La que fuera casa original de Rodrigo Niño Lasso, señor de Añover y miembro de la Orden de Santiago, situada junto a la Iglesia de San Lorenzo es conocida desde el siglo XVIII como casa o palacio de Munárriz, en honor a D. Andrés de Munárriz, capiscol y obrero mayor de la Catedral Primada bajo cuyo mandato se fundió la célebre campana gorda.
El edificio original fue encargado por Rodrigo Niño hacia 1536. Enrique Egas trazó el patio y se contrató como escultor a Pedro de Egas y como canteros a los granadinos Juan de Aysera, Pedro Muñoz y Francisco de Medina. Sin embargo los incumplimientos del contrato llevaron a que fuese Alonso de Covarrubias quien se hiciera cargo en 1539 de las obras así como de la ejecución de los capiteles y columnas de mármol del patio.
El portentoso edificio tuvo diversos dueños e inquilinos desde entonces, destacando la presencia en él de José Francisco Aizquibel -o Aizkibel- Epelde, escritor y lexicógrafo vasco (Azcoitia, 1798- Toledo, 1865) que vivió en el Palacio de Munárriz durante años.
Existió hasta hace pocos años en este edificio una placa bilingüe escrita en castellano y en vascuence recordando este hecho, colocada el 25 de mayo de 1996 por la Real Sociedad Bascongada de Amigos de País, pero fue retirada por razones que desconozco.
La fotografía más antigua del Palacio de Munárriz es esta vista estereoscópica tomada por Pedroso y Leal hacia 1863:
Poco después del fallecimiento de Aizquibel Epelde da comienzo el progresivo deterioro y abandono del edificio, que desde entonces y hasta mediados del siglo XX sufrió un lamentable expolio que prácticamente acabó con él. De este modo fue tristemente desmantelado, siendo desmontado el patio de Covarrubias cuyas cuarenta columnas terminaron en París, fueron desmontados los artesonados para ser vendidos a subasteros y constructores y fueron retiradas las soberbias ocho rejas de Domingo de Céspedes que lo adornaban.
Aunque es solo una hipótesis, es sospechoso que en la imagen más antigua, obtenida por Fernando González Pedroso se aprecie a personas en el patio en lo que podría ser el inicio del desmantelamiento, y además este fotógrafo tuviera como principal actividad la de subastero ofreciendo entre sus servicios incluso el de carros para el transporte de materiales.
A comienzos de siglo fue fotografiada en varias ocasiones la preciosa portada renacentista típicamente toledana de frontispicio de vuelta redonda:
Un detalle decorativo:
También fueron fotografiadas otras partes del exterior de la casa contigua, denominada "Casa del Jardín" y que fue propiedad de la misma familia:
Me queda la duda (admito opiniones) de si esta vista está tomada desde el interior del ruinoso palacio. Si no lo es, desde luego está realmente cerca:
A mediados del siglo XX el estado de ruina del edificio hizo que la portada hubiera de ser apuntalada, lo cual facilitó que se concediera permiso para su venta y traslado a la entrada del Cigarral del Santo Ángel Custodio, donde puede ser hoy admirada:
En la década de los 50 el afamado arquitecto Fernando Chueca Goitia se encarga de la rehabilitación y reconstrucción del edificio para usarlo como vivienda personal. En 1959 fueron tomadas las siguientes fotografías de las obras en las que destaca la ausencia de la portada, ya trasladada al Cigarral del Ángel:
La restauración no escatimó en materiales y si bien el edificio primitivo prácticamente desapareció, hoy puede decirse que el actual es uno de los edificios más bellos de esta zona de la ciudad, con una portada en piedra similar a la original y terminaciones de excelente calidad -son formidables las rejas- tanto en el exterior como en el interior del palacio. Se trata de una más de las diferentes actuaciones de recuperación de espacios históricos degradados que este arquitecto emprendió, entre las que destacan la Torre del Hierro, el Palacio de Galiana o el Colegio Sadel.
Aquí vemos al arquitecto en el palacio:
El Palacio de Munárriz en Google Maps:
Ver Toledo Olvidado en un mapa más grande
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6 comentarios
Te animo a que escribas una estrada de la Fabrica de Armas, me parece un sitio espectacular. Un saludo
Un humilde comentario a lo que se afirma al final del post, respecto a que, entre las intervenciones del arquitecto Fernando Chueca Goitia en Toledo, se encuentra la remodelación del edificio Sadel. Creo que se trata de un error ya que el colegio que se encontraba en el edificio reconstruido a finales de los años 70 entre las calles Trinidad y Alfonso XII, era el colegio Santa María de los HH Maristas.
Lo sé de buena fuente porque yo estudié allí hasta el último año de funcionamiento en esa ubicación, antes de trasladarnos a su ubicación actual en Buenavista. Es decir, que tengo el honor de poder decir que viví aquel cambio.
El colegio Sadel estaba en el edificio de al lado de éste, al final de la calle Trinidad, casi en la plaza del Salvador.
Saludos y gracias por el magnífico trabajo para recuperar la memoria de los toledanos.
Una casa realmente grandiosa, llama la atención mucho cuando pasas por ahí. Y la casa que mencionas, La Casa del Jardín, ha sido reformada y luce espectacular sus yeserías en la parte alta de la fachada. Es una zona bastante desconocida, incluso para los toledanos. Recomiendo hacer un recorrido por la Calle San Lorenzo, partiendo desde el Palacio de Munárriz, pasar por la Casa del Jardín, la abandonada iglesia de San Lorenzo, y subir después por la izquierda (bordeando una finca abandonada rodeada por un muro pavoroso) para luego girar a la derecha y acceder por las escaleras hasta la famosa plaza "escondida", para poder contemplar las impresionantes vistas.
Que bien que alguien conserve todos estos archivos historicos y, más importante, los haga públicos
¿Qué se recuperó con el colegio Sadel? A mí me parece que se destruyó demasiado para construir ese colegio, que rompe completamente el estilo toledano. El colmo es el estilo segoviano de su decoración exterior. En resumen, un atentado urbanístico contra Toledo.
Muy interesante el antes y el después del lugar. Que bueno que se conservaron estas imágenes.
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