Una de las publicaciones de referencia internacional de mediados del siglo XX en cuanto a libros sobre España ilustrados con fotografías fue The Presence of Spain, un fabuloso libro de James Morris (escritora transexual hoy conocida como Jan Morris, aquí su interesante biografía) ilustrado con sensacionales imágenes de la fotógrafa Evelyn Hofer. Morris es sin duda uno de los nombres claves en la literatura de viajes europea.
El mencionado libro incluía como indicaba excelentes fotografías de nuestra protagonista de hoy: la fotógrafa Evelyn Hofer. Nacida el 21 de enero de 1922 en la localidad alemana de Marburg, emigró junto a su familia a Ginebra (Suiza) en 1933 para escapar del incipiente nazismo, trasladándose después a Madrid. Evelyn intentó sin éxito entrar en el Conservatorio de París, lo que cambió su destino profesional y humano para dedicarse a la fotografía, comenzando como aprendiz en Zúrich y Basilea, formándose en el Studio Bettina y recibiendo clases particulares del célebre Hans Finsler.
Tras la llegada de Francisco Franco al poder en la guerra civil española, Evelyn Hofer y su familia se trasladaron a vivir a México. Algunos años después, Evelyn se mudó a Nueva York en 1946, donde trabajó con el célebre Alexey Brodovitch, director de la revista de Harper´s Bazaar y entabló amistad con otros grandes como Richard Lindner y Saul Steinberg.
Su carrera dio un giro a mediados de los 50 cuando la escritora Mary McCarthy le pidió que sus fotografías ilustraran su obra The Stones of Florence, una exploración literaria de la historia y la cultura de esta preciosa ciudad. Durante los siguientes cuarenta años Hofer colaboró con escritores de la talla de V.S. Pritchett y la citada Jan (James) Morris para ilustrar libros sobre España, Dublín, Nueva York, Londres, París, Suiza y Washington en los que se mezclan retratos, escenas de campo o paisajes urbanos.
Hofer utilizaba habitualmente una engorrosa cámara con un visor de 4 x 5 pulgadas para realizar sus fotografías, técnicamente perfectas y artísticamente bien construidas. Su estilo se caracterizaba por conseguir composiciones claras y sencillas, pero no simples. Sus retratos muestran protagonistas y escenas casi atemporales, con miradas perdidas o incluso tristes. Gracias a sus conocimientos sobre los procesos químicos implicados en el revelado y la impresión, Evelyn fue una de las primeras fotógrafas de arte en utilizar en los años 60 la fotografía con película a color, trabajando desde entonces tanto en creaciones en blanco y negro como en color. Dejó para el recuerdo algunas memorables fotografías, llegando a ser denominada por el crítico de arte del New York Times Hilton Kramer como "la fotógrafa más famosa de las fotógrafas desconocidas de América". Su trabajo influyó notablemente en grandes fotógrafos como Thomas Struth, Joel Sternfeld, Adam Bartos, Rineke Dijkstra, Judith Alegría Ross y Alex Soth.
Evelyn Hofer murió el 2 de noviembre de 2009, en la ciudad de México. Su obra ha sido objeto de exposiciones monográficas y retrospectivas como por ejemplo en el Musée de l'Elysée de Lausana (1994), el Aarggauer Kunsthaus en Suiza (2004), el Fotomuseum en La Haya (2006) y más recientemente en la Villa Stuck de Múnich.
Su trabajo toledano, cedido amablemente por el gestor de su legado Andreas Pauly (mil gracias), es por desgracia escaso pero de altísima calidad. Dado que su finalidad era ilustrar el libro de viajes por España de James Morris, la temática de sus fotografías es básicamente paisajística y turística (al menos en las fotos seleccionadas para el libro). Tal vez en un futuro cercano podamos acceder a otras fotografías realizadas por Hofer en Toledo en aquellos días, y quién sabe si en ellas podríamos encontrar temáticas más humanistas o costumbristas, con presencia de personas en ellas.
Por lo pronto disfrutemos con las fotografías de Hofer que ilustraron las páginas dedicadas a Toledo. Aunque el libro se publicó hacia 1964, las imágenes fueron tomadas un año antes, en 1963. Comenzaremos por admirar una panorámica desde el Valle. Es una de esas fotografías que no te cansas nunca de ver, técnicamente rozando la perfección, y con detalles que llaman la atención. El caudal del Tajo -era primavera- era muy elevado y el agua rozaba las bases de los troncos de las choperas que se situaban frente al embarcadero del Diamantista. Evelyn Hofer tuvo la suerte de fotografiar el Tajo en sus últimos años como río. Ya sabemos que desde 1967 están datados episodios de espumas, en 1972 quedó oficialmente prohibido el baño en la ciudad y la puntilla llegó en 1979 con los primeros trasvases al Segura. Una fotografía que hoy, por desgracia, es irrepetible pues su gran protagonista -el Tajo- es actualmente una cloaca:
Es sencillamente magistral esta vista de la ciudad desde el oeste, años antes de la construcción del Puente de la Cava y con la Puerta de San Martín aún en pie:
En esta preciosa vista podemos ver el Puente de San Martín y San Juan de los Reyes:
Hofer fotografió un detalle del Entierro de Señor de Orgaz del Greco:
El interior de la Sinagoga de Santa María la Blanca quedó retratado por Hofer:
La otra sinagoga, la del Tránsito, aparece aquí con dos curiosidades: la sillería que aún conservaba de su uso como templo cristiano, y los enterramientos en el centro de la nave:
Aquí vemos un bonito detalle de la sinagoga:
Mirad qué formidable fotografía del Transparente de la Catedral. Una obra maestra de la fotografía de interiores:
Ya fuera de la ciudad, Evelyn Hofer tomó esta bella vista del Castillo de Guadamur:
Como habréis podido comprobar, estamos ante otra de las grandes fotógrafas de la historia. Y de nuevo Toledo aparece en su obra. Nuestra ciudad fue para ella -como le sucediera a tantos otros grandes genios de la fotografía- un imán de cuyo magnetismo fue incapaz de huir.
Aprovecho para recordar que aún restan unos días para poder ser mecenas del libro Toledo Olvidado 3, que cerrará la trilogía. No tengo palabras para agradecer todo el apoyo que el proyecto está recibiendo. Ya sabéis que sin vuestro apoyo, el libro jamás sería realidad.
¡Qué buenas y qué detalle tienen tan impresionante! Me encanta la última en la que todos los niños miran al frente y donde se deja constancia de esa cámara de 4x5", responsable de ese detalle de las fotos y que más de una de las caarás profesionales de hoy día, ya quisieran.
ResponderEliminar¿Se sabe a dónde fue a parar la sillería que se ve en la foto de la Sinagoga del Tránsito?
ResponderEliminarMe he quedado de piedra, no había visto nunca estas fantásticas foto
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