En esta apasionante encrucijada de culturas, influencias, estilos y realidades humanas que llamamos Toledo, cada generación ha ido modelando la ciudad según los gustos, necesidades, posibilidades técnicas y económicas y contextos históricos, logrando labrar de un modo a menudo inconsciente una fisonomía urbana irrepetible en el mundo, capaz de acoger —en una increíblemente armoniosa amalgama— edificios de todas las épocas y de todos los estilos dominantes en cada una de ellas.
Incluso en los siglos con menor importancia de la ciudad en el panorama nacional, como pudo ser el XIX, plagado de crisis y guerras, marcado por una decadencia muy acusada que hizo perder a España gran parte de su riqueza patrimonial, se levantaron en Toledo notables edificios representativos de las tendencias de la época y de gran calidad arquitectónica, que enriquecieron y complementaron la ciudad. Uno de los más representativos es el edificio de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos, obra del gran arquitecto, escultor, pintor y militar Arturo Mélida y Alinari.
El origen del proyecto se remonta a la Real Orden de 8 de julio de 1881, influida por el movimiento inglés Arts and Crafts que aspiraba a recuperar las artes y los oficios medievales, así como dignificar al obrero e introducir el diseño en la producción industrial.
Es importante destacar que el solar donde se ubica este edificio era bien conocido por don Arturo, pues en él se ubicó hasta la invasión francesa el segundo claustro del Monasterio de San Juan de los Reyes, portentosa joya gótica que el Ministerio de Fomento había encomendado restaurar en 1881 al propio Mélida a través de la misma Real Orden antes citada, aunque esas obras realizadas con excelente gusto no dieron comienzo hasta 1883.
Nuestro edificio protagonista hoy, la Escuela de Artes, se inició teóricamente un año antes —en 1882— reinando Alfonso XII como puede leerse en una inscripción en caracteres góticos en la entrada principal, aunque de facto no se iniciaron las obras hasta 1884 pues la idea de simultanear las obras de San Juan de los Reyes y las de la Escuela de Artes atravesó grandes dificultades por la sutuación política y económica de España en aquellos años. De hecho, si no hubiera sido por la intervención del conde de Romanones, que retomó la iniciativa por petición diputado Sergio Novales, el gobernador civil, el alcalde Venancio Ruano y el escritor Francisco Navarro Ledesma, las obras no se hubieran reanudado. Felizmente, se pudo retomar las obras y dar comienzo a la actividad docente en 1902. Su primer director fue el genial pintor Matías Moreno que leyó su discurso en el acto inaugural celebrado el 27 de abril de aquel año, comenzando así su andadura la por entonces denominada "Escuela Superior de Artes Industriales de Toledo".
Se trata de un edificio tremendamente bello y original, con una fachada que cuenta con una entrada doble que se corresponde con las dos caras de un cubo maclado, es decir, orientado simétricamente respecto de un plano definido por una de sus diagonales. A ambos lados se levantan los testeros de dos naves o crujías, cuyas cubiertas a dos aguas no se ven desde la calle pues los planos de las fachadas están sobreelevados y contienen una rica decoración con labores en ladrillo y dos monumentales águilas de San Juan, escudo de los Reyes Católicos, en cerámica vidriada.
Por tanto, se trata de una fachada que, enclavada en el denominado estilo neomudéjar, utiliza armoniosamente diferentes materiales como ladrillo, piedra, hierro, madera y la citada cerámica vidriada.
Las fotos de aquellos años, entre el comienzo de las obras en 1884 y su finalización en 1902, nos muestran el edificio en fase constructiva:
Estas fotos ya muestran el edificio en funcionamiento a partir de 1902:
La académica Rosalina Aguado conserva impresionantes fotos tomadas por el propio Matías Moreno en aquellos primeros años de funcionamiento de la Escuela. Se trata de placas de vidrio que me ha permitido digitalizar y quiero aquí agradecer públicamente su generosidad que hace posible que disfrutemos de estas joyas:
Se conservan otras fotos de su actividad docente, muchas de ellas tomadas por el gran Pedro Román Martínez, que fue profesor destacado de la Escuela:
La Escuela requirió para su funcionamiento la construcción de un "edificio provisional" también diseñado por Mélida situado en la zona baja del gran solar, donde se levantase el antiguo Convento de Santa Ana. Era un edificio de hierro y cristal, algo muy novedoso para la época. Se trata de algo realmente curioso, que podemos comprobar en las fotos tomadas en aquellos años:
Creo que es interesante comparar esas fotos con las más antiguas de la zona, donde se observa bien el aspecto del solar antes de las intervenciones. He escogido esta de Gustave de Beaucorps nada menos que de 1858 donde se aprecia muy bien el Convento de Santa Ana, los restos de los dos claustros de San Juan de los Reyes y algunas edificaciones más:
Esta vista de Alguacil debió tomarse hacia 1885 pues ya se ven andamios en San Juan de los Reyes y se intuyen los vallados de la zona superior de la Escuela de Artes. En la zona inferior aún aparece "intacto" el convento de Santa Ana:
La provisionalidad duró casi tres décadas y, bajo las trazas del también excelente arquitecto Jesús Carrasco-Muñoz, en el año 1925 se inicia la construcción del edificio de la zona baja que sustituiría al provisional, que se usó por última vez en el curso 1929-1930. Este edificio es también neomudéjar, de notable belleza, y aprovechó partes del antiguo convento de Santa Ana, como por ejemplo la capilla que actualmente se usa como salón de actos.
La escuela fue una referencia nacional por la calidad de su profesorado y por los brillantes alumnos que allí se formaron. Recibió importantes visitas y fue un polo de atracción para el mundo del arte en general que benefició a Toledo en muchos aspectos. Tener a profesores como el propio Moreno, junto a otros excelentes artistas como Sebastián Aguado, Julio Pascual (autor de la portentosa reja diseñada por Jesús Carrasco-Muñoz que cerraba perimetralmente buena parte del edificio), Pedro Román Martínez, Aurelio Cabrera, Buenaventura Sánchez Comendador y tantos otros fue un verdadero lujo durante muchos años. La institución contó también con un prestigioso Museo de Reproducciones Artísticas.
Hacia 1970 el edificio es remodelado por J. M. González Valcárcel, arquitecto de la Dirección General de Bellas Artes y conservador arquitectónico en Toledo, que no supo entender el valor y la valentía del edificio, decidiendo suprimir buena parte de su decoración exterior que consideraba excesiva. Desde mi punto de vista, cometió un grave error. Por suerte, se lograron buenas fotos (algunas a color) de estas decoraciones poco antes de su retirada. Entre ellos se incluían varios heraldos de cerámica vidriada, uno de los cuales se conserva hoy en el Cigarral Viñedos de Santa María:
En la actualidad la Escuela mantiene su actividad con notable dinamismo y buen nivel docente. Por suerte la institución se ha ido adaptando a los tiempos y se imparten muchas materias relacionadas también con el diseño con técnicas de nuestros días. Ojalá la Escuela se matenga en activo por muchas décadas y se potencie más si cabe su presencia en la ciudad. El futuro de muchos oficios ligados a la artesanía creativa es incierto y en Toledo tenemos un inmenso legado que bien merecería la pena no echar a perder en ramas como la cerámica, el damasquinado, la forja o el esmalte. Por mi parte, solo me queda dar las gracias a Rosalina Aguado por toda la información y fotos que a lo largo de estos años me ha ido pasando. La Escuela de Artes es muy especial para mí, pues sin ella probablemente yo no estaría aquí, ya que fue una plaza de profesor auxiliar obtenida por mi bisabuelo Eduardo Butragueño Gómez-Platero en 1902 la razón de su llegada a Toledo donde conoció a mi bisabuela.
Para saber más:
- La Escuela de Artes y Oficios de Toledo, por Eugenia Muñoz Barragán (IPIET, Diputación de Toledo, 1992)
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6 comentarios
Estimado Eduardo: la fotografía del grupo de escolares con profesores corresponde al Jardín Botánico del Instituto provincial de Toledo -hoy IES El Greco- (que posteriormente se repartió entre el monasterio y la Escuela de Artes). Se realizó hacia 1930 y aparecen el director Constantino Rodríguez Martín-Ambrosio, junto con los profesores Francisco de Borja San Román y José Sancho Adelhac, además de varios bachilleres del centro.
Un saludo. Paco García Martín
Estupendo reportaje, como siempre! Tengo una pregunta, por si alguien me puede ayudar, ¿quiénes son las 2 mujeres que aparecen en la foto de los profesores de la Escuela? Muchas gracias, y enhorabuena por el trabajo que haces!
Buenas, genial entrada, y buenos recuerdos me han entrado ya que he esrudiado allí, con grandes profesorado y cláustro.
Creo que una de las fotos tiene la descripción errónea:
La sexta foto: en la que pone obras a finales del siglo XIX, pienso que la foto corresponderá a fechas posteriores, sobre 1920 por el cercado de madera igual a la foto tomado el 20 de enero de 1921.
Pienso que la fecha está mal ya que se ve el edificio nuevo donde estaba el convento de Santa Ana ya, si no finalizado casi finalizado, ya que en la foto se ve en su estado actual de estilo neomujedar.
Una lástima la última remodelación de 1970, el edificio persió mucho. ¿Sabes si las figuras policromadas se conservan?
Un saludo
Muchas gracias a todos por vuestras aportaciones.
En respuesta a Paco: he actualizado la foto con esos valiosos datos.
En respuesta a Teresa: por desgracia, de momento no sé quienes son esas alumnas.
En respuesta a Esaú: creo que llevas razón, y colocaré esa foto en el lugar de la entrada apropiado corrigiendo su descripción.
Un abrazo a todos.
Respondiendo a Teresa: creo que te refieres a la foto de los profesores de la Escuela. Es de junio de 1921 y las dos profesoras son María Villalba Escudero (la primera señora x la izquierda, profesora de esmaltes y pintura sobre vidrio). La segunda es Isabel Pascual Villalba, profesora de bordados y encajes. Fue becada x la Junta de ampliación de Estudios para ir a Bélgica a estudiar técnicas textiles.
También están en la foto José y Enrique Vera, y el escultor Roberto Rubio Rosell.
¡gracias Rosalina por dar respuesta a la pregunta de Teresa!
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