viernes, 21 de agosto de 2015

El Circo Romano de Toledo

Solo en una ciudad con una abrumadora cantidad de patrimonio como es Toledo cabe concebir que unos restos de la importancia del circo romano pasen década tras década acumulando olvido y abandono. No me cabe duda de que en cualquier otra ciudad de Europa -y no digamos de Estados Unidos- estos restos serían considerados como uno de los emblemas de la ciudad y uno de sus principales reclamos turísticos. En Toledo, por suerte para algunas cosas y por desgracia para otras, la cantidad de patrimonio mejor conservado y más espectacular es tan grande que la Toletum romana suele ser la gran olvidada, aunque algo se ha avanzado en los últimos años, especialmente gracias a la labor del Consorcio recuperando infraestructuras hidráulicas como las Cuevas de Hércules y los sótanos de Hacienda, las termas de Amador de los Ríos o partes de la calzada bajo el Cristo de la Luz.
Son muchos los estudios y estupendos artículos publicados sobre el circo romano y disponibles tanto en la red como en las bibliotecas, y su análisis excedería los habituales límites de este blog dedicado a la fotografía histórica, por lo que resumiré muy brevemente su historia para centrar la entrada en la contemplación de fotografías antiguas del mismo.
El circo romano de Toledo fue construido en el siglo I, gobernando el emperador Octavio Augusto o el emperador Tiberio en un plan diseñado para dotar a las principales urbes del imperio de edificios públicos, como termas, teatros, anfiteatros, o foros. Se pretendía así potenciar la romanización de los territorios conquistados.
Situado en la zona norte de la ciudad, y pese a estar aún poco investigado -se estima que al menos la mitad de la infraestructura permanece sin excavar- el circo romano de Toledo presenta evidentes similitudes con otros circos de la península como el de Mérida. Se estima que su aforo rondaba los 15.000 o 30.000 espectadores, dependiendo de los criterios que se escojan para calcular el número de espectadores por metro cuadrado. Sus impresionantes dimensiones eran de de 422 metros de largo por unos 112 metros de ancho.
Circo romano de Toledo. Recreación hecha por Toletum Visigodo
Considerando estos datos sobre su tamaño y su aforo y comparándolo con los de otras ciudades hispano-romanas de la Península, se deduce claramente que Toletum debió ser en época romana una ciudad muy importante en la administración política y jurídica de la península.
El teatro se situaba muy cerca del circo, probablemente donde actualmente se encuentran las pistas deportivas del colegio de las Carmelitas.
Expuestos al expolio desde la caída del mundo romano, sus restos fueron utilizados durante siglos para ser reaprovechados en multitud de edificios -incluso se usaron sus estructuras en época árabe como mausoleos de enterramiento o como zonas de mercado-, quedando al llegar el siglo XIX únicamente en pie aquellas partes de su estructura más difícilmente destruíbles como son los sólidos morteros interiores de su arcos y cimientos de opus caementicium. Pese a todo el tiempo transcurrido, los restos aún visibles del circo cuando son trazados los planos decimonónicos, hacían posible delimitar su trazado con bastante claridad.
Las primeras fotografías tomadas datan aproximadamente de 1900, como esta de Lacoste:
Restos del Circo Romano de Toledo en el siglo XIX. Foto Laurent

En 1905 Amador de los Ríos lo incluyó en su "Monumentos Arquitectónicos de España":
Plano del circo romano de Toledo y de los restos bajo el Colegio de Carmelitas en 1905 , publicados por Amador de los Ríos en su "Monumentos arquitectónicos de España"

El Archivo Municipal conserva estas imágenes:
Circo romano de Toledo en 1910. Archivo Municipal de Toledo
Circo romano de Toledo en 1910. Archivo Municipal de Toledo

Era habitual fotografiar el gran arco que se conserva junto a la Venta de Aires -hoy en un estado de abandono lamentable- dado lo concurrido de este restaurante:
Periodistas encaramados al arco del circo romano de Toledo durante el homenaje a Constantino Garcés en el 25 aniversario de "La campana gorda" en febrero de 1916. Foto Villalva para Mundo Gráfico
Grupo de amigos con bicicletas y guitarras junto a las ruinas del circo romano  en Toledo. Foto Rodríguez
Circo romano de Toledo en 1930. Foto Loty
Circo romano de Toledo. Fotografía de Loty en los años 20. © Diputación de Toledo
Restos del Circo Romano de Toledo a mediados del siglo XX. Foto Arribas

Las primeras excavaciones tuvieron lugar en el siglo XIX, pero fueron muy poco ambiciosas, y tuvieron lugar en 1889 por la Sociedad Arqueológica de Toledo. Más tarde, en 1906 el profesor del instituto provincial Luis de Hoyos excavó algo el circo a la vez que creaba a su alrededor el popular Campo Escolar (una de las primeras iniciativas cívicas de creación de un lugar didáctico ligado a la plantación de árboles).
Fiesta del árbol en el campo escolar junto al circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX en 1906 © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura PA-CAJA3-29

Las excavaciones más profundas y sistemáticas tuvieron lugar en 1927 y 1929, dirigidas por la Comisión de Monumentos Histórico-Artísticos de la Provincia de Toledo con Emiliano Castaños y Francisco de Borja San Román, respectivamente al frente de ellas y que incluyeron un levantamiento topográfico por Rey Pastor.
De estos trabajos datan la mayoría de las fotografías conservadas, realizadas por el genial Pedro Román Martínez y que a continuación os pongo:
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-07
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-06
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-143-1-06
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-142-1-02
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-12
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-13
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-15
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-19
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-18-fragmento
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-11
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-143-1-09
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-10
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-09
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura R-129-2-10
Rebaño de ovejas junto a las ruinas del Circo Romano a principios del siglo XX. Fotografía de D. Pedro Román Martínez. Diputación de Toledo, Centro de Estudios Juan de Mariana
Antonia Román en el Circo Romano. Fotografía de Pedro Román © Fondo Rodríguez. archivo Histórico Provincial. JCCM. Signatura R-127-1-06
Circo Romano de Toledo a principios del siglo XX. Fotografía de D. Pedro Román Martínez. Diputación de Toledo, Centro de Estudios Juan de Mariana
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura Album1-013
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura Album1-317
Excavaciones en el circo romano de Toledo a comienzos del siglo XX. Fotografía de Pedro Román Martínez © Fondo Rodríguez de la JCCM, Archivo Histórico Provincial de Toledo. Signatura Album4-1741

Pasaron los años y la ciudad no mostró demasiado interés por el circo. Las siguientes intervenciones fueron realizadas por Marcelo Vigil en 1963 y 1964 o Ricardo Izquierdo en 1972. El parque del Campo Escolar fue al menos un lugar de esparcimiento habitual, hasta que en la década de los 80 sufrió una grave degradación al servir de lugar donde los drogadictos consumían o se pinchaban, lo cual obligó a los vecinos a tomar medidas. En 1982 se organizaron y ejecutaron una limpieza voluntaria:
Limpieza en el circo romano de Toledo en 1982
Limpieza en el circo romano de Toledo en 1982
Limpieza en el circo romano de Toledo en 1982
Limpieza en el circo romano de Toledo en 1982
Limpieza en el circo romano de Toledo en 1982

En los últimos años algo se ha avanzado: se liberó de coches el aparcamiento que ocupaba buena parte del circo frente a la Venta de Aires y se recuperaron bastantes restos. Sin embargo aún queda mucho por hacer para recuperar esta joya arqueológica.
Esperemos que en el futuro nuestros hijos puedan disfrutar de estos restos de 2.000 años de antigüedad con un plan integral que permita su contemplación e interpretación como se merecen.
© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall