sábado, 17 de diciembre de 2016

Descubierto un daguerrotipo de Toledo tomado hacia 1845

Los amantes de la fotografía histórica de Toledo estamos de enhorabuena. Esta semana se ha presentado, en el marco del VII Encuentro de Historia de la Fotografía celebrado en Ciudad Real por el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha de la universidad regional, un excepcional hallazgo. Se trata de un daguerrotipo anterior a 1850 que desbanca a las imágenes de Felix Alexander Oppenheim, Edward King Tenison y Charles Clifford como la fotografía más antigua de la ciudad de Toledo.
Lo primero que hay que hacer en estos casos, además de celebrar por todo lo alto el descubrimiento, es agradecer a sus propietarios Soraia Molina y José Valderrey la divulgación de la imagen y al Centro de Estudios de Castilla-La Mancha el haber canalizado dicha divulgación dentro de este ya prestigioso y veterano encuentro de fotografía.
Tiempo habrá de ir ahondando en el estudio pormenorizado de la imagen para determinar su posible autoría o su datación exacta, que según parece podría fijarse de alrededor del año 1845, para lo cual será bueno analizar en detalle todos y cada uno de los milímetros cuadrados del daguerrotipo. La historia resumida del descubrimiento, según ha trascendido de la mano de las profesoras María de los Santos García Felguera (Universidad Pompeu Fabra) y Esther Almarcha (UCLM), nace en 2012 cuando sus propietarios actuales la adquirieron a un chamarilero en San Sebastián. Tras proceder a su limpieza con una pera de aire, pronto comprendieron la magnitud del hallazgo por tratarse de uno de los escasísimos daguerrotipos exteriores conservados en toda España. Se trata de una placa metálica de cobre plateado de 16 x 12 centímetros aproximadamente, que muestra una vista de la vieja ciudad castellana desde el Valle con una nitidez bastante aceptable pese al tiempo transcurrido y su deficiente conservación (al parecer se encontraba en una caja metálica junto a tornillos y otros materiales). Para concluir, deciros que el daguerrotipo fue el primer procedimiento fotográfico dado a conocer en 1839, desarrollado y perfeccionado por el galo Louis Daguerre desde unos años antes a partir de las primeras experiencias hasta entonces inéditas de Nicéphore Niépce, llevadas a cabo antes de 1826. Los daguerrotipos son muy valiosos, además de por su antigüedad, por su carácter de piezas únicas pues la imagen se formaba sobre una superficie de plata pulida como un espejo, no siendo posible su posterior reproducción a partir de esta impresión original. La imagen se generaba al fijarse partículas microscópicas de aleación de mercurio y plata, gracias a que el revelado con vapores de mercurio (altamente tóxicos) producía estas amalgamas en la cara plateada de la placa. Previamente, la placa debía ser expuesta a vapores de yodo para que fuera fotosensible. En definitiva, una maravilla de la química y de la física que sentó las bases de lo que hoy es la fotografía, esa mágica congelación de un instante para la eternidad.
Como conclusión final, reiterar lo que en otras ocasiones he expuesto: la historia fotográfica de Toledo nunca terminará de escribirse pues siempre podrán surgir sorpresas y hallazgos de tesoros como el que hoy, a modo de adelantado regalo de Navidad, podemos admirar. Disfrutadlo:
Daguerrotipo de Toledo tomado hacia 1845 © Colección Soraia Molina y José Valderrey / Centro de Estudios de Castilla-La Mancha

8 comentarios

julio Briones dijo...

Curioso
No puedo comprobarlo mejor pues ando a 10.000 km de casa y no tengo acá un pc, pero visto con el tlf, me recuerda enormemente a la vista de Toledo realizada por clifford y conservada en la Biblioteca Nacional de Espapña.

Lanzó una hipótesis, no se conoce. Ningún daguerrotipo de Clifford si se conocen calotipos y colodiones,
Pero clifford era conocido como el daguerrotipo veloz pues su técnica le permitía realizar los con muy cortas esposiciones,
Hipotesis ¿y si este fuera de Clifford y la foto conservada en la BNE estuviese realizada desde el?

Se podría comprobar superponiendo las dos imágenes (yo hasta mi regreso a Toledo no puedo hacerlo)

José María Moreno Santiago dijo...

Ya lo he hecho Julio, las he superpuesto y, por poco, pero no son iguales, la de Clifford de 1857 está tomada desde un poco más a la izquierda, pero desde luego son muy muy parecidas. Sigo escudriñando...
Por cierto un fantástico descubrimiento.

José María Moreno Santiago dijo...

Son bastantes diferentes, Julio, a aparte de detalles como ropa a secar en los rodaderos, he visto casas que existen en esta pero no en la de Clifford, lo que no significa que no pudiera ser suya, claro.
En esta también se ve claramente la torre del desaparecido Convento de Agustinos Recoletos que descubrió Eduardo.
Una joya de documento.

Anónimo dijo...

Sigo este blog con batante asiduidad, aunque no tengo ni pajotera idea de fotografía y, por supuesto, no intervengo en formular comentarios ni siquiera para felicitar al autor del blog -merece un enorme reconocimiento por cada entrada- o para animar el gusto y la curiosidad por cada instantánea.

Sin embargo, esta entrada y la didáctica que conlleva -tan concisa como precisa y clara, mucho más que lo leído estos días en prensa- ya no me permite callar más mi asombro y entender cada vez más el valor de la fotografía histórica como herramienta y como ciencia para materializar las realidades que con frecuencia esconden nuestras memorias. Y por supuesto la maravilla que supone -casi de brujería- que luces, sombras, espectros y formas caleidoscópicas puedan reternerse entre vapores y condensaciones sobre finas peliculas metálicas casi imposibles de imaginar.

¡Bravo, bravo!

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

¡Muchísimas gracias por vuestros comentarios! De corazón...

Fernando Sancho dijo...

Tan solo un par de observaciones. Si el daguerrotipo se supone que era una lámina de exposición directa a la imagen que no tenía procesa, ¿Que significan esas tachuelas que pueden verse en las esquinas? ¿Es decoración previa que se añadía a la lámina antes de la exposición para crear el efecto de un marco o de un lienzo clavado en la pared? Por otro lado ¿no se supone que la imagen debería estar invertida lateralmente? ¿Ya se había solucionado ese problema en aquellos años?

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

Ya en 1839 se había logrado solucionar el problema de la inversión de la imagen como puedes leer en este periódico de la época. http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0004028350&page=2&search=Daguerrotipo+iodo&lang=es
Un abrazo.

Unknown dijo...


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