sábado, 29 de enero de 2022

Toledo hacia 1900 fotografiado por Jane Dieulafoy

Aunque hace ya unos años destiné una parte de una entrada del blog a la figura de la interesantísima arqueóloga y fotógrafa francesa Jane Dieulafoy, hoy le dedico una entrada específica que tiene más que merecida. Ello se debe al reciente hallazgo de fotos muy desconocidas suyas que he tenido la suerte de realizar en investigaciones llevadas a cabo en varios archivos franceses como el Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) y la Bibliothèque Nationale de France.
Por lo tanto, lo primero que haré es recordar la biografía de esta mujer verdaderamente adelantada a su tiempo. Jane Dieulafoy, de soltera Jane Henriette Magre, nació en 1851 en Toulouse y falleció en Pompertuzat en 1916. Esposa de Marcel Dieulafoy de quien tomó su apellido, fue una arqueóloga, fotógrafa, escritora y periodista.
Se trata de una auténtica mujer pionera, adelantada a su tiempo, capaz de hacerse pasar por un hombre a lo largo del mundo para poder viajar y conocer a fondo culturas tan machistas como las de entonces en países tan exóticos como Persia (actual Irán).
Jane Dieulafoy hacia 1895 fotografiada por Eugéne L. Pirou Nacida en una familia de ricos comerciantes, Jane se forma en el Convento de la Asunción de Auteuil, donde recibió una educación clásica mostrando un gran talento para el dibujo y la pintura. En 1869 dejó el convento y comenzó su relación con Marcel Dieulafoy, Ingeniero de Caminos, quien también era un apasionado del arte y la arqueología. Se casaron el 11 de mayo 1870. Durante la Guerra Franco-Prusiana, Marcel fue nombrado capitán de ingenieros del ejército y Jane se niega a separarse de él participando en todas las operaciones disfrazada de soldado.
Marcel Dieulafoy Entre 1881 y 1882 hicieron realidad uno de sus viejos sueños: ir a Persia, a petición del Departamento de Instrucción Pública y Bellas Artes, en la búsqueda de los orígenes de la arquitectura occidental. Marcel y Jane se embarcaron en Marsella rumbo a Estambul, y luego cruzaron el Mar Negro en una nave rusa hasta Poti. A continuación, montaron a caballo todo el camino, viajando desde Tiflis durante catorce meses por los caminos de Persia. Jane fotografió todos los monumentos, mezquitas y puentes que llamaron su atención. Se integraron en la sociedad y cultura persa para conocerla a fondo, describieron los los caravasares y las ciudades por las que pasaron en caravanas, a veces corriendo grave peligro. Escribió sobre la historia del país y la gran miseria de la sociedad y la crueldad de sus líderes, así como sobre el refinamiento de las costumbres y su deliciosa gastronomía. Combinó en sus libros una equilibrada mezcla de descripción, anécdotas y recuerdos históricos siempre con ingenio y precisión. Criticó con decepción el estado en que se encontraba la legendaria ciudad de Isfahán cuyas joyas estaban medio destruidas y abandonadas. También escribió en detalle sobre su larga estancia entre los armenios de Julfa y la persecución que sufrían. En esta estancia en países musulmanes Jane Dieulafoy hubo de retomar su costumbre de vestirse como un hombre para no poner en riesgo su vida cortándose el pelo para seguir a su marido en sus viajes. Este hábito le valió gran fama.
Sus vivencias en este gran viaje fueron publicadas entre 1883 y 1886 en Le Tour du Monde con un gran éxito.
En 1883 la pareja deja Persia para investigar la ciudad de Susa, antigua ciudad de los imperios Elamita, Persa y Parto. Descubren el Friso de los Leones, la barandilla del Palacio de Artajerjes y finalmente, el Friso de los Arqueros informando de ello a Francia para ser exhibidos en el Louvre. Así, el 20 octubre de 1886, se inauguraron las dos "salas de Dieulafoy" recibiendo por ello Jane Dieulafoy la distinción de la Legión de Honor.
En 1888 publicó su diario sobre sus excavaciones en Susa. En 1890 publicó su primera novela y compuso una ópera basada en el libro estrenada en el Teatro Arena de Béziers en 1902.
Tras publicar varias novelas y cuentos con menor éxito decidió volver exclusivamente a la literatura de viajes y estudios históricos.
Como arqueólogos, a pesar de su éxito y su fama, el matrimonio no logró obtener nuevas misiones en países lejanos por lo que entre 1888 y 1914 exploran culturas más cercanas. De este modo viajaron a España en muchas ocasiones dedicando el resto del tiempo a una vida plácida y mundana en París, donde ella solicitó y recibió el permiso para ejercer su travestismo y ser capaz de vestirse como un hombre de modo habitual.
Jane Dieulafoy fotografiada por Paul Marsan "Dornac" Al llegar la I Guerra Mundial abogó públicamente por la integración de las mujeres en las fuerzas armadas. En 1914 Marcel es movilizado como Coronel de Ingenieros y enviado a Rabat. Jane lo sigue y allí dirige el trabajo de limpieza de la mezquita de Hassan, y tenía previsto ir a explorar la ciudad romana de Volubilis cuando por el grave deterioro de su salud debido a la disentería se vio obligada a regresar a Francia. Murió el 25 de mayo de 1916 en la finca familiar de Langlade.
Las fotografías que he podido localizar recientemente nos hablan de una excelente fotógrafa (es creencia generalizada entre los investigadores que la gran mayoría de las fotografías que la pareja tomó fueron realizadas por Jane por lo que estamos ante las fotografías con firma femenina más antiguas jamás tomadas en Toledo), que si bien mostraba un evidente interés por asuntos arqueológicos y patrimoniales, no desdeñaba las fotografías de tinte más humanista en las que personas corrientes protagonizaban las escenas. Sirva como ejemplo esta maravillosa fotografía de la Plaza de San Justo, con las mujeres y niños que rodeaban junto con sus cántaros la fuente allí situada. Al fondo aparece la Catedral en una estampa realmente bella:
Fuente en la Plaza de san Justo hacia 1900. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France De marcado aire costumbrista son estas dos escenas tomadas frente al Palacio de los Toledo, junto al pasadizo de Balaguer:
Palacio de los Toledo frente al pasadizo de Balaguer. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) Palacio de los Toledo frente al pasadizo de Balaguer. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) El bullicio de la calle Ancha no pasó desapercibido para Jane y Marcel Dieulafoy:
Calle Ancha o Calle Comercio. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) La belleza de la calle de Santo Tomé, siempre atractiva, también cautivó a la francesa:
Calle de Santo Tomé. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) Esta es una excelente vista del Ayuntamiento:
Ayuntamiento hacia 1900. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France El Hospital de Santa Cruz, parada obligada de cuantos se interesaban por los edificios de nuestra ciudad:
Hospital de Santa Cruz. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) Portada del Hospital de Santa Cruz hacia 1900. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France Patio del Hospital de Santa Cruz. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) Detalle de la decoración de la portada del Hospital de Santa Cruz. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) Dos bellísimas escenas tomadas en las inmediaciones del Baño de la Cava:
Baño de la Cava. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) Baño de la Cava hacia 1900. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France Una vista muy buena del Puente de Alcántara, en la que se aprecia perfectamente una higuera creciendo entre los sillares del puente. Es algo que periódicamente sigue sucediendo en nuestros días y que nunca dejará de maravillarme... ¿cómo es posible que estas higueras prosperen sin suelo, sustentándose únicamente con la humedad del interior del puente y nutriéndose de las sustancias contenidas en las rocas y morteros del monumento?
Puente de Alcántara con una higuera en los sillares hacia 1900. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France El imponente patio del Hospital Tavera:
Patio del Hospital Tavera. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) Algunos detalles de la Catedral:
Puerta del Mollete o del Niño Perdido de la Catedral de Toledo. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) La Puerta de Bisagra. Se aprecia perfectamente que en su parte derecha el monumento se asentaba sobre terreno inestable y echadizo, con un importante desnivel hacia la bajada. Es algo que probablemente influyó en el hundimiento acaecido en 1946 y que en la actualidad no se aprecia debido al relleno y nivelado que se realizó para abrir al tráfico rodado la calle que la bordea:
Puerta de Bisagra. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) La Puerta del Sol no podía faltar. El edificio más fotografiado de Toledo en el siglo XIX suma con esta imagen un nuevo nombre en la lista de ilustres fotógrafos que se vieron atrapados por su magnetismo y belleza. ¡Qué pena que en nuestros días lleve ya casi 2 años rodeada de vallas de obra y tuberías tiradas junto al muro que linda con el Cristo de la Luz!:
Puerta del Sol. Álbum de Jane y Marcel Dieulafoy con fotos de Toledo hacia 1900. Institut National d’Histoire de l’Art (INHA) La capilla del Corpus Christi de la Iglesia de San Justo:
Interior de la Iglesia de San Justo hacia 1900. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France Algunos artesonados de la ciudad:
Artesonado. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France Artesonado de la casa de Mesa?. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France Artesonado de la casa de Mesa?. Del álbum d'Espagne, du Portugal et du Roussillon, par Marcel et Jane Dieulafoy. Bibliothèque Nationale de France Para finalizar, recuerdo algunas fotos más que ya publiqué en su día, incluidas en el libro De Tolède a Grenade escrito por Madame Jane Dieulafoy para la colección Le Tour du Monde. y publicado en 1905, que en el capítulo dedicado a Toledo, hace una pormenorizada descripción de la ciudad y en él se incluyen preciosas fotografías, muchas de ellas probablemente tomadas por ella.
Mi preferida es esta vista de la subida al Castillo de San Servando, justo al lado del actual restaurante "La Cubana", que por entonces no era más que un chamizo.
Subida al Castillo de San Servando junto al actual Restaurante la Cubana junto al Puente de Alcántara. Publicada en De Tolède a Grenade por Jane Dieulafoy  para Le Tour du Monde en 1905
Aquí tenemos una preciosa fotografía de un mendigo, si bien se trata de un error pues no es Toledo sino otra ciudad castellana, Ávila, en concreto la Iglesia de San Vicente:
Un mendigo en Toledo. Publicada en De Tolède a Grenade por Jane Dieulafoy  para Le Tour du Monde en 1905

Esta es una vista del Palacio de Inés de Ayala en la Plaza de Santa Isabel:
Palacio de Inés de Ayala en la Plaza de Santa Isabel. Publicada en De Tolède a Grenade por Jane Dieulafoy  para Le Tour du Monde en 1905

Hasta aquí este repaso al Toledo de alrededor de 1900 de la mano de una mujer realmente especial, dotada de un valor y una sensibilidad que hizo historia. Espero que estas fotos recién descubiertas os hayan gustado tanto como a mí.

3 comentarios

Sagitarius52 dijo...

Qué mujer tan admirable. Cuántas se tuvieron que ocultar con pseudónimos masculinos...

Irena Ochlewska Fernández dijo...

Extraordinario, como siempre...

Gustavo Barral dijo...

Eduardo, en general tu blog es un aporte de la historia de Toledo grandioso! Gracias por la recopilación de historias y fotografías.

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