martes, 8 de abril de 2008

Toledo y los coches

Hoy voy a hablaros de coches, y de su relación (siempre difícil) con una ciudad de trazado medieval como es Toledo. Al igual que os comentaba en el caso ambiental, y pese a lo que mucha gente piensa, tampoco estamos en 2008 en la peor situación en cuanto a invasión de los espacios públcos por vehículos se refiere. Os lo demostraré con imágenes. Pero empecemos por el principio. Los primeros vehículos a motor, como cualquier novedad, suponían siempre un gran atractivo en sus comienzos y poca gente imaginaba entonces que con el tiempo esos cacharros evolucionarían hasta convertirse en algo tan cotidiano y de uso tan generalizado que supondrían un problema para la ciudad histórica. En esos tiernos comienzos, cualquier visita de coches era todo un acontecimiento y la multitud se agolpaba para verlo, y los perros ladraban al intruso (hasta ellos los miran hoy con indiferencia):
Primeros coches en Toledo

Lógicamente, ni los vehículos ni los caminos estaban aún adaptados a las peores condiciones climatológicas y el barro jugaba malas pasadas:
Coche atascado

Pero poco a poco, los coches fueron ganando terreno en las ciudades y casi sin darse cuenta la gente comenzó a acostumbrarse a verlos. Y llegaron las primeras aglomeraciones y los primeros problemas de aparcamiento, como demuestran estas fotos de Zocodover:
Subida de Carlos V
Zocodover
Zocodover
Zocodover hacia 1920

En 1915 ya se aparcaba en línea junto a la Puerta del Niño Perdido en la Catedral:
Arco de Palacio (Toledo) en 1915. Foto E. M. Newman. The Hispanic Society of America

En aquella época se pusieron de moda en actos oficiales las comitivas de coches descapotables, como en la visita de la delegación de Toledo de Ohio con motivo del hermanamiento de ambos toledos en los años 30:
Camino de Arco de Palacio

Pasó el tiempo y la invasión iba avanzando, con los Seat 600 como punta de lanza en los años 60:
Plaza de San Vicente

Los primeros autobuses hicieron aparición en Zocodover a mediados de los 60:
Plaza de Zocodover, Toledo, a mediados del siglo XX

Y se llegó al culmen (en mi opinión) en los años 80, década en la que se dejaba aparcar y circular por cualquier zona del centro histórico sin el menor control ni regulación. Por ello os digo que desde entonces algo hemos mejorado: se han recuperado espacios públicos para los peatones aunque es evidente que debe hacerse aún mucho más. Pero hay que ser objetivos y reconocer que, tambián en esto, hubo tiempos peores. Prueba de ello son estas imágenes en las que incluso podréis ver que en Zocodover se circulaba en ambos sentidos en dirección a la Calle Ancha.
Zocodover, años 80
Plaza del Ayuntamiento, años 80
Arco de la Sangre, años 80
Posada de la Hermandad, años 80
Puerta del Sol, años 80
Puerta de Alcántara en los años 80
Puerta de Bisagra, años 80
Plaza de Juego de Pelota, años 80
camión atascado en Hombre de Palo

8 comentarios

Anónimo dijo...

Creo que has puesto años 80 cuando querías decir 60, según infiero por las fotos que hay colgadas...

Enhorabuena por tu blog.

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

Yo también tengo dudas de que sean de los 80, pero así aparecen en su origen que es el archivo fotográfico municipal. Yo me inclino más por que sean de los 70 y principios de los 80.

Jose Antonio G. Villarrubia dijo...

Fantastico tu blog, enhorabuena.
Jose Antonio.

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

¡Muchas gracias!

Anónimo dijo...

Eduardo enhorabuena por tu blog. Yo soy de Toledo, vivo en el casco y me encanta la fotografía así que ... entenderás que me ha gustado mucho.

Respecto a los coches quería hacerte un comentario que quizá discrepe algo con tu planteamineto: yo creo que "ni tanto ni tan calvo", ni los coches por Zocodover en doble dirección ni la situación que vivimos estos últimos tiempos ya que en cuanto llega el fin de semana nos encierrasn y sobre todo nos aislan en el casco. Hay mucha gente mayor con hijos viviendo en la parte nueva que no pueden subir a ver a sus padres porque está todo cortado desde bisagra o desde doce cantos y Toledo no es una ciudad para cogerte los bártulos y pegarte la caminata (sobre todo con niños pequeños) ni tampoco el trnsporte público es bueno.

Yo propondría una solución intermedia: dejar paso libre a los residentes en Toledo (aunque vivan en Buenavista su familia puede vivir en el casco) e impedir el paso a turistas, eso sí, organizando unos aparcamientos con autobuses lanzadera.

Te lo diche una sufridora de TODOS los fines de semana!!

Un saludo.

Eduardo Sánchez Butragueño dijo...

Si lees el post detenidamente verás que no abogo por una total peatonalización, tan sólo pido que zonas emblemáticas sean sólo para uso peatonal.
Estoy de acuerdo en que dadas las enormes dimensiones del centro histórico de Toledo peatonalizarlo por completo sería un grave error.
Soy más partidario de dejar grandes "arterias" (es un decir en nuestras callejas) para poder circular. El gran problema que es el aparcamiento debe abordarse por dos vías: la creación de nuevos parkings (subterráneos o aprovechando edificios camuflados que ahora son solares)y la mejora del transporte público.
Peatonalizar por completo sería dejar aislados a sus habitantes ya que difícilmente podrían ser visitados por familiares, amigos o simplemente no podrían ser llevados a casa por el novio o novia o el compañero de trabajo si no son residentes.
Como siempre: sentido común e ideas. Eso es lo que se necesita.

acua1970 dijo...

"La plazuela", así llamábamos a la Plaza del Juego de Pelota los niños y niñas cuando bajábamos a jugar todos los días. ¡Qué recuerdos más especiales!Esta foto me ha hecho volver a mi niñez y a mi infancia, me ha devuelto los primeros juegos y la alegría de aquellos días. Creo que estáis en lo cierto, finales de los 70 principios de los 80, casi me atrevería a poner nombre a cada uno de los niños que juegan "a matar" (así llamábamos al juego qe juegan). Una foto muy, muy especial.

Anónimo dijo...

Con toda seguridad no son de los 80, por lo menos la del Juego de Pelota, ya que sale aún el edificio de la antigua fábrica de jabón. El nuevo edificio terminó de construirse en el año 80-81

© TOLEDO OLVIDADO
Maira Gall