viernes, 23 de junio de 2023

Toledo en 1890 y 1903 fotografiado por Benjamin West Kilburn

Hace ya bastante tiempo publiqué una entrada dedicada a una curiosa foto tomada en Toledo por Benjamin West Kilburn. Unos 13 años después vuelvo a traer al blog a este curioso autor para ofreceros la totalidad de su obra toledana, una de las más particulares de la parte decimonónica de la fotografía en Toledo. Como indicaba en aquella entrada, Benjamin West Kilburn fue un peculiar fotógrafo y montañero, de aspecto algo extravagante, que nació el 10 de diciembre de 1827 en Littleton (New Hampshire, EE.UU.) y falleció el 15 de enero de 1909. Es un autor que resulta aún famoso en su país por haber sido uno de los fotógrafos pioneros en retratar el nacimiento de la nación americana, así como por haber inmortalizado momentos históricos como las masivas migraciones allí acaecidas en la segunda mitad del siglo XIX o lugares emblemáticos como los grandes y famosos parques nacionales estadounidenses.
Benjamin fue hijo de Josiah Kilburn, un fundidor de hierro que fabricaba estufas. En su juventud, se formó como maquinista en Fall River (Massachusetts) a los 16 años. Cuatro años más tarde, el joven Benjamin regresó a Littleton para convertirse en socio de su padre en la fundición denominada Josiah Kilburn & Son.
Llegada la guerra civil norteamericana, Kilburn fue sargento en la Compañía D del 13º regimiento de Infantería Voluntaria de New Hampshire, y participó con su unidad en la Batalla de Fredericksburg en Virginia.
Como montañero, está documentada su actividad en Mount Washington en New Hampshire, en Ouray (Colorado) y en la Sierra Nevada de California, incluido el parque de Yosemite en 1872.
Autorretrato de B. W. Kilburn Su faceta más interesante para nosotros, la de fotógrafo estereoscópico, da comienzo con la creación, junto a su hermano Edward (1830-1884), de la empresa Kilburn Brothers alrededor de 1865.
Sus primeras vistas estereoscópicas se produjeron en el estudio de Edward Kilburn en McCoy Block en Littleton, si bien esta ubicación resultó ser demasiado pequeña para el éxito que pronto tuvo el negocio, que en esa época era familiar y centrado en temas y personajes locales. La propia hija de Benjamin, Elizabeth, y su esposo, William Jackson, fueron contratados en el negocio para ayudar a desarrollar un producto de calidad.
En 1868 crearon una segunda tienda para la visualización de estas tomas estereoscópicas, que resultaba más grande y espaciosa, en Chutter Block en Main Street. Más tarde, construyeron una nueva fábrica en Cottage Street con aún más espacio para expandir el negocio, aprovechando la cercanía a la estación de tren de Littleton, adonde los jóvenes comerciales de la empresa llevaban las vistas de Kilburn logrando una audiencia en constante expansión. Fue así como, rápidamente, se convirtieron en el mayor fabricante mundial de vistas estereoscópicas.
Edward Kilburn se retiró de la sociedad alrededor de 1877, dejando en solitario a Benjamin, y aunque el producto siguió identificándose como Kilburn Brothers, este fue el nacimiento de B. W. Kilburn Co.
Retrato de Benjamin West Kilburn hacia 1897 realizado por Addie K. Robinson y publicado en The Photographic Times Vol XLI número 2. Febrero de 1909 p 52 Benjamin implementó muchos cambios en la tecnología estereoscópica, como por ejemplo el curvamiento del cartón donde se imprimían las imágenes, logrando así incrementar el efecto tridimensional de las vistas. También participó activamente en la Asociación Nacional de Fotografía.
Para 1890, el segundo yerno de Benjamin, el abogado Daniel Clark Remich, se había unido a la gestión de la empresa, así como James M. Davis, agente de un creciente ejército de vendedores puerta a puerta y, más adelante, como director general, ubicado primero en Filadelfia y luego en Nueva York y St. Louis. Decidió fotografiar y enviar fotógrafos a tierras lejanas y contratar un gran equipo de ventas para distribuir las vistas estereoscópicas. La Exposición Colombina de Chicago celebrada en 1893 marcó el punto álgido del negocio, ya que adquirieron los derechos exclusivos para vender vistas estereoscópicas de esta enorme exposición universal.
Tras la muerte de Benjamin West Kilburn en 1909, el negocio fue sucedido por varios de sus antiguos vendedores y competidores, entre ellos, WF Burns & Co. de St. Louis en 1910, o los hermanos Underwood & Underwood de Nueva York, así como B. L. Singley de Keystone View Company, entre otros.
De este modo, podemos decir que el legado de Benjamin W. Kilburn es muy importante en la historia de la fotografía tanto norteamericana como internacional, siendo recordado por haber documentado visualmente los fenómenos de la inmigración y el incipiente turismo, como pionero del fotoperiodismo. También pasó a la historia como el fabricante de vistas estereoscópicas más extenso del mundo entre 1865 y 1910. Como curiosidad, nos dejó también la invención de la famosa y peculiar "Cámara de pistola Kilburn", un artilugio que permitía obtener imágenes como si se disparara con una escopeta, destinada al colectivo de cazadores, con el fin de evitar la muerte de los animales sustituyendo el disparo de la bala por la fotografía.
Anuncio de Kilburn Gun Camera publicado en The New York Tribune Dentro de esta expansión internacional de la empresa de Kilburn, se consideró conveniente comercializar vistas de las ciudades españolas más bellas, entre las que no podía faltar Toledo, como es lógico. De este modo, esta empresa publicó un par de series de imágenes toledanas en dos fechas diferentes, sumando un total de catorce, de las que a día de hoy puedo ofreceros doce. La primera y más numerosa hacia 1890 y la segunda en 1903. La serie de 1890 consta de nueve imágenes numeradas entre el 5822 y el 5830, mientras que la de 1903 está compuesta por cinco fotos numeradas del 15205 al 15209. Se conservan en colecciones públicas y privadas de todo el mundo, si bien ninguna institución posee la serie completa, por lo que me alegra poder ofreceros hoy por vez primera la colección casi íntegra, a falta solo de dos de la serie de 1903. La institución que posee un mayor número de ellas es el Archivo Municipal de Toledo, especialmente gracias a la incorporación de los fondos coleccionados durante toda una vida por el añorado Luis Alba.
En el reverso de las fotografías figura la expresión "Photographed and Published by B.W. Kilburn" lo que deja a las claras que las imágenes fueron tomadas por esta compañía con tal fin.
Plaza del Ayuntamiento y Catedral hacia 1890 por Benjamin West Kilburn, foto estereoscópica titulada "Entrance to the Great Cathedral" con el número 15208 Pero, ¿fue realmente Benjamin West Kilburn quien viajó a Toledo para tomar las fotos? La respuesta a esta pregunta no es sencilla, pues en 1890 (fecha probable del primer viaje a la ciudad) nuestro protagonista de hoy ya contaba con 63 años de edad, cifra que para la época era ya elevada pero que, dado el carácter intrépido y su buen estado físico como célebre montañero, no podemos utilizar como motivo para descartar su visita. Sea como fuere, lo que sí es seguro es que el fotógrafo era norteamericano. Para hacer esta afirmación me baso en la primera de las fotografías que os enseñaré, probablemente la más rara de todas. Se trata de una preciosa vista de la Plaza de Zocodover, numerada con el 5826 de la serie, en la que son visibles aún los efectos del incendio que sufrió el baluarte en enero de 1887. La descripción de la fotografía es de lo más curioso, pues aparece mencionada como Saccadova Square, es decir, una peculiar traducción al inglés basada en una transcripción fonética de lo que Kilburn (o el fotógrafo por él designado) anotase en algún cuaderno de viaje sin siquiera preocuparse por buscar en la bibliografía más básica cómo debía escribirse correctamente Zocodover. Como es lógico, ningún fotógrafo local hubiera entregado a la casa de vistas estereoscópicas esa fotografía con semejante descripción, y de ahí mi convencimiento de que la imagen fue tomada por un estadounidense, ya fuera el propio Kilburn o algún fotografo enviado por él.
Plaza de Zocodover hacia 1890 por Benjamin West Kilburn, foto estereoscópica titulada "Saccadova Square" con el número 5826 Plaza de Zocodover hacia 1890 por Benjamin West Kilburn, foto estereoscópica titulada "Saccadova Square" con el número 5826 A continuación, os mostraré el resto de imágenes de la serie por el orden de su numeración, a excepción de la que ya os he enseñado. El primer número se corresponde con el 5822 y representa esta preciosa vista de la Puerta del Sol, aunque en la descripción solo aparece un escueto Toledo, Spain.
Puerta del Sol por B.W. Kilburn (c. 1890) La siguiente imagen se corresponde con el número 5823, y se trata de una vista de la Catedral:
Catedral de Toledo  hacia 1890. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. Archivo Municipal de Toledo, Signatura ALBA-VEPA-670 Con el número 5824 figura una bonita vista de la calle Santa Fe. Esta foto fue la que hace trece años motivó que publicara una entrada en el blog, dada la curiosa descripción que figura: Old House of Maquis Carballo. Al final resultó ser que Kilburn en realidad quería poner Marquis (palabra que significa Marqués en inglés) pero omitió una letra.
Calle y Convento de Santa Fe hacia 1890. Fotografía estereoscópica de B. W. Kilburn originalmente titulada "Old House of Maquis Carballo". Colección personal de Eduardo Sánchez Butragueño. Debieron darse cuenta del error tipográfico, pues curiosamente existe una segunda edición de esta foto en la que aparece ya esa letra erre:
Calle de Santa Fe hacia 1890. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. Archivo Municipal de Toledo, Signatura ALBA-VEPA-115 El desaguisado lo completó años más tarde la casa Keystone cuando reeditó la misma foto tras la muerte de Kilburn, titulándola como Old Home of Marquis Cathallo y quedándose tan a gusto.
Calle de Santa Fe hacia 1890 por B. W. Kilburn. Editada por Keystone View Company titulada como Old House of Marquis Cathallo. Santa Fe. Keystone. Fotografía estereoscópica. The Library of Congress of the U.S.A. Con el número 5825 de la serie tenemos una foto de la parte interior de la Puerta de Bisagra pero que, en un ejemplo más del desconocimiento que Kilburn (o su enviado) tenía de la ciudad, titularon como Porta de Sol. Es decir, en la foto de la Puerta del Sol no pusieron que era esta puerta, mientras que en esta vista de Bisagra pusieron que era la del Sol... un desastre, vamos. En esta foto me encanta destacar lo arbolado de la calle por entonces, dando un aspecto a la calle muy diferente del actual.
Parte interior de la Puerta de Bisagra  hacia 1890. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. Archivo Municipal de Toledo, Signatura AMT-VEPA-020 Tras el número 5826 (la plaza de Saccadova, que ya os mostré la primera), llegamos al 5827 que se corresponde con esta preciosa vista de la Puerta de San Martín, que en este caso sí está bien descrita:
Puerta de San Martín  hacia 1890. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. Archivo Municipal de Toledo, Signatura ALBA-VEPA-117 Llegamos al número 5828 para encontrar esta fotografía del Puente de Alcántara en la que apreciamos que ya por entonces crecían entre los sillares del mismo algunas higueras que desafían a la naturaleza prosperando sin suelo alimentándose de los escasos nutrientes que puedan aportar los morteros y piedras del monumento. De las varias copias que se conservan de esta foto, he escogido mostraros la existente en el Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa, de la ciudad de Te Papa (Wellington) en Nueva Zelanda, que es hasta la fecha la imagen toledana que he localizado a una mayor distancia de nuestra ciudad (unos 19.830 km en línea recta).
Puente de Alcántara hacia 1890. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. © Museum of New Zealand Te Papa Tongarewa, Te Papa, Wellington, New Zealand Con la numeración 5829 de la serie de Kilburn tenemos esta fotografía del Puente de San Martín tomada hacia 1890:
Puente de San Martín  hacia 1890. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. Archivo Municipal de Toledo, Signatura ALBA-VEPA-118 El 5830 se corresponde con esta vista de la Puerta de Bisagra. No alcanzo a imaginar qué se le pasaría a Kilburn por la cabeza para titularla como Bridge, es decir, "puente".
Puerta de Bisagra hacia 1890. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. Archivo Municipal de Toledo, Signatura ALBA-VEPA-672 Una vez finalizadas las imágenes de la serie tomada hacia 1890, os muestro a continuación las fotos editadas en 1903. La serie toledana empieza con dos imágenes que aún no puedo mostraros (el número 15205 titulada "The ancient city of Toledo" y el 15206 "City of Toledo showing the Cathedral and Alcazar"). A continuación, vienen las que sí estoy en disposición de enseñaros. Comenzando con el número 15207 tenemos esta preciosa vista general desde el Valle, cuya descripción me parece gloriosa: The ancient Capital with its crown of Churches, es decir, la antigua capital con su corona de iglesias. Aparece a la izquierda el nombre de James M. Davis (Carolina del Norte, 1853), el director general de la compañía del que os hablé al principio, y que se sabe que fue también en ocasiones fotógrafo, por lo que tal vez esta foto o esta serie de 1903 fuese obra suya:
Vista general de Toledo hacia 1903. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. Archivo Municipal de Toledo, Signatura ALBA-VEPA-673 El siguiente número, el 15208, nos muestra esta vista de la Catedral titulada como Entrance to the great Cathedral:
Plaza del Ayuntamiento y Catedral en 1903 por Benjamin West Kilburn, foto estereoscópica titulada "Entrance to the Great Cathedral" con el número 15208 Plaza del Ayuntamiento y Catedral hacia 1890 por Benjamin West Kilburn, foto estereoscópica titulada "Entrance to the Great Cathedral" con el número 15208 Para finalizar, tenemos la toma numerada con el 15209 que representa el Puente de san Martín y San Juan de los Reyes:
Puente de San Martín hacia 1903. Fotografía estereoscópica de Benjamin West Kilburn. Archivo Municipal de Toledo, Signatura ALBA-VEPA-674 No quiero terminar esta entrada sin dedicársela especialmente tanto a la pareja Paco de la Torre/Laura Valeriano como al archivero municipal Mariano García Ruipérez en agradecimiento a su labor de catalogación y divulgación del legado estereoscópico en Toledo, todo un tesoro que sitúa a nuestra ciudad como una de las piezas clave de este tipo de fotografía y de la investigación asociada a las ediciones con este formato de imágenes, que no me negaréis que tienen algo de mágico por su efecto trdimiensional cuando se miran a través de las lentes adecuadas.
Factoria de B. W. Kilburn hacia 1895

viernes, 9 de junio de 2023

Toledo hacia 1925 fotografiado por Christian de Caters

Christian de Caters nació en París el 3 de mayo de 1900 y falleció en Lisboa el 16 de octubre de 1979. Fue un polifacético e inquieto escritor especializado en novelas de aventuras y detectives, además de un viajero empedernido. Publicó sus numerosas obras utilizando tanto su nombre verdadero como los seudónimos Henri Darblin, Louis Morvers, André Falcoz y Elie Montfort.
Artículo de Christian de Caters publicado en la revista Jeunesse Magazine en marzo de 1938 bajo el seudónimo de Henri Darblin Su nombre completo era Christian Auguste Élie Ernest Marie de Caters y fue hijo del barón Louis de Caters y la egipcia Louise Seif Daham. Ingresó en la prestigiosa École Centrale Paris, licenciándose con el título de ingeniero en 1922. Durante el período de entreguerras, escribió varias de sus primeras novelas de aventuras y también algunas novelas de detectives.
También colaboró con las revistas L'Intrépide, Sciences et Voyage, L'Écho de Paris, L'Illustration, Le Miroir du Monde, La journée industrielle, Le Monde colonial illustré o La Dépêche coloniale. Algunas de sus novelas más famosas son Le Maléfice de Java o La Sauterelle en améthyste.
Portada del libro Les Rescapés de l´Ile Verte escrito por Christian de Caters bajo el seudónimo de André Falcoz Además de numerosas impresiones acerca de sus de viajes a lugares tan dispares como Suecia, Polonia, Japón, India, Angola, Zimbabue o Mozambique, también publicó traducciones de obras escritas originalmente en inglés o en portugués. Asimismo, hizo incursiones cinematrográficas rodando documentales en Portugal para la cadena Fox en 1936, siendo un país que llegó a conocer profundamente publicando también obras como Portrait du Portugal en 1940.
Portada del libro sobre Japón escrito por Christian de Caters Portada del libro Portrait du Portugal escrito por Christian de Caters Pese a no conocerse hasta la fecha publicaciones suyas relativas a España, sí sabemos que recorrió en su juventud nuestro país hacia 1925. Hace un par de años, tuve acceso a la serie de fotografías que Christian de Caters tomó en Toledo y que estaban en poder de un conocido de un amigo italiano residente en Verona. Se trata de una docena de fotografías de nuestra ciudad que cuentan con casi un siglo de antigüedad y que paso a enseñaros. Comenzaremos por una vista del precioso callejón de Bodegones junto a Santo Tomé en el que Christian de Caters inmortalizó a un niño con las piernas abiertas probablemente jugando con el fotógrafo en el momento en que el francés apretó el disparador de su cámara:
Callejón de Bodegones en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. Estas son dos vistas de la preciosa Puerta del Sol separadas por solo unos instantes:
Puerta del Sol en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. Puerta del Sol en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. No me negaréis que esta vista de la Iglesia del Salvador es una verdadera delicia, ¿verdad?
Iglesia del Salvador en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. Aquí vemos una vista muy bella de la Posada de la Hermandad:
Posada de la Hermandad en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. La torre de la Catedral aparece en dos fotografías, una de ellas tomada desde la calle de Santa Isabel y la otra desde la confluencia de la plaza del Ayuntamiento con la calle de la Ciudad:
Catedral vista desde la calle de Santa Isabel en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. Catedral de Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. El interior del templo primado también fue fotografiado por el autor galo:
Interior de la Catedral de Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. Desde las inmediaciones del Paseo del Tránsito, Christian de Caters obtuvo esta preciosa toma del río Tajo con el puente de San Martín al fondo:
Cerro de la Cabeza y Puente de San Martín en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. El río Tajo, por entonces limpio y caudaloso, también llamó la atención del autor francés en la zona del legendario Baño de la Cava:
Baño de la Cava en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. Aquí vemos el Castillo de San Servando y el Puente de Alcántara vistos desde las escalerillas del Miradero:
Castillo de San Servando y Puente de Alcántara en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. En la otra orilla del río, vemos el mismo puente pero en esta ocasión con el Alcázar al fondo:
Puente de Alcántara y Alcázar de Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. En el barrio de la judería, Christian de Caters se adentró en el interior de la Sinagoga de Santa María la Blanca:
Interior de la Sinagoga de Santa María la Blanca en Toledo en los años 20. Fotografía de Christian de Caters. Como habéis podido comprobar, estamos ante una interesante recopilación de imágenes de nuestra ciudad hace casi cien años de la mano de un autor poco conocido actualmente pero que, en su día, fue un prolífico y solicitado escritor de textos de muy diversa índole y que demostró, una vez más, que una formación técnica como ingeniero no está en absoluto reñida con el desarrollo de una brillante carrera como escritor y traductor. Espero que os haya gustado.
Caja con negativos de Toledo en los años 20 conteniendo fotografías de Christian de Caters.

sábado, 20 de mayo de 2023

Toledo en 1884 fotografiado por Miquel Matorrodona Maza

En muchas ocasiones he utilizado el símil o analogía que compara la investigación de la historia de la fotografía en Toledo con un gran puzzle que, poco a poco, podemos ir completando.
Las piezas de ese rompecabezas son tanto más complicadas de encontrar o identificar cuanto más antiguo es el periodo a completar. En el caso de la fotografía histórica, ese periodo complejo pero apasionante es el siglo XIX. Hoy tengo el placer de explicaros en esta entrada la consecución de un pequeño logro en el avance de ese gran rompecabezas, en el que he logrado unir varios cabos sueltos gracias al trabajo de varias instituciones por separado para llegar a una conclusión que deja poco resquicio a la duda. Me refiero a la autoría de una excelente serie de fotos toledanas de 1884 que hoy puedo prácticamente asegurar que tuvieron como autor al fotógrafo catalán Miquel Matorrodona Maza.
Investigando en el fenomenal fondo fotográfico de la Universidad de Navarra descubrí cinco imágenes de Toledo que esta prestigiosa institución cultural tiene inequívocamente clasificadas como tomadas por Miquel Matorrodona. Al verlas, identifiqué un estilo y una edición que me resultaban familiares. En efecto, varias de esas fotografías ya las había visto con anterioridad en varias colecciones. La principal de ellas era la serie de 39 imágenes que publicó hace unos años el Archivo Municipal de Toledo, incluida dentro de la colección de la casa Thomas. Estas fotos conservadas en dicho archivo, datadas con casi total probabilidad en 1884 y procedentes de la colección de Luis Alba, son albúminas sobre cartulina de 190 x 270 mm.
Sabemos, gracias a la catalogación realizada por el archivero municipal Mariano García Ruipérez, que fueron publicadas por la recién creada empresa Fototipia Thomas, fundada en Barcelona en 1884 por Josep Thomas i Bigas (Barcelona 1853 – Berna, Suiza, 1910).
Fue así como constaté que ambas instituciones, tanto la Universidad de Navarra como el Archivo Municipal de Toledo, contaban por separado con fotografías de esta serie (algunas repetidas presentes en ambas colecciones), numerada entre el 400 y el 483, con la particularidad de que la catalogación realizada por sendos archivos resultaba maravillosamente complementaria. Así, mientras el Archivo Municipal tiene la certeza de que esas fotos fueron editadas y publicadas por la casa Fototipia Thomas, la Universidad de Navarra asegura que sin duda esas fotos son obra del fotógrafo Miquel Matorrodona.
Lo cierto es que todo tiene sentido, pues tanto la empresa Fototipia Thomas como Miquel Matorrodona son barceloneses y son coetáneos, por lo que parece más que probable que Matorrodona fuera enviado a Toledo por dicha empresa recién creada en su ciudad, con el encargo de tomar esta serie de fotografías. Ello también encaja con la semblanza biográfica de este autor, realizada con maestría por Miquel Playà Ventura, que nos habla de un autor inquieto y polifacético pero un tanto esquivo a la hora de ser investigado, lo que ha hecho que haya permanecido muchos años en el olvido. Gracias a él, sabemos que Miquel Matorrodona Maza nació en el barrio del Pi de Barcelona en 1854, en el seno de una familia acomodada procedente de Reus. En su juventud estudió el bachillerato y después cursó medicina entre los años 1871 y 1875 en la Universidad de Barcelona. Tras licenciarse en 1875, se casó con Rosa Santonja Bassols, hija de una familia de larga tradición en la fabricación de sedas y pasamanería.
Miquel Matorrodona entre 1872 y 1874. Colección de Artur Canyigueral. Su actividad fotográfica comienza poco después, constando que en 1877 realizaba retratos en un estudio fotográfico de la Rambla del Centro que acababa de dejar el fotógrafo francés Gustave Larauza. En esta época, Matorrodona firma con una doble M y la frase "Sucesor de Larauza". En 1880 abrió junto a C. Klary un estudio fotográfico en la calle Ferran, pero parece que la unión duró pocos meses.
Su nombre aparece en el jurado de un concurso de fotografía organizado por el Ayuntamiento de Barcelona en 1892 y también publicó sus trabajos en diferentes revistas como La ilustración Catalana, Veu de Catalunya, La esquella de la Torratxa y La Tomasa.
Autorretrato de Miquel Matorrodona. Portada de La Tomasa del 15 de diciembre de 1889 Una curiosa anécdota sucedió al publicar unas imágenes en el almanaque del año 1894 de La Tomasa que levantaron gran polémica, siendo denunciado por atentar contra la honradez y buena conducta al aparecer en sus páginas varias mujeres en poses atrevidas para la época. Tras estos sucesos, las colaboraciones de Miquel fueron reduciéndose hasta que en 1895 dejó de aparecer. Esta polémica debió hacer daño al entorno más cercano de Matorrodona, probablemente incidiendo en la relación con su madre y con la familia de su esposa. A partir del año 1901 y hasta 1907, según la invesigación de Miquel Playà, encontramos documentos en los que Miquel Matorrodona Maza no está presente “por hallarse ausente de España sin que por el momento pueda precisarse su actual paradero”.
Ahí se pierde el rastro de Matorrodona, si bien sabemos que el estudio de la calle Ferran no cerró, siguiendo trabajando en él su mujer y su hijo, Miquel Matorrodona Santonja, que tenía 15 años cuando se pierde la pista de su padre.
Pero vayamos ya a lo que más os interesa, que es la parte toledana de la obra de Matorrodona. Se trataría originalmente de una amplia serie de más de 80 fotografías si nos atenemos a su numeración, como comentaba al principio, y fueron tomadas en 1884 con casi total probabilidad. En este momento puedo ofreceros un total de 45 de ellas, sumando las presentes tanto en el Archivo Municipal de Toledo como en el Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra y algunas en colecciones privadas.
Comenzaré por ofreceros mi preferida, que es esta vista de la catedral en la que vemos a la perfección la Torre del Reloj, que como recordaréis fue demolida en 1888 (pongo las dos copias que al menos existen, una de cada archivo):
Torre del Reloj de la Catedral de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Catedral con la torre del reloj aún en pie. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra signatura MUN-008315 Hay algunas estupendas fotos de varias estancias y detalles de la Catedral:
Catedral de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Catedral de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Sala Capitular de la Catedral de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Claustro de la Catedral de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Puerta de la Presentación de la Catedral de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Capilla Mayor de la Catedral de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Puerta de Santa Catalina de la Catedral de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Esta es la Puerta del Sol:
Puerta del Sol en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. El Alcázar aparece en varias fotografías:
Portada de Covarrubias del Alcázar de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Patio del Alcázar de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Estatua del furor de Carlos V en el patio del Alcázar de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Mirad qué bella estampa de la Puerta del Cambrón:
Puerta del Cambrón en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. El Monasterio de San Juan de los Reyes (hay algunas repetidas, pongo las copias tanto de la Universidad de Navarra como del Archivo Municipal de Toledo):
Detalle del Claustro de San Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Claustro de San Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Claustro de San Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Claustro de San Juan de los Reyes. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra signatura MUN-008314 Interior de San Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Claustro de san Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Ábside de San Juan de los Reyes. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra signatura MUN-008311 Ábside de San Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Claustro de San Juan de los Reyes. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra signatura MUN-008312 Portada de San Juan de los Reyes. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra signatura MUN-008313 Claustro de San Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Puerta en San Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Interior de San Juan de los Reyes en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. La Iglesia de Santiago del Arrabal:
Santiago del Arrabal y Puerta de Bisagra en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. El río Tajo es protagonista de varias preciosas vistas:
Vista general de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Río Tajo y molinos de Santa Ana en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Turbinas de Vargas en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Río Tajo y Fábrica de Armas de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. El Hospital de Santa Cruz aparece en varias tomas:
Hospital de Santa Cruz en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Ventanas del Hospital de Santa Cruz en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Escalera del Hospital de Santa Cruz en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. El Puente de Alcántara:
Puente de Alcántara de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. El Puente de San Martín:
Puente de San Martín de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. El patio del Convento de San Pedro Mártir, por entonces usado como hospicio:
Patio de San Pedro Mártir en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. La Sinagoga de Santa María la Blanca:
Sinagoga de Santa María la Blanca en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Capitel de la Sinagoga de Santa María la Blanca en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Capitel en la Sinagoga de Santa María la Blanca de Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Detalles de la Sinagoga de Santa María la Blanca en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. La portada del Convento de San Clemente:
Portada del Convento de San Clemente en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Me encanta esta vista interior del desaparecido convento de San Juan de la Penitencia:
Reja del Convento de San Juan de la Penitencia en Toledo en 1884. Fotografía de Miquel Matorrodona Maza. Archivo Municipal de Toledo. Hasta aquí este repaso a la obra de un autor hasta la fecha desconocido en Toledo y que me ha encantado traeros al blog. Espero en el futuro poder ir completando esta entrada con nuevas fotografías que sigan rellenando el rompecabezas de su serie toledana. Para terminar, y solo a modo de curiosidad, contaros que la última noticia de la actividad fotográfica del estudio "Miquel Matorrodona" ya regentado por su hijo y su mujer, apareció en La Vanguardia el 24 de septiembre de 1919 con un anuncio en busca de un aprendiz para el taller. Ese mismo año, Rosa Santonja muere a los 66 años de edad. Pocos años después, en 1928, se produce el fallecimiento de Miquel Matorrodona Santonja, lo que supone el cierre definitivo del establecimiento.
Agradeciendo a Miquel Playà su trabajo de investigación sobre la vida de Matorrodona, con la colaboración de Jep Martí, me despido por hoy.
© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall