Uno de esos personajes, de trayectoria vital corta pero intensa, es el belga Rudolf Timmermans.
Rudolf (también citado como Rodolphe) Timmermans vino al mundo en Amberes el 19 de mayo 1912. Se doctoró en Bonn en 1936 con una tesis de ciencias políticas y jurídicas sobre el tema de la democracia y el Führerstaat (la teoría del estado totalitario nacionalsocialista de Carl Schmitt), que se publicó con el título Studien über Begriffe und Formen des Volksstaates.

Con ese material, Timmermans publicó a finales de 1936 el libro Die Helden des Alcázar. Ein Tatsachenbericht aus Toledo (Los Héroes del Alcázar). Se trata de un texto que fue publicitado en el diario católico Luxemburger Wort como la “novela más cautivadora del año”.


«No es que me haya ido a España "rápidamente" porque allí "pasa algo" sobre lo que escribir un libro. Conozco y amo España y viví allí durante un tiempo hasta que las condiciones en Barcelona me obligaron a marcharme repentinamente en agosto de este año [1936]. Este libro no es, pues, producto de la casualidad, sino que ya estaba previsto por mis ocupaciones e inclinaciones anteriores, y lo escribí con tanto más gusto por cuanto me dio la oportunidad de retratar la gran humanidad y españolidad que tanto se expresó en los defensores del Alcázar.»
En dicho libro, que adquirí hace un tiempo, se incluye una serie de fotografías de gran valor documental por retratar en primera persona aquellas primeras horas tras la liberación. En varias de ellas aparece el propio Rudolf Timmermans y en otras no, por lo que es difícil saber si el belga se encontraba solo o tenía compañía. Es posible que él tomara algunas de las fotografías y cediera la cámara a otras personas para que apretaran el disparador en aquellas en las que él deseaba aparecer. Nuestro protagonista, que por entonces contaba solo con 24 años, lució en Toledo una larga gabardina y un brillante pelo engominado. Su identificación es posible e inequívoca por la mención expresa que aparece en el pie de foto de la imagen: "Der Verfasser im Gespräch mit Oberstleutnant Tella, dem Oberst- kommandierenden des Frontabschnitts von Toledo, nach der Befreiung des Alcázar", que se traduce como "El autor en conversación con el teniente coronel Tella, coronel al mando del frente de Toledo, tras la liberación del Alcázar". En efecto, Timmermans aparece en el Paseo del Miradero conversando con Heli Rolando de Tella y Cantos, militar franquista que participó en las operaciones de ocupación de Toledo y que fue nombrado gobernador militar de la capital desde la liberación del baluarte hasta el día 22 de octubre.


























La vida de Rudolf Timmermans fue, sin embargo, muy corta. Durante la Segunda Guerra Mundial se encontraba en Italia, donde murió asesinado en los sucesos acaecidos en el asalto al Monte Pantano, cerca de Isernia, el 16 de diciembre de 1943. Contaba con solo 31 años de edad y perdió la vida en uno de los episodios menos conocidos del conflicto mundial en el que las unidades magrebíes del Cuerpo Expedicionario Francés (conocidos como Les Goumiers), en el que el ejército “colonial” y el de la “Francia Libre” aunaban sus esfuerzos, consiguieron derrotar a las tropas nazis para sorpresa de los americanos, que llevaban dos semanas intentando hacerse con el control de la posición. Timmermans debía encontrarse con las tropas alemanas, conociendo su trayectoria literaria y su ideología.
Tras su fallecimiento, su cuento Die Tänzerin y sus relatos Heimkehr. Drei Erzählungen se publicaron póstumamente en 1946.
Hasta aquí esta entrada dedicada a una de las figuras más desconocidas de los sucesos que tuvieron lugar en Toledo en 1936, cuyo rastro no ha sido sencillo seguir, y que pienso que sirve para ir completando el puzzle de nuestra historia a través de la fotografía.