domingo, 23 de diciembre de 2018

¿Cómo era Toledo justo antes de la Guerra Civil?

Personalmente, siempre me ha sobrecogido conocer cómo era un determinado lugar o realidad física poco antes de que un suceso traumático lo cambiase, desfigurase o destruyese para siempre. Las últimas fotos de las torres gemelas, las imágenes de la salida del Titanic del puerto de Southampton...son estampas que de manera inevitable me producen mucha impresión. Me sucede al ver, por ejemplo, las fotos que tuve la suerte de tomar en un inolvidable viaje a Siria en 2005 con las ciudades de Damasco, Alepo o Palmira como protagonistas, muy pocos años antes de quedar reducidas poco menos que a escombros. Cuando tomaba aquellas fotos como un turista más, no podía imaginar que estaba retratando los últimos años de existencia de monumentos que hoy son ya solo un recuerdo. Alguna tarde, de esas en que la nostalgia te invade, he probado a buscar en internet fotos actuales de aquellos lugares para compararlas con las que yo pude tomar...y os reconozco que no he durado más de unos pocos minutos, pues sin ser ni mi país ni mi entorno más habitual, me duele en el alma comparar unas fotos con otras y, sobre todo, pensar en todo el sufrimiento humano que hay detrás de ese cambio. Tantas vidas segadas, tantos sueños rotos, tantas familias destrozadas...tanto dolor injustificable.
Por eso, cuando tuve conocimiento del reportaje fotográfico que un turista francés realizó en Toledo hacia 1935, no pude sino pensar en mi experiencia siria. Aquel francés que recorrió nuestra ciudad tranquilamente inmortalizando aquellos parajes que llamaron su atención, ignoraba por completo que estaba obteniendo instantáneas irrepetibles muy poco después, como consecuencia del estallido del mayor drama que puede sacudir un país: una guerra civil.
Toledo aparece en esta veintena de imágenes iluminada por un precioso sol de primavera, con unos paisajes floridos tras unas lluvias recientes que, además, habían conferido al (por entonces) limpio Tajo un caudal muy abundante.
Se trata de fotografías cuya mayor rareza técnica se centra en su formato: son cristales estereoscópicos, un tipo de fotos que estaba ya bastante en desuso en los años 30, tras su apogeo en los primeros años del siglo XX.
Ello puede hacer pensar al ver las fotografías que se trata de una colección más antigua, sin embargo la datación del reportaje en los años previos a la guerra civil es inequívoca por la presencia de un elemento muy singular. Me refiero al Puente Nuevo de Alcántara, que aparece ya terminado, con lo que se deduce que es un reportaje tomado, casi con total probabilidad, con posterioridad a su inauguración que tuvo lugar el 20 de octubre de 1933.
Dado que en algunas fotos del reportaje se observa claramente que las fotos fueron tomadas en primavera, se puede afirmar con poco margen de error que es una visita realizada en la primavera de 1934, 1935 o 1936. Es decir, que se trata de un buen resumen del aspecto de Toledo muy poco antes de sufrir el zarpazo de la guerra, que destruyó para siempre tantos monumentos de la ciudad, llevándose por delante miles de vidas.
Comenzaré por ofreceros las fotografías en las que es visible el Puente Nuevo, que permite esta datación (en algunos casos pongo también el "par estereoscópico", es decir la imagen doble que componía este tipo de fotografías con el objetivo de generar una sensación tridimensional al ser miradas a través de un estereoscopio). Aparecen junto a la ermita los dos portentosos y centenarios almeces, de los que uno sigue vivo a día de hoy. Al fondo a la derecha vemos el puente recién construido:
Vista de Toledo y de la ermita del Valle  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño
Vista de Toledo y de la ermita del Valle  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño

El turista francés se paró en la ermita para fotografiar la ciudad, sin saber que poco después esa vista sería muy diferente: el Alcázar aparecería destruido, no se vería el Convento de San Juan de la Penitencia, ni la Iglesia de San Lorenzo, ni el edificio de Capuchinos junto al Alcázar...
Vista general de Toledo desde el Valle  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño
Vista general de Toledo desde el Valle  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño
Vista de Toledo desde la ermita del Valle hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño.
Vista de Toledo desde la ermita del Valle hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño.

Lo cierto es que desde el Valle aquel visitante galo logró muy buenas imágenes. Me encantan estas en las que aparece el río con un aspecto soberbio al pie de la ciudad:
Vista del Tajo y los Molinos de Daicán  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño
Vista del Tajo y los Molinos de Daicán  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño
Vista del Tajo y parte de la ciudad de Toledo desde el Valle  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño
Vista del Tajo y parte de la ciudad de Toledo desde el Valle  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño

Una de mis fotos favoritas es esta vista de la carretera de Madrid con la ciudad al fondo. Se ve en el terreno, ocupado por un olivar, los restos de arrastres de barro por una lluvia intensa caída en días muy próximos a la obtención de la imagen. Este punto de la carretera, hoy muy modificado y convertido en autovía, no está lejano de la casa de labranza de Pinedo. Los árboles (principalmente acacias) que jalonaban el camino aparecen con una parte del tronco pintada de blanco para servir de reflejo a los faros de aquellos primeros vehículos:
Entrada a Toledo por la carretera de Madrid  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño
Entrada a Toledo por la carretera de Madrid  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño

Este era el aspecto del Puente de San Martín:
Puente de San Martín  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño
Puente de San Martín  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés. Colección de Eduardo Sánchez Butragueño

Mirad qué bellas fotografías de la subida desde la calle de las Armas al Miradero:
Cuesta de las Armas (subida al Miradero)   hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.
Cuesta de las Armas (subida al Miradero)  hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.

El entorno del Arrabal es reconocible, aunque ha cambiado bastante a día de hoy. Ya aparece la Puerta de Bisagra sin las casas adosadas. Ese derribo finalizó en 1934, lo que refuerza la datación en el trienio 1934-1936:
Santiago del Arrabal   hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.
Puerta de Bisagra y Santiago del Arrabal hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.

Aquí se ve la Puerta de Bisagra frontalmente:
Puerta de Bisagra hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.

La otra puerta de Bisagra, la Vieja, es la que aparece aquí retratada:
Puerta Vieja de Bisagra   hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.

Los turistas franceses pasaron un rato en las terrazas de Zocodover. Poco después, la plaza cambiaría las mesas con manteles por barricadas, y el sonido de pianos y gramófonos por el de ametralladoras y bombardeos:
Plaza de Zocodover   hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.
Plaza de Zocodover   hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.

Aunque aparece un tanto oscura, esta es la calle de Martín Gamero:
Calle Martín Gamero   hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.

Aquí vemos la Puerta del Sol:
Puerta del Sol   hacia 1935. Cristal estereoscópico de autor anónimo francés.

Como veis, se trata de un reportaje con fotografías ciertamente interesantes tomadas muy poco antes de un cambio radical en la vida de los toledanos, y de todos los españoles, que probablemente pocos imaginaban por mucho que el ambiente en aquella época estuviera especialmente enrarecido. Creo que es oportuno siempre recordar, y más en víspera de la Navidad, la conveniencia de valorar la paz por encima de cualquier otro bien. Es tarea de todos que la concordia reine en nuestro día a día, al margen de las lógicas diferencias que siempre existirán entre los defensores de distintas posiciones ideológicas, pero que jamás deben suponer un desencadenante de espirales de odio autodestructivo como el que se desató en aquellos días y cuyo fantasma ronda de cuando en cuando. Construyamos entre todos una realidad en la que todas las desavenencias se diriman de manera pacífica y civilizada. España no se puede permitir repetir capítulos tan tristes de su historia.

4 comentarios

Anónimo dijo...

Qué bonito, me ha gustado mucho. Muchas gracias.

José Cuenca dijo...

Un buen trabajo!

Unknown dijo...

Hermosa ciudad, capital gastronómica de España, con inagotables historias y riquezas culturales, religiosas y geograficas, en fin con bellísimos lugares que apasionan engalanados con el río Tajo.

Unknown dijo...

Recordar nuestra historia siempre resulta maravilloso. Para los q somos de aquí las fotos nos traen grandes recuerdos.

© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall