Hablar de Juan Pando Barrero es hacerlo sobre uno de los más grandes fotógrafos que dio nuestro país en el siglo XX.
Nacido el 13 de abril de 1915 y fallecido a la edad de 78 años el 10 de agosto de 1992, Juan Miguel Pando Barrero pertenecía a una familia de artesanos y tipógrafos.
En su juventud trabajó como ayudante de botica y electricista antes de ingresar, a la tempranísima edad de 16 años, en el estudio del célebre fotógrafo Mariano Moreno, probablemente en aquel entonces el más reconocido fotógrafo de arte de Madrid, del que llegó a convertirse en primer ayudante. En 1935 logró algo realmente notable: ser contratado por la prestigiosa agencia Associated Press, gracias a sus fotografías sobre maniobras militares en Hoyo de Manzanares y otras tomadas en las capeas en Illana (Guadalajara).
Al estallar la Guerra Civil, Pando empezó a documentar el conflicto desde el lado republicano, siendo testigo directo, entre otros, de episodios como el de la defensa de Madrid. Probablemente, estas palabras escritas por su propio hijo sean las que mejor describen la excepcional labor fotográfica que Pando Barrero desarrolló en aquella maldita guerra:
"Sus originales sobre la retirada de las familias campesinas desde Talavera de la Reina; la lucha en la sierra de Guadarrama -donde desapareciera, en acción de guerra, su hermano José Luis, suboficial de la Brigada Topográfica-, así como el seguimiento que hizo, siempre ecuánime, nunca dogmático o morboso, del asedio de Madrid, son de lo mejor del género fotoperiodístico de entonces. Su imagen de una veintena de niños, a los que arenga un joven líder de 12-13 años, para que todos perseverasen en la construcción de fortificaciones en un solar colindante con el cine Colisevm, en vísperas de la capitulación de la capital (febrero de 1939) es pasmoso cuadro de espontaneidad y grandeza yuxtapuestas. Aquellas “Últimas tropas de la República” no jugaban a la guerra ni pretendían ser militares. Pero se consideraban “hombres” y por eso cavaron trincheras, como refuerzo de la idea de resistencia, que veían en sus padres y vecinos, reiterada en carteles y emisiones radiofónicas."
Lo cierto, es que existe un claro consenso entre los especialistas a la hora de considerar a Pando como uno de los mejores fotógrafos españoles durante la Guerra Civil, al tratarse en buena medida de un adelantado a su tiempo al retratar el conflicto desde un punto de vista casi más humanista que el simplemente periodístico, con imágenes llenas de sensibilidad sin perder la necesaria capacidad narrativa que exigía su puesto como corresponsal gráfico. Todo ello cobra especial valor al tratarse de imágenes tomadas por alguien que contaba solo con 21 años en 1936. Sus trabajos aparecieron publicados en el ABC de Madrid (en su periodo pro-republicano) y los diarios Ahora y La Voz.
El Museo Reina Sofía contiene una excelente muestra de sus fotografías tomadas durante la guerra. Cerca de Toledo tomó esta imagen, incluida en la citada serie:
Tras la guerra, Pando crea una agencia fotográfica con su propio nombre ("Agencia Pando"), ofreciendo no solo trabajo sino también refugio a algunos fotógrafos y periodistas que corrían el riesgo de ser perseguidos o de tener serios problemas políticos con las nuevas autoridades del régimen franquista.
Finalizada II Guerra Mundial, retomó la fotografía artística, ampliando su trabajo a campos industriales y publicitarios. Consiguió hacerse un nombre muy reconocido como fotógrafo de arquitectura, arte e industria lo cual no debe ocultar su extraordinaria labor como fotógrafo humanista, maestro del reporterismo etnográfico y paisajístico, sin olvidar sus fotografías en ciudades monumentales como Toledo.
Mención especial merecen sus fotografías obtenidas en Marruecos, especialmente a partir de su visita a Tetuán en 1949, donde probablemente su faceta artística alcanzó las mayores cotas.
Pese a la tremenda calidad de su trabajo, Pando no publicó libro alguno con sus obras, limitándose a montar una gran exposición titulada “Fotografía, Luz y Vida”, a través del diario Pueblo el 19 de abril de 1968.
Su obra se encuentra actualmente dividida en varios fondos, destacando los 132.000 negativos de temas arquitectónicos e industriales; más otros 10.700 negativos de sus viajes por España y Marruecos- conservados en el Instituto del Patrimonio Cultural de España en Madrid, incluidos en el denominado "Archivo Pando", además del anteriormente mencionado legado que custodia el Museo Reina Sofía.
En Toledo trabajó en numerosas ocasiones tras la guerra civil, abordando temáticas muy diferentes que intentaré resumiros en esta selección de imágenes.
Comenzaré por las más monumentales y paisajísiticas que retratan la ciudad y sus edificios más notables:
Pando realizó un extenso reportaje de la Universidad Laboral "Blas Tello" muy cerca de su inauguración en 1972:
Finalizaré con una serie espectacular de fotografías de moda, probablemente de la firma Cortefiel, donde modelos masculinos y femeninos posaron en los años 60 en algunos de los lugares y monumentos de la ciudad que todos reconoceréis. Son fotos impagables de una calidad técnica que roza la perfección:
Como creo que habréis podido comprobar, estamos ante un verdadero genio de la fotografía que nos dejó uno de los más extensos registros que se conocen. Pocos fotógrafos fueron tan polifacéticos como Pando Barrero, capaz de dejar para la historia desde imágenes magistrales de la guerra civil, hasta elegantes posados de moda con la ciudad como testigo, pasando por excelentes fotografías de nuestros monumentos.
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1 comentario
Hola...llevo años buscando referencias y familiares de mi abuelo, Leopoldo López Pando. No conservo fotografia alguna de él, pero a través de mi madre se, que fue director de la Telefónica en Toledo desde 1.910 hasta su traslado a Madrid en 1.929. Fallecio el último año de la guerra civil en la Telefónica de la Gran Via en Madrid. Me gustaría, si es posible, saber el parentesco que nos une. Muchas gracias!!!
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