domingo, 21 de diciembre de 2014

Toledo en los primeros años del siglo XX fotografiado por Augusto Arcimís

La encomiable tarea de digitalización y divulgación que viene haciendo el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) ha vuelto a dar una enorme alegría a los que amamos la fotografía histórica. Recientemente ha dado a conocer el legado del que fuera primer director del Instituto Central Metereológico, el sevillano Augusto Arcimís.
La historia de la recuperación de esta fenomenal colección es de lo más curiosa, y pienso que lo mejor es leerla de la mano de las personas que la han protagonizado: Josemi Lorenzo Arribas y Blanca Arévalo Álvarez.

"Fue en la mañana del último día de febrero de 2012, año bisiesto. En ese momento trabajábamos para el Proyecto Cultura “Soria Románica” en la sede que la Fundación Duques de Soria (FDS) tiene en la ciudad del Duero. En la conversación que manteníamos durante el café (por alguna razón salió el tema de la fotografía estereoscópica), el personal de la FDS recordó haber visto unos “cristalitos” hacía algunos años entre los bienes pertenecientes a la herencia que a la Fundación legó en 1997 María Teresa García de Valdeavellano, hermana de Luis, el ilustre historiador del derecho. Nos pusimos en alerta, y esa misma mañana no paramos de “rebuscar” hasta que, como ocurren estas cosas, en el último lugar que faltaba por mirar (después de haber escrutado sitios casi imposibles), al fondo de una pequeña habitación utilizada como almacén, y detrás de decenas de cajas llenas de libros y materiales diversos que hubo que retirar, Josemi Lorenzo Arribas accedió al cajón de un mueble de finales del siglo XIX. Dentro aparecieron, en sus correspondientes cajas, los buscados “cristalitos”. En realidad, placas de vidrio con fotografías estereoscópicas, de las que no constaba autor. Sí, en cambio, manuscritas con cuidada caligrafía, localizaciones y año de captura de muchas de ellas, apuntadas en el propio vidrio, en el espacio libre entre ambas tomas.
Se afinó la inquisición, hasta que conseguimos dar con Augusto Arcimís, abuelo de Luis y María Teresa, como el posible autor de ese frágil tesorillo, compuesto de 835 placas realizadas entre 1897 y 1907, y distribuidas en 49 cajas contemporáneas a los cristales, y 2 pequeños grupos envueltas en papel. El interés de estos materiales era enorme. Había que darlo a conocer.
Localizado el fondo, descubierto el autor, Blanca Arévalo Álvarez abundó en el proyecto y realizó sobre él su Trabajo fin de Magíster en Gestión del Patrimonio Histórico y Cultural (Centro Superior de Estudios de Gestión, Universidad Complutense), bajo la dirección de Cristina Cámara Bello, en febrero de 2013. Sus esfuerzos se encaminaron a renglón seguido a hacer accesible y disfrutable este fondo. Para ello, se iniciaron gestiones entre la propiedad, la FDS, y el IPCE (Instituto del Patrimonio Cultura de España), que condujeron a la firma de un convenio por el que el IPCE se quedaba en depósito el fondo fotográfico y lo hacía público en su Fototeca, mientras la FDS mantenía la propiedad del mismo. Desde hace muy pocos meses, ya está la totalidad del fondo fotográfico de Augusto Arcimís, catalogado, a disposición pública en la página web del IPCE."


Fue así como se fraguó el poder disfrutar de esta soberbia colección tomada por una verdadera eminencia de su tiempo. Augusto T. Arcimís Wehrle -nacido en Sevilla en 1844 y fallecido en Cádiz en 1910- fue un científico y astrónomo, considerado además el primer meteorólogo profesional en España. Hijo de un comerciante de origen vasco francés, estudió en el colegio de San Felipe Neri de Cádiz y más tarde se licenció en Farmacia, aunque nunca llegó a ejercer. Muy dotado para los idiomas, recorrió Europa visitando observatorios en Francia, Alemania e Inglaterra, viviendo en Londres durante un tiempo. Fue allí donde se familiarizó con la astronomía y la meteorología dinámica, de modo que a su regreso instaló un observatorio meteorológico en Chiclana con criterios más modernos de los utilizados hasta entonces por los de San Fernando -limitado a cuestiones de interés de la marina- o de Madrid, que no elaboraba pronósticos.
Fotografía de Augusto Arcimis
En la década de 1870 Arcimís comenzó a realizar contribuciones científicas con planteamientos pioneros y avanzados, publicando varios trabajos en el órgano de la Società degli Spettroscopisti Italiani. El rigor de sus observaciones le otorgó una alta reputación, pasando a ser un abanderado de la astrofísica. La seriedad y la madurez de sus trabajos también le valieron su reconocimiento en Inglaterra, donde fue nombrado miembro de la Royal Astronomical Society. Tradujo del inglés la Historia de los conflictos entre la Religión y la Ciencia del científico John William Draper, lo cual tuvo una gran repercusión en toda España. En 1875, conoció a Francisco Giner de los Ríos que se encontraba recluído en el Castillo de Santa Catalina, por su enfrentamiento con el ministro de Fomento, Manuel Orovio Echagüe. Por entonces Arcimís atravesaba una mala situación económica y emocional por problemas con el negocio de vinos que regentaba así como por la prematura muerte de tres de sus hijos. Ello le llevó a trasladarse a Madrid, para trabajar en una fábrica de alquitrán. A partir de 1884, y por intervención de su amigo Giner de los Ríos, comenzó a impartir clases de astronomía y física en la Institución Libre de Enseñanza.
En 1887 se creó el Instituto Central Meteorológico, con la finalidad de realizar pronósticos del tiempo, siendo nombrado Arcimís su primer director, cargo que confirmó por oposición libre al año siguiente y que mantuvo hasta su muerte en 1910.

Dentro del enorme fondo fotográfico de Arcimís, y como no podía ser de otra forma, se encuentra una amplia serie de fotografías estereoscópicas tomadas en Toledo en varias visitas entre los años 1900 y 1905. Su interés es triple: por un lado se trata de fotografías de una alta calidad técnica, bien tomadas; por otro lado estas imágenes nos muestran no solo las típicas vistas de monumentos sino que hay buenos ejemplos de retratos de hechos de la vida cotidiana de la ciudad, algunos de ellos fotografiados por vez primera; por último no podemos olvidar su antigüedad, pues se trata de fotos con una edad que supera los 110 años.
La primera de las fotografías que os voy a mostrar es para mí la más valiosa: una fotografía del mercado del Martes en Zocodover, que constituye el documento gráfico más antiguo tomado en esta plaza de este semanal acontecimiento. Sin duda una joya documental:
Mercado del Martes en Zocodover en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0738_P

Estas son otras preciosas fotos de Arcimís tomadas en Zocodover:
Plaza de Zocodover en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0732_P

Otro documento sensacional es esta fotografía que nos muestra nada más y nada menos que a un peregrino del Camino de Santiago retratado -¡en 1900!- en uno de los patios de la Catedral. Se trata no solo de la primera fotografía conocida de un peregrino en Toledo, sino de una de las primeras fotografías de peregrinos en Europa:
Un peregrino en un patio de la Catedral de Toledo en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0711_P

Otra gran joya de la serie de Arcimís en Toledo es esta preciosa fotografía de los seises de la catedral saliendo por la Puerta de los Leones:
Seises saliendo de la Puerta de los leones en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0704_P

Arcimís tomó otras buenas fotografías del interior y exterior del templo primado:
Puerta del Perdón de la Catedral en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0734_P
Capilla del Condestable en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis en 1904 © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0749_P
Puerta del Reloj en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0715_P
Capilla de San Ildefonso en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0745_P
Sepulcro de Catalina de Aragón en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0723_P
Nave Meridional de la Catedral en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0740_P
Capilla de San Ildefonso en la catedral en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0725_P

Mirad qué preciosidad de vista obtenida enfrente de la Torre del Hierro y la Casa del Diamantista:
Torre del Hierro y vista de Toledo en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0739_P

El Torno del Tajo, mucho antes de la construcción del Puente Nuevo de Alcántara o la carretera del Valle:
Torno del Tajo visto desde el Puente de Alcántara en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0730_P

Son sensacionales las vistas de Santiago del Arrabal:
Iglesia de Santiago del Arrabal en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0736_P
Iglesia de Santiago del Arrabal en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis en 1904 © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0750_P
Púlpito de la iglesia de Santiago del Arrabal hacia 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0700_P

Un par de señoras en la Sinagoga de Santa María la Blanca:
Sinagoga de Santa María la Blanca en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis en 1904 © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0752_P

Las torres mudéjares de Santa Leocadia y Santo Tomé:
Torre de Santa Leocadia hacia 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0737_P
Torre y calle de Santo Tomé en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0709_P

El Castillo de San Servando:
Castillo de San Servando en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0726_P

Son fenomenales estas dos fotos de la Iglesia de San Román:
Torre de San Román hacia 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0698_P
Iglesia de San Román en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0718_P

Aquí vemos la Iglesia de San Sebastián:
Iglesia de San Sebastián en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0707_P

El Palacio de Inés de Ayala junto a Santa Isabel:
Palacio de Inés de Ayala en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0720_P

La Puerta de Bisagra en su flanco interior:
Puerta de Bisagra (zona interior) en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0724_P

Aquí tenemos la Puerta del Sol:
Puerta del Sol en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0697_P
Puerta del Sol en 1902. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0702_P

Los rincones pintorescos de la ciudad también tienen su hueco. A destacar por ejemplo esta vista de la portada del Actual Restaurante La Abadía...¡cuánto ha cambiado para bien desde entonces este lugar!:
Portada del actual Restaurante La Abadía en la Plaza de San Nicolás en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0703_P

Fijaos también en esta preciosa foto de lo que muchos conocemos como el acceso al bar de copas "Camelot" en la bajada del Cristo de la Luz:
Bajade del Cristo de la Luz en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0706_P

Esta es la portada del Palacio de Peromoro, en su emplazamiento original en la Calle Instituto, mucho antes de ser trasladada a la audiencia provincial donde hoy la vemos:
Portada del palacio de los Peromoro en la calle Instituto en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0696_P

Esta es una preciosa vista de la Casa del Diamantista:
Casa del Diamantista en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0743_P

El Hospital Tavera:
Hospital Tavera en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0746_P
Hospital Tavera en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0712_P

Este es el Callejón de Gigantones:
Callejón de Gigantones en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0710_P

Es soberbia esta toma del Palacio Arzobispal:
Plaza del Ayuntamiento y Palacio Arzobispal en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0727_P

Es un poco descorazonador ver el deplorable estado en que se encontraba el Hospital de Santa Cruz:
Patio del Hospital de Santa Cruz en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0742_P
Hospital de Santa Cruz en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0701_P

Esta es una vista de la Posada de la Hermandad:
Posada de la Hermandad en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0699_P

Los puentes de la ciudad también llamaron la atención del sevillano:
Puente de Alcántara en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0721_P
Puente de San Martín en 1905. Fotografía de Augusto T. Arcimis en 1905 © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0748_P
Torreón del Puente de San Martín en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0741_P
Puente y Puerta de San Martín en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0722_P

Estas son fotos del Alcázar:
Alcázar desde el Cerro de San Blas en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0744_P
Patio del Alcázar en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0731_P

La Puerta del Cambrón:
Puerta del Cambrón en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0717_P
Puerta del Cambrón en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis en 1904 © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0751_P

Aquí vemos el Taller del Moro:
Taller del Moro en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0719_P

Son buenas las tomas de la denominada Casa del Greco, bastante antes de su restauración y conversión en museo:
Patio de la Casa del Greco en 1905. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0729_P
Casa del Greco hacia 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0728_P
Casa del Greco en 1904. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0714_P

Aquí vemos el jardín del Cristo de la Luz. Aparece casi con toda seguridad en la foto Giner de los Ríos:
Patio de laMezquita del Cristo de la Luz en 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0713_P

El Entierro del Señor de Orgaz del Greco:
Cuadro del entierro del señor de Orgaz hacia 1900. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0735_P

Arcimís y sus acompañantes debían alojarse en el Hotel Castilla, el más lujoso de la ciudad. Tomó esta foto en su entrada:
Grupo a la Puerta del Hotel Castilla en 1903. Fotografía de Augusto T. Arcimis © Fototeca del IPCE, MECD. Signatura ARC-0733_P

Como habéis podido comprobar se trata de un completísimo repaso a la ciudad en los primeros años del siglo XX de la mano de una personalidad muy destacada de la vida científica del momento, cuya faceta como fotógrafo había pasado hasta nuestros días desapercibida y que hoy hemos podido descubrir gracias al gran trabajo de divulgación del IPCE y la Fundación Duques de Soria.
© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall