domingo, 31 de julio de 2016

Toledo en 1929 fotografiado por Òscar Torras i Buxeda

El notable psiquiatra catalán Òscar Torras i Buxeda nació en Barcelona el 19 de enero de 1890, siendo el quinto de los nueve hijos de César August Torras i Ferreri y Francesca de S. Buxeda i Pujol. Se trataba de una familia muy interesada por los viajes y el excursionismo (su padre fue muchos años presidente del Centro Excursionista de Cataluña) cuyo domicilio familiar se encontraba en la calle de Mallorca núm. 330 de Barcelona. La familia veraneaba habitualmente en Camprodón (Gerona) en una casa contigua al Ayuntamiento, Can Cesa, donde después de la Guerra Civil Española se instaló una fábrica de embutidos. Allí nació su gran amor a la montaña y las excursiones, heredado de sus padres. El 6 de mayo de 1918 se casó con Mercedes Julià i Bruguès con quien compartió su afición por los viajes. Fue también un buen deportista, llegando a ser futbolista del Real Club Deportivo Español de Barcelona. Òscar Torras ejerció como psiquiatra en el antiguo Instituto Mental de la Santa Creu en Nou Barris (Barcelona) entre 1915 y 1960. Fue nombrado director de la institución desde 1934 hasta 1960, año de su jubilación. También tuvo una consulta privada. Fue editor de la revista Psiquiatría donde publicó numerosos artículos y participó en los movimientos asociativos de los psiquiatras catalanes de los años 1920. Durante la República fue el comisionado encargado de discutir los términos de la formación de los enfermos psiquiátricos. Excursionista y gran aficionado a la fotografía, se inscribió como socio del Centro Excursionista de Cataluña el 11 de agosto de 1903, con solo 13 años, y perteneció a la entidad hasta el 8 de abril de 1974. Murió en 1975, a los 85 años, a consecuencia de una embolia cerebral. Dejó un extenso legado ligado a la psiquiatría, de la que fue un referente en toda España. Asimismo, el Centro Excursionista de Cataluña conserva una amplia serie de fotografías tomadas por él en sus excursiones, entre las que se encuentran las tomadas en Toledo, en dos visitas, en los años 1929 y 1935, la mayoría en formato estereoscópico.
La mayoría de las fotografías que hoy os traigo (os pondré solo la parte del par estereoscópico que mejor calidad conserva en cada una de las tomas) corresponden a la visita de 1929, y entre ellas cabe destacar por su belleza las tomadas en la plaza de Zocodover, con coches de época aparcados:
Plaza de Zocodover en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya
Plaza de Zocodover en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Aquí aparece la puerta del Casino, junto a la Iglesia de la Magdalena:
Plaza de la Magdalena y Casino en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Es una pena que esta vista de la Puerta de Bisagra se haya conservado bastante mal:
Puerta de Bisagra en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Aquí aparece la plaza del Ayuntamiento:
Plaza del ayuntamiento en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

El Doctor Torras tomó buenas fotos de la Posada de la Sangre:
Posada de la Sangre en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya
Posada de la Sangre en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Aquí vemos la Puerta del Sol:
Puerta del Sol en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Mirad qué bella toma de la Posada de la Hermandad, y a la izquierda un curioso cartel anunciando el famoso licor Benedictine:
Posada de la Hermandad hacia 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Fijaos en esta fotografía del Corral de Don Diego, mucho antes de que existiera el Bar Ludeña:
Corral de Don Diego en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Esta es una toma que muestra a aguadores junto a la iglesia de San Nicolás:
Plaza de San Nicolás, aguadores, año 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Torras se interesó por el Museo del Greco:
Museo del Greco en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya
Museo del Greco en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya
Museo del Greco en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

También obtuvo algunas vistas generales desde el Valle:
Toledo en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya
Toledo en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Esta es una bonita vista de la cuesta de la Calle del Cristo de la Luz:
Cuesta del Cristo de la Luz en 1929. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Para finalizar, la única foto que se conserva de su visita en 1935. Es esta soberbia imagen de un coche (probablemente el suyo) junto al Puente de San Martín con un guardia civil al lado:
Un coche en el Puente de San Martín junto a un guardia civil, en diciembre de 1935. Fotografía de Óscar Torras i Buxeda © Centre Excursionista de Catalunya

Para saber más:
- El purgatorio del Doctor Torras. Reforma y reacción en la psiquiatría catalana del siglo XX, por Josep María Comelles
- Biografía de Òscar Torras, por Josep María Costa i Molinari

sábado, 16 de julio de 2016

Frank Horvat: un mito de la fotografía y sus dos fotos de Toledo en 1964

Pocos fotógrafos han sido más influyentes en el mundo de la moda que el croata nacionalizado francés Frank Horvat. Pero su obra abarca muchos más registros, yendo desde los documentales a los retratos pasando por la fotografía de naturaleza o entornos urbanos. Si a ello sumamos que a sus casi 90 años sigue más activo que nunca tomando fotografías, podemos decir sin ningún temor a equivocarnos que Frank Horvat es un verdadero mito vivo de la fotografía mundial.
Horvat vino al mundo en 1928 en la localidad, por entonces italiana, de Abbazia, en territorio actualmente perteneciente a Croacia y cuya denominación en croata es Opatija. Lo cierto es que pese a nacer italiano, él siempre fue un croata nacido en una familia croata.
Hijo de padres médicos, a la edad de 15 años vivían en la ciudad suiza de Lugano. Allí consiguió su primera cámara, una Retinamat de 35 mm. que obtuvo al cambiarla por su colección de sellos.
Más adelante, en Milán fue estudiante de arte en la Accademia di Brera, para luego trabajar en una agencia de publicidad. Fue entonces cuando adquirió una cámara Rolleicord y comenzó a trabajar como fotógrafo independiente para diferentes revistas italianas.
1945, Lugano, Frank Horvat, self-portrait
Quiso el destino que en 1951, en París, conociera al genial Henri Cartier-Bresson así como a Robert Capa, lo que le animó a convertirse en fotorreportero, recorriendo todo el mundo con su equipo fotográfico. Conoció y fotografió países como Pakistán o India y consiguió publicar su trabajo en revistas tan prestigiosas como Paris Match, Life o Realities.
En 1955 se mudó definitivamente a París, donde alcanzó su mayor fama en la década de los 60 gracias a sus colaboraciones con fotografías de moda en las revistas más influyentes del sector como Vogue, Elle, Harpers Bazaar, Glamour, Revue, L'Officiel, Jardin des Modes, Stern...
Abordaba las sesiones fotográficas de moda como si fuese un reportaje, empleando o simulando situaciones de la vida real, con luz de ambiente y usando preferentemente cámaras de 35 mm.
Trabajó para los mejores diseñadores, desde Coco Chanel a Givenchy, y retrató los cabarets más célebres como Le Sphynx y Crazy Horse.
Trabajó finalmente en la prestigiosa agencia de Cartier-Bresson y Robert Capa, Magnum, entre 1958 y 1961. Las colecciones de los más importantes museos del mundo cuentan con fotografías de Horvat: Bibliothèque Nationale de France, Musée National d’Art Moderne, Kunst-bibliothek, Museum of Modern Art y la George Eastman House.
Richard Avedon fotografiado por Frank Horvat en 1963
Siempre inquieto y deseoso de evolucionar, en 1989 comenzó a investigar con la fotografía digital, siendo uno de los primeros fotógrafos de su prestigio en hacerlo, siendo pionero en el uso de Photoshop. En 1998, sin embargo, decidió que su único equipo sería una cámara compacta que siempre le acompaña y con la que retrata cualquier lugar en cualquier momento.
Frank Horvat en 1997
Protagonista de numerosas exposiciones por todo el mundo y autor de una veintena de libros sobre los más variados temas, cuenta en la actualidad con una aplicación para iPad denominada Horvatland.
Cuando tuve conocimiento de su estancia en Toledo, allá por 1964, decidí escribirle a su correo personal. Sinceramente, dada su avanzada edad y su enorme prestigio, supuse que ese correo no tendría respuesta. Sin embargo, para mi sorpresa e inmensa alegría, en unas horas tenía en mi bandeja de entrada un correo del mismísimo Frank Horvat en el que no solo me autorizaba a usar en Toledo Olvidado sus fotos, sino que me comentaba anécdotas de aquella visita y algunas reflexiones personales.
Frank lamentaba que solo pudiera tomar dos fotos en Toledo, pues su visita fue breve y de carácter profesional para un trabajo de publicidad, pero sin embargo me reconocía que en Toledo tomó una de las mejores fotografías de su vida. En sus propias palabras, en inglés, me decía lo siguiente:

"That photo is one of my good ones. That's how it goes. A good photo, to me, is a photo that tells more than one story. I like to say that it has depth. Of course you don't take many such photos in one life."

Viene a decir que esa es una de sus mejores fotos, y que para él una buena foto es aquella que cuenta algo más que una historia. Esas fotos son las que a él le gusta decir que "tienen profundidad" y que, por supuesto, uno no obtiene muchas fotos así en su vida.
La foto a la que se refiere Frank fue tomada en la calle que une Alfileritos con el convento de Los Carmelitas y muestra a una pareja formada por un guardia civil y su esposa en aquel ya lejano 1964. Sin duda, una foto sensacional:
Frank Horvat, 1964

La otra imagen obtenida por Horvat en Toledo es este maravilloso primer plano de una mujer con una mantilla o velo de encaje negro. Una delicia por su luz y por su textura:
Frank Horvat, 1964

Como veis, estamos ante una de esas ocasiones en la vida en que el talento se une a la generosidad y a las ganas de vivir. Nunca pensé poder escribirme con un mito de la fotografía como él, y no solo eso ha sucedido sino que gracias a su memoria y manera de ser, hoy podemos disfrutar de su trabajo en Toledo contado por él mismo en primera persona, sin interpretaciones de terceros. Y eso, creedme, es un lujo infinito.

Merci, Frank.

sábado, 2 de julio de 2016

Toledo hacia 1880 fotografiado por Léon Lemuet

Después de 8 años de andadura del blog, con más de 15.000 fotografías publicadas y casi 300 entradas pudiera parecer que es ya imposible localizar nuevos hallazgos sorprendentes del pasado fotográfico toledano. Sin embargo, nada hay mas lejos de la realidad. Cada día que pasa, estoy más convencido de que aún no ha hecho más que aflorar la punta de un inmenso iceberg. Son aún centenares, si no miles, las fotos de Toledo que poco a poco podré iros ofreciendo para que las vayáis digiriendo y disfrutando. No tendría sentido ponerlas todas de golpe y desordenadas, pues el refranero castellano es sabio y dice que "lo poco agrada y lo mucho cansa". Además, es necesario contextualizar las fotografías y aportar datos sobre el autor o lo que aparece en las imágenes y eso, muy a menudo, lleva más trabajo que el propio descubrimiento de las fotos.
Como buen ejemplo de lo que comentaba, hoy os traigo seis fotografías inéditas y desconocidas tomadas hacia 1880 por un francés llamado Léon Lemuet. Sí, habéis leído bien, 1880. Casi 140 años desde que fueron tomadas y nunca antes vistas en la ciudad...¡es realmente emocionante!
Léon Edmond Lemuet nació en la pequeña localidad de La Vendelée cerca de Coutances, en la Baja Normandía el 9 de junio de 1833. Como fotógrafo permaneció en activo entre 1869 y 1899 tanto en Coutances como en Caen y París. Se unió a la Sociedad Francesa de Fotografía en 1870, fotografiando también para la Sociedad Geográfica Francesa desde 1874. En 1880 se incorpora como miembro de la Sociedad Académica de Cotentin, dentro de la cual será uno de los responsables de la junta de museos.
Léon Lemuet fotografiado por Ernest Ladrey. Biblioteca Nacional de Francia
La mayoría de sus fotografías fueron reproducidas en papel a la albúmina a partir probablemente de negativos al colodión en placas de vidrio. Hizo algunas reimpresiones al final de su vida en papel de plata.
Participó en la Exposición Universal de París de 1878, donde obtuvo una mención de honor, en la Exposición Universal de 1889, donde se le concedió una nueva mención de honor y finalmente en la Exposición Universal de 1900. Al igual que sus colegas Durand y Thiebaut participó en la publicación, con ilustraciones basadas en sus fotos, de folletos de la monumental y pintoresca Normandía, impresos por el editor Havre Lemâle. Sus imágenes se reproducen también en el libro Le Diorama Photographique hacia 1895. Léon Lemuet no se limitó a fotografiar la Normandía, sino que fue un activo viajero que recorrió toda Francia, así como Grecia, Italia, España, Marruecos, Gran Bretaña, los Países Bajos y Bélgica.
Lemuet debió fallecer hacia 1908,poco después de ser inmortalizado en esta fotografía:
Léon Lemuet en julio de 1908

Hacia 1880, como os decía, Léon Lemuet visitó Toledo obteniendo al menos seis fotografías que he conseguido localizar recientemente. Son de gran belleza y retratan la ciudad que por entonces tanto solía fotografiar Don Casiano Alguacil. En mi opinión, la más bella de las tomas de Lemuet es esta vista del Baño de la Cava, con las murallas reflejándose en el por entonces limpio y vivo río Tajo:
Baño de la Cava en Toledo hacia 1880. Fotografía de Léon Lemuet.

Muy cerca de allí, tomó esta vista del Puente de San Martín, con sus desérticas y rocosas riberas:
Puente de San Martín en Toledo hacia 1880. Fotografía de Léon Lemuet.

Otra sensacional vista de Lemuet nos muestra el Alcázar y el Puente de Alcántara desde el cerro del Castillo de San Servando:
Puente de Alcántara de Toledo hacia 1880. Fotografía de Léon Lemuet.

¿Qué me decís de esta preciosa vista de la Plaza del Ayuntamiento con la Catedral al fondo?
Catedral de Toledo hacia 1880. Fotografía de Léon Lemuet.

La Puerta del Sol también forma parte de los lugares fotografiados en Toledo por Lemuet:
Puerta del Sol en Toledo hacia 1880. Fotografía de Léon Lemuet.

Para finalizar, os dejo esta vista del Claustro de San Juan de los Reyes:
Claustro de San Juan de los Reyes en Toledo hacia 1880. Fotografía de Léon Lemuet.

Como podéis ver, se trata de seis joyas tanto por su belleza como por su antigüedad y carácter inédito. No quiero terminar esta entrada sin agradecer públicamente a la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo el premio que el pasado 30 de junio me entregó. Sin duda, me llena de fuerza para seguir con esta pasión por mucho tiempo.
© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall