Enhorabuena
Muchas gracias a todos por vuestros comentarios,que siempre enriquecen con datos muy curiosos el blog. Habrá que ir a Espinoso y a Villaseca pronto...
Ójala pronto el monumento a Padilla sea una realidad y en Toledo tengamos una cosa menos de la que avergonzarnos.
Buscando un poco he encontrado esta página http://www.diputoledo.es/global/areas/turismo/muni_galeria_de.php?codine=45196&id=012
en la que aparece una foto de la fachada del palacio de los Marqueses de Montemayor y que supuestamente es el palacio reconstruido con los restos de la casa de Padilla. Lo que no queda claro es que la puerta sea la misma que la de la casa del comunero, aunque por estilo y cronología bien podría ser, aunque el escudo es posterior al XVI.
¡¡Qué bueno!!
Gracias Boro. Un abrazo.
Casualmente el otro día me di cuenta de que dentro de la Facultad de Humanidades en la Plaza de Padilla hay un "mini-monumento" a María Pacheco... algo es algo.
No dejeis de luchar por tan justo reconocimiento y homenaje a los comuneros toledanos. Saludos castellanistas.
Por completar alguna información... en los años 60 del siglo XX estuvo situado en el antiguo Hospital de la Misericordia el cuartel de la Policía, llamada entonces "Policía Armada", con su correspondiente cartel de "Todo por la Patria" encima del dintel de piedra. Al lado mismo de ese cuartel funcionó un economato donde se podían adquirir productos alimenticios a precios módicos. En ese mismo lado de la plaza, ya al fondo, y en esas mismas fechas, funcionó una escuela párvulos llamada "Martenal de Santa Isabel", donde muchos niños de la época aprendimos nuestras primeras letras y jugamos felices; responsable de estos párvulos fue la maravillosa maestra doña Lola Ledesma, ya fallecida. Entre uno de los muchísimos niños que pasó por esta escuela está el actual alcalde de Toledo, que para los que fuimos sus compañeros será siempre "Emilianito".
Si se habló de poner un monumento conjunto no se porqué finalmente no se puso cuando se tuvo la oportunidad. No me parece nada justo olvidar la lucha de María Pacheco. ¿Otra mujer más cuya historia no se quiere contar?
Muchísimas gracias por este gran reportaje de "mi"historia. Digo "mi"historia porque yo nací en ese reestructurado Hospital en Cuartel e hice mis primeras incursiones escolares en "La Maternal". Siempre estaré profundamente agradecido a tanta y tanta gente que con tan poco hicieron tanto por Toledo y por España.
Pues parece ser que es la de la Casa Consistorial de ese pueblo.
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