La evolución de Toledo a lo largo de los más de ciento cincuenta años que han pasado desde las primeras fotografías tomadas en la ciudad nos deja situaciones de todo tipo. Si en algunas ocasiones existen lugares que apenas han cambiado, otros espacios urbanos son hoy sin embargo casi irreconocibles, bien por cambios profundos, bien por cambios sutiles pero importantes. De estos últimos casos me voy a ocupar hoy trayéndoos fotografías de dos lugares que en nuestros días presentan un aspecto muy distinto al que podemos contemplar en las fotografías antiguas.
Comenzaré por la pintoresca vista que existía desde la Plaza de Santa Isabel y que ofrecía una doble visión: por un lado, y en primer plano, un precioso taller con tejado a un agua y, al fondo, una imponente vista de la torre de la Catedral. El taller estaba ocupado hacia 1900 por una carpintería, si bien creo que en otras épocas también alojó la fragua de un herrero.
Esta preciosa vista fue descubierta para la fotografía en el siglo XIX por el genio Casiano Alguacil que la inmortalizó hacia 1880:
A comienzos de siglo, este rincón toledano tuvo el honor de convertirse en uno de los primeros lugares en ser fotografiados a color por el ingeniosísimo método del autocromo:
En fecha muy próxima a la anterior imagen, en 1914, fue el escocés James Craig Annan el que fotografió el taller, por entonces ocupado por una carpintería:
A lo largo del siglo XX, el lugar fue fotografiado en diversas ocasiones más para postales y publicaciones:
Lamentablemente, a mediados de siglo, una infame construcción en la parte trasera del taller acabó para siempre con esta preciosa vista. Con el paso de los años, la invasión de la plaza por parte de los coches terminó por desfigurar este entorno, que presenta hoy este aspecto un tanto triste en comparación con el romántico aire que desprendía en las fotografías antiguas. Siendo optimistas, hay que destacar que la parte de la estampa a priori más débil -el taller- se ha conservado casi intacta por lo que aún tiene arreglo el desaguisado: una liberación de coches de la plaza al igual que acertadamente se está haciendo en otros espacios de Toledo, sumado a la demolición del edificio que acabó con esta preciosa vista, bastaría para recuperar de nuevo esta preciosa estampa. Creo que sería bueno contar con medidas públicas para la recuperación de panorámicas internas en la ciudad, del mismo modo que se intenta preservar las externas.
El segundo caso de profunda transformación que hoy os traigo corresponde la calle Cadenas. Esta calle alojaba desde 1892 el edificio del Banco de España (que se había mudado allí tras ser inicialmente instalado en la cercana Caja Regional de Previsión Social de Castilla La Nueva en 1884), cuya portada puede verse en estas tres fotografías casi enfrente de la iglesia de San Nicolás más o menos donde hoy se sitúa el Café Teatro Pícaro:
En 1949 se proyecta por Luis Menéndez Pidal la nueva sede del Banco de España en la Calle Nueva, que fue inaugurada en 1954. El antiguo edificio de la calle Cadenas fue demolido, siendo su portada recolocada como puerta de la nueva parroquia de la iglesia de Santa Bárbara, inaugurada en 1964 y construida en el solar donde se levantara una antigua ermita. En estas dos fotografías se puede ver la portada recolocada así como la antigua ermita hacia 1950 antes de ser demolida:
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11 comentarios
Muchas gracias Eduardo por estas 100 magníficos regalos que nos has hecho. No creo que haya un sólo fotógrafo de Toledo que no haya puesto su cámara frente al taller de herrería de Santa Isabel, lamentablemente degradado, como bien dices, por su entorno y por los coches.
Sobre los coches... no hay más que darse una vuelta por la maravillosa plaza de Santo Domingo el Real: no es que haya muchos, es que sencilla y literalmente: no existe la plaza. Todos entendemos que hay que conjugar la vida actual con el casco histórico pero en algunos casos se podría intervenir un poco en favor de la ciudad, digo yo.
A este respecto y con la nueva herramienta del street view de Goggle no tenemos más que perder unos minutos para quedar avergonzados.
Saludos
La estampa del taller resulta preciosa, y como dices tenemos suerte que se mantenga, nunca se sabe si podría aprobecharse de nuevo.
Desde luego con las nuevas tecnologías las muestras resultan más didácticas.
Por cierto José María he comentado parte de tu trabajo en mi blog, resulta fabuloso.
Saludos a ambos.
Felicidades por los 100 indudables trabajos de calidad con los que nos has deleitado. Desde leyendasdetoledo.com esperamos que sean muchos más y sobre todo, que perduren en el tiempo como las fotos que has rescatado.
¡Muchs gracias a todos!
Sois gente como vosotros los que más me animáis a seguir. El cariño y el aliento en la vida deben ser recompensados.
Abrazos.
Me has resucitado recuerdos increibles. Ahí solo faltan los vecinos de mis abuelos... La mercería de Domingo y Consuelo, El señor Félix Morón que murió hace poco a la edad de 103 años, jubilado de telegrafos, la casa de los Baqueros, la de Ana María Rivera, hermana del conocido como Ángel del Alcázar, si llega a seguir la fuente donde yo hacía barro ( se suponia que eran pasteles )cuando tenía 4 años, me cojo un cubo y una pala y vuelvo a mi infancia, solo... gracias
Bueno, felicitarte por este "centenario" y esperar que sigas manteniendo este magnífico blog activo por lo menos por otras cien entradas más. Respecto a la entrada actual, aunque soy un apasionado y frecuente visitador de Toledo, no vivo ahí y seguramente no entienda el calvario que tiene que ser aparcar en determinadas zonas, aun así me resulta inexplicable que una plaza con valor patrimonial tan importante (y esto no es nada exagerado) se vea abocada a convertirse en un aparcamiento, no es cuestión de que estropee las fotos (que bien es cierto que mucha gente solo ve las ciudades que visita cuando descarga o revela sus fotos) es que estropea la vista, es más, los ojos. Bueno, gracias y espero que sigas así
¡Muchas gracias!
Efectivamente hubo una herrería hasta mediados de los 70 finales de los 80 ya que yo llevaba la bici allí para distintos arreglos. Gracias por tu fabuloso trabajo.
Donde digo finales de los 80, evidentemente es un error, quería decir principios. Perdón.
Donde digo finales de los 80, evidentemente es un error, quería decir principios. Perdón.
Una aclaración para anónimo y en general : la herrería estuvo allí hasta 1990 y quizás algunos años más, pocos más. Encargué unos trabajos a primeros de los 90
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