Hoy tengo la suerte de poder presentar uno de los reportajes más bellos y completos del Toledo de los años 20 de la mano de un fotógrafo bastante desconocido, pero que —como vamos a poder ver— aunaba una gran calidad fotográfica con sensibilidad artística.
Se trata del vasco Enrique Guinea Maquíbar, nacido en Vitoria en 1874. Guinea estudió inglés en Gran Bretaña y comercio en Burdeos, ciudad en la que aprendió los fundamentos de la técnica fotográfica.
Junto con su hermano Juan, regentó un comercio de ferretería y aparatos sanitarios situado en la vitoriana calle del Prado nº1. Compaginó su actividad profesional con su afición a la fotografía, destacando como colaborador de algunas de las más destacadas revistas ilustradas de comienzos de siglo en España: Novedades (San Sebastián), La Hormiga de Oro (Barcelona) y las madrileñas La Esfera, Blanco y Negro, Mundo Gráfico, Sol y Sombra y Nuevo Mundo. Guinea también ilustró diversas publicaciones y ediciones de tarjetas postales.
Obtuvo importantes premios y condecoraciones, entre los que destacan: dos medallas de Plata y Bronce en el concurso convocado por la firma Gevaert, por la obra "Me voilà" (Bélgica, 1913); una Medalla de Oro de la exposición celebrada por la revista argentina La Basconia (Buenos Aires, 1916), con la fotografía “Las dos abuelas”; una Medalla de Oro en el III Concurso Obrero de Vitoria.
En 1921 fue nombrado Caballero y se le concedió la Cruz de Isabel la Católica por la realización de un álbum fotográfico del Cuerpo de Artillería obsequiado al rey Alfonso XIII.
Guinea utilizó a lo largo de su carrera como fotógrafo varias cámaras, desde la estereoscópica, en sus inicios, hasta una de 35mm a partir de 1938, pasando por las que empleaban placas de 6x9, 9x12, 10x15, 13x18 y 18x24 cm.
En 1921 Guinea ofreció al Ayuntamiento de Vitoria su obra, que siguió enriqueciendo hasta su muerte, que tuvo lugar en Vitoria en 1944.
El fondo Enrique Guinea se conserva en el Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz (todas las imágenes que muestro a continuación están sujetas al correspondiente copyright), a quien agradezco sinceramente la cesión gratuita de las fotografías de esta entrada del blog, y consta de un total de 10.114 placas de tamaños comprendidos entre 4,5x11 y 18x24 cm, y de 3.952 fotogramas en película de paso universal.
Enrique Guinea visitó Toledo al menos dos veces en los años 20, una de ellas hacia 1925, obteniendo más de 70 fotografías de excelente calidad que paso a describiros. Las más bellas a mi juicio son las que retratan la vida cotidiana del Toledo de aquellos años, entre las que destaca esta vista de una mujer cosiendo en la puerta de una casa situada en el Callejón de los Dos Codos, vista desde el interior de la vivienda. Agradezco a José María Gutiérrez Arias la identificación del lugar:
Esta es una bellísima vista del Arco de la Sangre:
Guinea fotografió diversas portadas de casonas nobiliarias toledanas a lo largo de la ciudad:
El Convento de Santa Isabel:
Este es el Palacio de Inés de Ayala en la Plaza de Santa Isabel:
Aquí podemos ver la Puerta de Bisagra:
Enrique Guinea fotografió el patio del verdadero Mesón del Sevillano en la Calle Cervantes:
Este es el Convento de Santo Domingo el Real:
Estas son bonitas vistas del Hospital de Santa Cruz:
Mirad qué bonitas estampas tomó Guinea del Hospital Tavera:
Esta es la Iglesia de Santo Tomé:
Aquí vemos el Convento de San Pedro Mártir:
Una bella toma de la Calle del Ángel:
Este es el Palacio de Benacazón:
Aquí tenemos el Corral de Don Diego:
Esta foto está tomada en la Travesía de los Dos Codos (gracias de nuevo a José María Gutiérrez Arias por su ayuda en la identificación del lugar):
Guinea tomó vistas interiores de la Sinagoga de Santa María la Blanca:
Estas son bellas vistas de la Catedral:
Aquí vemos la Puerta Vieja de Bisagra:
El Palacio de los Duques de Maqueda no pasó desapercibido para Enrique Guinea:
El vasco obtuvo excelentes vistas del Monasterio de San Juan de los Reyes:
Aquí vemos la Puerta del Sol:
Estas son vistas del Museo del Greco:
Esta es la Posada de la Hermandad:
La Iglesia de San Ildefonso o de los Jesuitas en la Plaza del Padre Juan de Mariana no podía faltar en el reportaje de Guinea:
Esta es una vista poco original de la calle Garcilaso de la Vega, a la espalda del Convento de Santo Domingo el Antiguo, bajando desde las escaleras de la Plaza de Padilla:
Esta es la Posada de la Sangre:
El Palacio de los Condes de Peromoro en la calle del Instituto aún estaba en pie. Demolido a mediados de siglo, su portada puede verse hoy en la Plaza del Ayuntamiento en la Audiencia Provincial:
Aquí vemos una buena toma de la portada del Palacio de los Toledo, frente al Pasadizo de Balaguer:
Este es el Palacio de Fuensalida:
Es muy curiosa esta vista de la calle de la Campana en su confluencia con Santo Tomé, decorada con guirnaldas y con una llamativa estructura preparada como para ahorcar, que bien podría corresponderse con las que se colocaban en esta calle en el Domingo de Resurrección para el ahorcamiento simbólico de un muñeco de paja y trapos durante la popular Quema del Judas:
Muy cerca de allí, el callejón de Bodegones:
Esta es la Cuesta de los Carmelitas, que sube desde la Mezquita del Cristo de la Luz:
Una preciosa vista de la Plaza de la Virgen de la Estrella junto a Santiago del Arrabal:
El Convento de San Clemente:
Este era el patio de la casa del pintor Ricardo Barajas en la calle del Cristo de la Luz:
Aquí puede verse un carro a punto de cruzar la Puerta del Cambrón:
Como veis, se trata de una completísima colección de vistas de la ciudad de enorme calidad que, gracias a la labor conservadora y divulgativa del Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz, pueden ser hoy admiradas por los que sentimos pasión por la fotografía histórica.
Estimado Eduardo
ResponderEliminarMe atrevo a decir que la primera foto está hecha en el Callejón de los Dos Codos, desde el zaguan de una magnífica casa-patio poco conocida que he podido visitar hace poco, justo enfrente del Bar Jacaranda. Hay otra foto que localizáis en la esquina de la Bajada del Colegio Infantes pero esta pertenece sin ninguna duda a la Travesía de los Dos Codos, el mirador de hierro situado arriba a la derecha sigue estando ahí, y la portada del fondo de la calle también. La localización de esta segunda fotografía da más fuerza a la hipótesis de que la primera sea en el Callejón de los Dos Codos, la cercanía de ambas cuadra dentro de un recorrido que Enrique Guinea realizó por ese barrio, junto con las fotos de la Cuesta de los Carmelitas.
Enhorabuena por la entrada, he disfrutado muchísimo con las fotografías. Un saludo
Jose María Gutiérrez Arias
Sin duda, estás en lo cierto José María. Actualizado queda. Millones de gracias y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarQue ilusión!!!! La primera foto de Dos Codos es la casa de mi padre, antes de mi abuelo...y antes de Mariano Medina, el Hombre del tiempo...sale hasta en el plano de El Greco...es preciosa...Gracias!!
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