Será con el paso de los años, de las décadas y —probablemente— de al menos una generación, cuando la historia reconozca y comprenda el cambio que para la humanidad ha supuesto la existencia y el desarrollo de internet. En lo relativo a la investigación sobre fotografía histórica, internet ha supuesto un salto exponencial en cuanto a accesibilidad y posibilidades de localización de fotografías y de instituciones que las custodian, pero también de personas interesadas en la materia, que a menudo son joyas tan importantes o más que las propias fotografías.
Ello se hace especialmente importante cuando el objetivo de la investigación requiere ir más allá de nuestros límites geográficos, como es el caso de Toledo. Lo he dicho mil veces y nunca me cansaré de repetirlo: Toledo es un tesoro que trasciende cualquier tipo de frontera, física o espiritual, temporal e incluso religiosa. Investigar sobre la fotografía histórica de tu ciudad podría parecer algo provinciano o localista, pero cuando hablamos de Toledo los términos se invierten. Investigar el pasado fotográfico de Toledo es una experiencia iniciática que te obliga a viajar en el tiempo y en el espacio haciéndote comprender su grandeza y la de de su historia y de las vivencias de quienes sintieron y amaron esta maravillosa ciudad. Conocer Toledo es conocer el mundo, si la investigación se lleva a cabo con amplitud de miras y con un espíritu abierto e inquieto.
Y es que estudiar la historia de Toledo a través de la fotografía es emprender un viaje de ida y vuelta enormemente enriquecedor. Partiendo de tu ciudad en busca de imágenes, pronto comprendes que ese viaje te ha de llevar por todo el planeta, por todos aquellos lugares en los que hubo personas que de un modo u otro se interesaron por Toledo y terminaron enamorándose de ella, hasta el punto de ir mucho más allá de visitarla, para llegar a querer hacer eterno su recuerdo de la ciudad en forma de fotografías que han sido cariñosa y celosamente guardadas durante años y años...y que hoy podemos admirar.
A todo ello, indudablemente, ayuda sobremanera internet, que pone a nuestro alcance poder compartir en red esa pasión hecha fotografías a lo largo del mundo.
Con el nacimiento de la fotografía en el siglo XIX, aquellos pioneros románticos que quisieron hacer eterna su visión de la ciudad llevando a casa fotografías de Toledo, tenían dos opciones: tomar ellos mismos las fotografías, lo cual era un lujo técnico y económico al alcance de muy pocos (E.K. Tenison, F.A. Oppenheim, Alphonse De Launay, Gustave de Beaucorps y pocos más) o bien adquirir fotografías tomadas por los primeros fotógrafos que comercializaron imágenes de Toledo (las primeras series estereoscópicas de Sevaistre, Andrieu, Lamy, Masson, Begue o álbumes y copias de los trabajos realizados por Clifford, Laurent o Alguacil). De entre todos ellos destaca un caso muy peculiar, por no ser extranjero y sin embargo haber conseguido dispersar su obra por medio mundo ya en el siglo XIX. Estoy refiriéndome al genial Casiano Alguacil, monteño de Mazarambroz, probablemente el mejor fotógrafo español del siglo XIX, y uno de los mejores embajadores que tuvo la ciudad en aquel siglo que vio nacer la fotografía. Pese a que no fue el primer toledano en comercializar imágenes de Toledo, pues por ejemplo Alfonso Begue ya lo hizo con sus fotos estereoscópicas hacia 1864, la prematura muerte de éste en 1865 con solo 31 años y la inmensa labor de Alguacil desde aproximadamente 1870 hasta comienzos del siglo XX, convierten a Don Casiano en el fotógrafo local de Toledo en el siglo XIX por antonomasia. Sumado a su talento fotográfico hay que añadir su visión comercial y su amplitud de miras que hace que su obra se dispersara por todo el mundo desde aquellos años, pues fotos suyas se incluyeron en publicaciones extranjeras como las de A.F. Calvert en 1907 o en álbumes destinados a personas pudientes desde el propio siglo XIX.
Como botón de muestra de ello y de la magia de internet, hoy tengo el placer de mostraros las fotografías de Toledo tomadas por Alguacil hacia 1880 incluidas en un rarísimo álbum conservado en la National Gallery of Art en Washington (EE.UU.) que recientemente esta prestigiosa institución ha digitalizado y divulgado en su web oficial.
La colección de fotografías es de un valor incalculable, no solo por su calidad de conservación, sino porque varias de ellas son hasta la fecha desconocidas, al menos que a mi me conste.
Sin más dilación, paso a ofrecéroslas, comenzando por la que es para mi la más bella y que sinceramente nunca antes había visto: una formidable estampa costumbrista de un zapatero remendón trabajando en un patio de Toledo dentro de la serie que Alguacil tituló "tipos toledanos":
De esa misma serie de tipos toledanos, el álbum conservado en Washington incluye estas otras, algunas bastante raras también, con fotos similares a las conservadas en otras colecciones como las del Museo Sorolla, el Museo del Traje o la Colección Luis Alba, como por ejemplo las que se corresponden con unas jóvenes tocando el laúd y la guitarra en un patio:
Otra de las joyas que, al menos yo, jamás había visto es esta bellísima fotografía de un carro en un día de nieve en una típica calle de Toledo, tal vez la calle del Pozo Amargo por la posición al fondo de lo que parece ser una de las torres del Ayuntamiento, pero no estoy totalmente seguro:
Muy rara es también esta vista de la Puerta Llana de la Catedral con la Plaza del Ayuntamiento al fondo:
Del mismo modo es una joya muy extraña esta vista del Callejón de Bodegones:
Formidable es esta fotografía de la Portada del Pelícano del Monasterio de San Juan de los Reyes en su emplazamiento original en perpendicular a la calle (hoy día se sitúa alineada con la calle Reyes Católicos):
De enorme belleza son las fotografías del resto del Monasterio:
La calle de Santo Tomé aparece en el álbum:
La Catedral está muy bien representada en el álbum:
Aquí vemos la bellísima Iglesia de San Sebastián:
Aquí os pongo algunas otras fotografías incluidas en el álbum pero que sí son más o menos conocidas al conservarse copias en otras colecciones locales o extranjeras de las que se tenía conocimiento:
Para finalizar, una de las joyas del álbum. Se trata de esta vista tomada por Jean Laurent, obtenida antes de 1868 (pues aparece el Artificio de Juanelo) pero posterior a 1864 (ya no se ve la Puerta de Alcántara) en un originalísimo formato panorámico con la excepcionalidad de presentar muchas personas en la toma, generando una animación en la imagen muy poco habitual en fotografías tan tempranas debido al elevado tiempo de exposición requerido para tomarlas. Una copia de esta misma toma fue incluida en el libro Toledo Olvidado 2 (recomiendo ampliarla):
Como veis, una serie de imágenes absolutamente impagable que han recorrido, unos 150 años después, el camino de ida y vuelta cerrando un precioso círculo. Salieron de Toledo para dar a conocer la ciudad de entonces en el extranjero y hoy vuelven para mostrarnos a nosotros cómo era el Toledo de la segunda mitad del siglo XIX.
Sin palabras... Qué maravilla.
ResponderEliminarGracias por tu trabajo.
Excelentes fotografías. La que sitúas con dudas en la calle San Marcos, y que sin duda es de esa zona porque se vislumbra una de las torres del Ayuntamiento, creo que es la calle del Pozo Amargo, siendo la Bajada del Colegio de Infantes la calle que se abre paso a la derecha. ¿Qué opinas?
ResponderEliminarJusto acababa de editarlo amigo, pues pienso igual que tu. ¡Un abrazo y gracias!
ResponderEliminarFormidable entrada,
ResponderEliminarCoincido en que no se trata de la calle de San Marcos, y se trata de la calle pozo amargo pero mas abajo de donde comentáis la cámara de Casiano estaría situada donde estaba el bar casa Pepe, a la derecha la bajada del sacramento, y a la izquierda calles de la garrucha y del cubo
la terraza mirador que se ve en la foto ahora esta cerrada pero se aprecian los mismos balcones y ventanas restantes
https://www.google.es/maps/@39.8548527,-4.0233422,3a,75y,327.77h,79.55t/data=!3m6!1e1!3m4!1sLbcxKufnM-3bfFDLp8m0mw!2e0!7i13312!8i6656?hl=es
Magníficas.Que bien calculado el fogonazo.
ResponderEliminarGracias a Mariano García, Archivero Municipal, he editado la entrada para corregir la última foto (la panorámica) que no es ya anónima, sino tomada por Jean Laurent. Una copia de esta imagen se encuentra en dicho archivo, y probablemente fue tomada en la primavera de 1865.
ResponderEliminarMagnifica información sobre la panorámica, se confirma lo que pense desde que la vi por primera vez.
ResponderEliminarGracias una vez mas por compartir las fotos y la información.