Su nombre era Jean Dieuzaide aunque le gustaba que le conocieran como Yan de Toulouse o simplemente Yan. Nació en la localidad francesa de Grenade el 20 de junio de 1921 y falleció en Toulouse el 18 de septiembre de 2003. Es considerado uno de los fotógrafos franceses más talentosos del siglo XX, por su capacidad para capturar la vida con realismo y belleza de forma simultánea, algo que no es sencillo.
Sus orígenes familiares fueron humildes: era hijo de un funcionario de correos que fue quien le inició en el mundo de la fotografía, pero lamentablemente falleció cuando Jean y su hermano eran unos niños, de modo que fue su madre quien hubo de llevar en solitario la crianza y mantenimiento de toda la familia. Para ello tuvieron que mudarse al mundo rural, algo que marcó a Dieuzaide de por vida de forma positiva: siempre valoró y defendió a las gentes que se ganan la vida en el campo, llegando a declarar en una entrevista lo siguiente: “Cada vez que tengo la ocasión de ir al campo, fotografío a la gente de la tierra. No olvido todo lo que les debo. Entrevistar a un campesino o un pastor, es una gran lección”.
Ese amor por el campo estuvo muy presente en su obra fotográfica, de modo que en sus viajes por países como España, Portugal y Turquía inmortalizó magistralmente la vida del mundo rural de estos lugares, demostrando en sus imágenes una complicidad y una empatía con las personas fotografiadas que conmueve al espectador.
Sus comienzos profesionales estuvieron marcados por un hito: su genial trabajo en un reportaje sobre la liberación de Toulouse durante la segunda guerra mundial en agosto de 1944 le valió para darse a conocer. De hecho, Dieuzaide fue en aquel evento el primer fotógrafo en realizar un retrato oficial a Charles de Gaulle. Algo después, en 1946, Jean Dieuzaide se incorporó a la prestigiosa y renombrada agencia Rapho y también colaboró con varios periódicos.
Fue en el año 1951 cuando nuestro protagonista de hoy se independizó profesionalmente como fotógrafo autónomo en la ciudad Toulouse. En aquella etapa de la década de los años 50, Dieuzaide recorrió España en un intenso viaje en el que logró capturar magistralmente numerosos detalles de la vida de nuestro país por aquel entonces, imágenes que constituyen hoy un tesoro documental por el realismo y la belleza con la que fue capaz de captar la vida en España en esa época. En España conoció a Salvador Dalí y con él obtuvo una de sus imágenes más icónicas en 1953: un retrato del genial pintor que es hoy uno de los más conocidos, donde le vemos sumergido en agua hasta el cuello.
Pero vayamos ya al resultado de su paso por Toledo: las imágenes de Yan obtenidas en nuestra ciudad alrededor de 1955. En mi opinión, la foto más bella que Jean Dieuzaide logró en Toledo es esta joya que nos muestra a unas sonrientes niñas en el Callejón del Sacramento, una de las callejas perpendiculares a la calle del Pozo Amargo. No me digáis que no es una absoluta delicia para la vista:
Una de sus fotos más bellas es esta que nos muestra el Cristo de Santo Tomé, esculpido por Tomás Gimena tras la guerra civil (el original fue destruido en la contienda):
Jean Dieuzaide pasó por el mercadillo del Martes en Zocodover, donde obtuvo esta sensacional foto de una vendedora de encajes:
Es bellísima también esta vista de unos carros tirados por burros aparcados justo enfrente de las Torres de la Reina, muy cerca de Bisagra:
Mirad qué bella imagen de la Mezquita del Cristo de la Luz:
La sinagoga de Santa María la Blanca:
San Juan de los Reyes en una serie de bellísimas imágenes:
Otra joya gótica retratada por Yan fue la capilla del Condestable de la Catedral:
Aquí vemos la reja de la capilla Mozárabe de la Catedral, obra del gran Julio Pascual:
La sillería del Coro de la Catedral:
Sin salir del coro, Dieuzaide retrató la bellísima Virgen Blanca:
Una bellísima toma del Altar Mayor de la Catedral:
Estos son los jardines del Museo del Greco:
Unos cantaores de flamenco toledanos en plena acción:
Para finalizar, un patio toledano de una casa por identificar:
Hasta aquí (de momento, pues la búsqueda nunca la doy por concluida) las fotos toledanas de este portento de la historia fotográfica francesa, que formó parte del célebre grupo fotográfico Les XV y del Club 30 x 40, uno de los máximos exponentes grupales de la denominada fotografía subjetiva. Una de sus obsesiones fue siempre reivindicar y promover la fotografía entendida como arte, así como reclamar la preservación del patrimonio fotográfico francés. En esa lucha fundó en 1963 el Grouppe Libre Expresion, siguiendo el camino abierto por Otto Steinert. En el año 1974 Jean Dieuzaide abrió la primera galería dedicada en exclusiva a la fotografía en Francia con el nombre de Galerie Municipale du Château d'Eau en Toulouse, institución que custodia actualmente sus fondos. Fuera de Francia también logró un gran reconocimiento, de modo que en 1994 fue nombrado miembro distinguido de la Royal Photographic Society en Londres. Entre los premios y distinciones que obtuvo cabe destacar el Premio Niépce de 1955 y el Premio Nadar de 1961, así como el nombramiento como caballero de la Orden nacional del mérito en 1966 y oficial de la Orden de las Artes y las Letras en 1981.
Como veis, para Toledo y los toledanos es otro auténtico lujo poder presumir de ciudad por haber atraido a alguien como Yan y disfrutar del resultado de su estancia aquí en forma de inolvidables fotografías.
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Un referente de nuestra sociedad e historia.
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