viernes, 2 de diciembre de 2011

El Taller del Moro

Este espectacular salón es el único resto conservado de una gran casa mudéjar de la nobleza toledana del siglo XIV, probablemente de Lope González Palomeque, señor de Villaverde, según estudios de Balbina Martínez Caviró. Comenzó a denominarse Taller del Moro en el siglo XVI cuando fue arrendado por la catedral como almacén. Ya en el siglo XV fue Convento de monjas de Santa Eufemia, ejecutándose entonces una fachada que se mantuvo hasta al menos 1845.
Plano del Taller del Moro por el maestro mayor José Hernández Sierra, realizado a mediados del siglo XVIII
En los últimos siglos tras dejar de ser alquilado por la catedral sus usos fueron de lo más variopinto: cochera, salón de baile, fábrica de cerillas o almacén de harina.
Por suerte, en 1959 fue adquirido por el Estado. Fue restaurado y desde 1963 acogió el Museo Taller del Moro del Mudéjar Toledano. En 1968 se compró el jardín que lo conecta con el Palacio de Fuensalida.
Destaca por sus riquísimas decoraciones, prueba de la suntuosidad del mudéjar toledano, con preciosas yeserías y artesonados de madera. Debió tener un importante zócalo de cerámica, hoy desaparecido.
Sus primeras fotografías datan del siglo XIX cuando Casiano Alguacil lo retrató en varias fotografías:
Taller del Moro en el siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo
Taller del Moro en el siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo
Taller del Moro en el siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo
Taller del Moro en el siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo
Taller del Moro en el siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo
Taller del Moro en el siglo XIX. Fotografía de Casiano Alguacil. Ayuntamiento de Toledo

A finales del XIX lo fotografió Alexander Lamont Henderson:
Taller del Moro de Toledo a finales del siglo XIX. Fotografía de Alexander Lamont Henderson

En 1901 fue inmortalizado en su triste condición de aprisco para el ganado por los geniales pintores Nabis en su visita a Toledo:
Édouard Vuillard y Ker-Xavier Roussel en el Taller del Moro de Toledo en febrero de 1901. Fotografía del príncipe de Rumanía Emmanuel Bibesco. Museo D´Orsay.

También fue fotografiado como cochera:
Taller del moro a comienzos del siglo XX. Colección Luis Alba
Taller del Moro a comienzos del siglo XX. Fotografía de J. Lacoste © MECD, Fototeca del IPCE, signatura VN-13999_P
Taller del Moro en su etapa de cochera a comienzos del siglo XX
Taller del Moro hacia 1900. Fotografía coloreada por Pürger

Estas son otras imágenes de comienzos del siglo XX:
Interior del Taller del Moro. Fotografía de Luis Lladó Fábregas © CSIC, Archivo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales Taller del Moro. Fotografía de Luis Lladó Fábregas © CSIC, Archivo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales Interior del Taller del Moro. Fotografía de Luis Lladó Fábregas © CSIC, Archivo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales Taller del Moro. Fotografía de Luis Lladó Fábregas © CSIC, Archivo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales Taller del Moro. Fotografía de Luis Lladó Fábregas © CSIC, Archivo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales Yesería en el Taller del Moro. Fotografía de Luis Lladó Fábregas © CSIC, Archivo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales Taller del Moro. Fotografía de Luis Lladó Fábregas © CSIC, Archivo del Centro de Ciencias Humanas y Sociales Taller del Moro en septiembre de 1907. Fotografía de Petit. Société Française d'Archéologie et Ministère de la Culture (France), Médiathèque de l'architecture et du patrimoine (archives photographiques) diffusion RMN
Taller del Moro hacia 1900
Taller del Moro hacia 1900. Foto Lacoste

Aquí vemos una escena de su interior a mediados del siglo XX cuando era usado como almacén de harina:
Taller del Moro a mediados del siglo XX, convertido en almacén Estas fotografías nos lo muestran ya recién inaugurado su museo del mudéjar toledano en los años 60:
Museo del Taller del Moro hacia 1965
Museo del Taller del Moro hacia 1965
Palacio de Fuensalida en 1979. Jardín que une el Palacio de Fuensalida con el Taller del Moro

En la actualidad, y pese a que fue objeto de restauraciones en 2003, se encuentra asombrosa e inexplicablemente cerrado desde hace más de diez años, a la espera de que la Junta de Comunidades se decida a reabrir el museo, cosa que vehementemente desde aquí reclamo. No podemos permitr por más tiempo que esta joya del mudéjar siga cerrada al público. El continente y el contenido del edificio merecen ser admirados y contemplados por turistas y toledanos.
Taller del Moro en 2003. Ministerio de Cultura

El Taller del Moro en Google Maps:

Ver Toledo Olvidado en un mapa más grande

5 comentarios

C.Willard dijo...

Muy interesante esta información, como todo lo que contiene el blog. Mi más sincera enhorabuena por tener un sitio donde podamos sumergirnos en la Historia de Toledo. ¡Ánimo y a seguir!

Antonio Casado dijo...

Me consta que el equipo del entonces Director General, Enrique Lorente, tenía un magnífico proyecto de reapertura, que incluía la musealización de las ruinas excavadas bajo el nivel del suelo y la duplicación del espacio expositivo. Proyecto que su sucesor, Luis Martínez, se encargó de torpedear. Además de cargarse a los técnicos del área y todos los proyectos pendientes, trasladó los fondos del Taller del Moro primero al Palacio de Fuensalida y luego al Santa Cruz. Espero que el Director General actual, Javier Morales, sea lo suficientemente sensato como para reabrir los dos museos de su competencia que cerró su predecesor: El Taller del Moro y la Casa de las Cadenas.

Nanny dijo...

Magnífico Blog, muy interesante su contenido. Espero que tengas éxito en tu petición.
Saludos.

Marta Hernández dijo...

Muy interesante, y las fotos son geniales!
Yo tengo un blog de historia y hace poco escribí sobre Juanelo Turriano, seguro que lo conoces ya pero igual te interesa: http://personasconhistoria.blogspot.com/2011/11/juanelo-turriano-ingeniero-en-espana.html

Anónimo dijo...

Es una pena que este museo esté totalmente olvidado y sus instalaciones estén llenas de humedades y totalmente descuidadas. Alguien debería tomar medidas al respecto y sanear el jardín de entrada.

© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall